Al día siguiente
Paris
Gabriel
Toda la noche pensando en Patricia y Leonor, son dos mujeres que han marcado mi vida y que ahora tengo la oportunidad de saber que realmente siento por ellas, solo espero no perderme en el camino, no equivocarme y no salir lastimado por estar aquí.
En fin, ahora termino de arreglarme para aguardar la llegada de Patricia, tras estar listo bajo al vestíbulo del hotel esperándola en uno de los sillones que hay hasta que la veo ingresar al lugar, me levanto para saludarla.
–Hola buenos días Patricia, te agradezco que te des tiempo para mí– le digo mientras la saludo con un beso en la mejilla.
–Hola Gabriel, yo encantada te acompaño a conocer la ciudad, vamos.
Enseguida salimos del hotel mientras ella me va contando un poco la historia de cada lugar por las calles empedradas que recorremos, así visitamos algunos sitios importantes entre ellos el museo del Louvre, donde ella me va relatando sobre las obras maestras entre ellas la Gioconda de Leonardo da Vinci, La Venus del Milo de Alejandro de Antioquia, también fuimos a las catacumbas que son una red de túneles y cuartos subterráneos que el gobierno francés convirtió en cementerio y en la actualidad alberga a más de seis millones de esqueletos humanos en fin, es una atracción para los más valientes.
Me siento agotado por todo el recorrido que hemos hecho, así le sugiero que vayamos por algo de comer al primer restaurante que nos cruzamos, una vez adentro me atrevo a preguntarle por su vida.
–Patricia ¿Qué has hecho todos estos años? ¿A qué te dedicas?
–Yo estuve trabajando un tiempo en los negocios de mi familia, aunque para serte sincera no me sentía en mi lugar y un día se presentó la oportunidad de venir a Paris y lo hice, dejé Guayaquil hace un par de años.
–Patricia ¿Se puede saber a qué te dedicas ahora? –le pregunto con curiosidad.
–Soy escritora, una soñadora si lo quieres decir así, aunque ahora trabajo en una editorial, me hago tiempo para mí, es una ventaja que puedo realizar lo que me gusta sin estar en una oficina encerrada todo el día.
–Te entiendo, yo también soy un soñador, soy el director de creatividad de una agencia de publicidad, en mi trabajo intento plasmar las ideas que me dan los clientes y es muy gratificante que admiren tu trabajo.
–Gabriel me dijiste que estabas aquí para asistir al Festival Lions Cannes, debes ser un excelente creativo para estar aquí.
–Hago lo que puedo, tengo la ventaja que me dan la libertad de trabajar, sabes estoy trabajando en Barcelona con Ernesto Salcedo, nuestro compañero del colegio ¿lo recuerdas?
–¡Ernesto! Lo recuerdo era el chico bajito que andaba siempre con chicas más altas que él.
–Es él mismo, aunque te comento que creció ahora es más alto que yo– le aseguro entre risas.
–Es bueno tener a un amigo en un lugar donde no conoces a nadie.
–Patricia tuve suerte, siempre mantuve contacto con Ernesto y un día me llamo, me pregunto si estaba interesado en trabajar con él en España, no lo dude y deje Guayaquil.
–Me alegro por ti, hay pocos amigos así– me asegura.
–Cambiando un poco de tema ¿tienes novio? ¿alguien que te haga suspirar?
–Ehhh……suspirar no lo creo, no me interesa nadie, tengo el corazón demasiado roto.
–Entiendo disculpa no quise ponerte incomoda con mis preguntas– le aseguro.
–Gabriel ¿Y tú? ¿Cuántos corazones rotos dejaste en España o en Guayaquil?
–En realidad……nunca tuve nada serio, aunque estaba saliendo con alguien, pero ella me dejo libre– le explico.
–Uff...…el tiempo vuela cuando te diviertes, mira la hora que es– me dice al ver su reloj.
–Patricia ¿Tienes que irte tan rápido?
–Lo siento Gabriel, me había olvidado que debo entregar unas reseñas, pero te prometo que mañana vamos adonde tú quieras.
–Patricia lo entiendo, no tienes que disculparte.
–Entonces te dejo Gabriel ¿crees que puedas llegar al hotel desde aquí?
– Pido un taxi, no te preocupes, no soy un niño.
–Gabriel nos vemos– se despide dándome un beso en la mejilla.
Lo que me comento Patricia me dejo pensando, alguien le rompió el corazón y no desea saber nada de una relación ¿Qué le habrá sucedido? Sentí que ella está muy dolida, que se siente incapaz de volver a amar a alguien.
Unos días
Mañana debo asistir a Cannes para ir al festival, estuve pensando en pedirle a Patricia que sea mi acompañante, me toca esperar que acepte.
Como toda esta semana ella se ha dado tiempo para mí y ahora estamos almorzando en un pequeño restaurante, mientras degustamos de un exquisito almuerzo así entre anécdotas y recuerdos decido preguntarle.
–Patricia ¿me podrías acompañar a Cannes? Pasaríamos el fin de semana allí y volveríamos el lunes a Paris ¿Qué me contestas?
–Lo siento Gabriel no puedo acompañarte, tengo trabajo que entregar, estoy algo atrasada.
–Tranquila lo entiendo, iré solo, igual tenía pensado quedarme a la nominación y después retirarme.
–Gabriel deberías aprovechar y quedarte a la fiesta, te aseguro que conocerás mucha gente interesada en tu trabajo.
–Tal vez……después decido– le digo pensativo.
–Nos vemos cuando regreses a Paris, por favor no vuelvas a Barcelona sin despedirte de mí, de lo contrario me molestare contigo.
–Nunca me iría sin despedirme de ti– le aseguro.
Dos días más
Tuve que viajar solo a recibir el premio, para mi sorpresa la agencia gano por la campaña del Covid-19, en fin, fue una noche de sorpresas, donde aproveche al máximo para relacionarme con gente interesada en mi trabajo, puede hacer unas cuantas amistades en Cannes.
Por otra parte, llamé a Ernesto dándole la noticia del premio, aunque mi amigo lo que menos le importaba era el festival, quería saber en todo momento como me había ido con Patricia, tuve que contarle que me encontré con una mujer demasiada dolida y que no estaba seguro de tener alguna oportunidad con ella.
Patricia a pesar de haberse convertido en una bella mujer, con 1,65 cm de altura, una piel blanca y esos ojos marrones que me enamoran, muchas veces la siento perdida, ausente, esa luz que desprendía en otra época se ha apagado, aun no estoy seguro que le soy indiferente, muchas veces me confunde por la forma de verme.
Ahora solo pienso en mi retorno a Barcelona, debo decidir qué hacer con mi vida, arriesgarme y contarle a Patricia que todo este tiempo ha sido ella la ladrona de mi corazón o callarme e irme lejos.