Capítulo 9 Mi alarma suena haciéndome despertar de golpe. Luego de lo ocurrido anoche, no logre dormir bien, pasé una noche en vela recordando las palabras del Señor Reinart, y sobre sobre todo, recordando el delicioso momento donde poseyó mi cuerpo de manera salvaje pegada a la pared. Este hombre me intriga, sus ojos me perturban y es porque de alguna forma siento que ya los he visto antes, pero eso sería imposible, su tono de voz es diferente, su trato y personalidad no son las mismas, creo que estoy delirando ya. Como a las cuatro de la mañana fue que pude conciliar el sueño, así que he dormido nada más que dos horas y siento la noche en mi cuerpo. Me levanto de una vez porque mi vida debe de continuar, y mis obligaciones como madre jamás serán pospuestas a causa de un hombre que apena