Eres solo un recuerdo
Actualidad
España, Barcelona
Gabriel
El ruido de la alarma de mi celular me despierta de mi sueño, un sueño que parece tan real, ella diciéndome que me ama, cada vez crece más este sentimiento, muchas veces pienso en que ella se vuelva el centro de mi vida, aunque es inalcanzable, pero mi corazón no logra olvidarla, quisiera cruzármela en la calle con la esperanza de unir mi vida con ella, ¿Será que ella piensa alguna vez en mí? ¿Me recordará? ¿Qué será de ella? ¿Por qué no puedo sacar de mis pensamientos? Si supieras como me cambiaste la vida, todo lo que he hecho es por ti, deje nuestro país con el propósito de ser un hombre que sea digno de ti, aunque tengo miedo de nunca haber sido correspondido, me repito entre suspiros.
En fin, me levanto con pocas ganas para empezar mi día, tras darme una ducha y vestirme, estoy listo para ir a la agencia de publicidad donde trabajo, un segundo más me detengo a recoger mi celular y cuando estoy por apagar la laptop me detengo a ver la imagen que tengo en la pantalla, la foto de Patricia en algún lugar de Paris, esta tan hermosa, sea convertido en una bella mujer, recuerdo esa época como si fuera hoy.
Quince años atrás Guayaquil, Ecuador
Hoy es de esos días en que estoy llegando tarde al colegio, entro corriendo al aula al sonar el timbre, lo primero que hago es buscarla con la mirada entre mis compañeros hasta que la veo sentada en la tercera banca cerca de la ventana, sonrió como un tonto mientras el profesor explica la clase, me pierdo con cada movimiento de ella, aunque soy interrumpido por mi amigo Ernesto que me pide prestado un libro, así transcurre mi día hasta la hora del recreo donde charlo con mis compañeros.
–Gabriel deja de suspirar por Patricia, ella nunca se fijará en ti– me dice Ernesto.
–¿Por qué lo crees? ¿Crees que no le gusto? ¿Te ha dicho algo ella?
–Amigo el hecho que estudies en el mismo colegio, no significa que una niña rica como ella se fije en ti, recuerda que estas aquí becado.
–Gracias por apoyarme, con amigos como tú, no hacen faltan enemigos.
–Gabriel yo solo no quiero verte sufrir, además este es el último año de colegio, lo que menos quieres es atarte a alguien como ella. Divierte hay tantas chicas interesadas en ti.
–A mí no me interesan otras chicas, solo Patricia.
–Entonces anímate, anda háblale, pero no sigas sin hacer nada.
Como le hubiera hecho caso a Ernesto, tal vez a estas alturas la historia sería diferente, no solo un amor platónico por Patricia, ahora no sirve de nada lamentarse, mejor me apuro voy a llegar tarde al trabajo.
Horas más tarde
Todo el día hablando con los clientes, intentando convencerlos de mis proyectos hasta que pudimos obtener las cuentas, otro logro y felicitaciones de mis compañeros y de mi querido jefe y amigo Ernesto, aunque a pesar de todo ya no soy el mismo que llego hace algunos años a esta agencia lleno de ilusiones, con ganas de comerme el mundo, ya nada tiene sentido desde hace un par de años que descubrí que ella había dejado el país ¿Será que tiene a alguien?
Intento concentrarme en el trabajo hasta que suena mi celular con una notificación de una de mis r************* diciendo que Patricia tiene una actividad nueva, entonces la abro viendo una foto de ella en un café parisino con una amiga al parecer, hasta que me soy interrumpido por el golpeteo de la puerta.
–Adelante, pase por favor– digo fuerte para ser escuchado.
–Amigo, te felicito nuevamente hiciste un gran trabajo con la cuenta de los Rivera, están encantados con la campaña y me dijeron que quieren que nos ocupemos también de sus otros productos.
–¡Qué bien! Tendré más trabajo.
–Hey, cambia esa cara, deberías ir a festejar con Leonor, vamos llámala.
–No hace falta Ernesto, además te lo he dicho miles de veces, mi relación con Leonor es de amigos con beneficios, solo es físico, no me interesa tener nada serio con nadie.
–Corta con lo mismo, sigues pensando en ella ¿Verdad?
–No, te juro que no, ya la olvidé.
–Entonces llama a Leonor…– me dice agarrando mi celular.
–Veo que la olvidaste, otra vez viendo sus fotos, Gabriel olvídate de Patricia, no puedes seguir así, cualquiera diría que eres un acosador– me dice viendo la pantalla de mi celular.
–Deja de decir tonterías, no soy un acosador, dame el celular– le digo extiendo la mano.
–¿Ah no? Todos los días buscas si subió algo, sabes su dirección de Paris, tienes su celular, sabes hasta el nombre de su mascota ¿Cómo se llama a eso? ¡Acoso!
–Cállate te van a escuchar el resto de los empleados.
–Gabriel continua con tu vida, deja tu obsesión por Patricia, seguro ella debe estar casada con algún hombre rico.
–No está casada, no hay fotos de ningún hombre a su lado…–le digo convencido.
–Ves sigues pensando que algún día te la cruzaras en la calle. ¡Basta de vivir en el pasado!
–Está bien voy a llamar a Leonor ¿Contento?
–Esa es la manera, verás que pronto hasta formalizan su relación.
Horas más tarde
Tras tan insistencia de mi amigo termine llamando a Leonor y ahora estamos cenando en unos de los restaurantes que frecuentamos, me dedico a ver el menú hasta que me habla ella.
–Gabriel quería pedirte un favor, como sabes mis padres están de visita en la ciudad y me están volviendo loca con el tema de que estoy en edad de casarme, pues para que se queden tranquilos les dije que formalizamos.
–¡Disculpa Leonor! Sabes que nuestra relación…mejor dicho, nuestro arreglo es solo físico, sin compromisos, conmigo no cuentes– le digo asombrado.
–Por favor Gabriel, solo tendrás que fingir una noche después de un tiempo les diré que terminamos.
–Leonor está bien, solo una noche fingiré que estamos comprometidos, no me pidas más.
–Sabía que no me ibas a defraudar– me dice contenta.
A la noche siguiente
He hecho un esfuerzo por llegar temprano al departamento de Leonor incluso traje una botella de vino para la cena, toco el timbre hasta que ella me abre.
–Hola Leonor, buenas noches ¿Estoy bien así? No exagere– le pregunto por mi ropa.
–Hola amor, gracias por el vino, pasa para que saludes a mis padres– me dice montando el teatro.
–Hola bebé, suegros ¿Cómo están? –le digo siguiéndole el juego.
–Hola Gabriel te ves bien, me parece que te sentó formalizar la relación con mi hija– me dice Ana.
–Ana deja en paz a mi futuro yerno, Gabriel mejor acompáñame para que charlemos entre hombres– me dice Luis.
–Papá la cena esta casi lista, mejor tomen asiento– nos dice Leonor.
Estamos en medio de la cena, charlando sobre el compromiso y la futura boda, en fin, intento no sentirme nervioso ante los comentarios de los padres de Leonor y seguir con el teatro hasta que me suena el celular varias veces, lo agarro de la mesa para silenciarlo y se me resbala de la mano, pero Luis me lo entrega alcanzando a ver la foto de Patricia que tengo de fondo de pantalla.
Un rato después
Terminamos de cenar con los padres de mi amiga incluso hacemos un brindis por la futura supuesta boda, en tanto Leonor se retira con Ana para poner todo en orden, observo que Luis se retira al balcón para fumar un cigarrillo, lo sigo para explicarle por la foto de Patricia.
–Luis quería explicarle la foto que miro en mi celular.
–Gabriel no hace falta que me expliques nada, entiendo la situación, ella debe ser una ex novia, pero lo mejor sería que borres esa foto, a Leonor no le gustara mirar la foto de otra mujer en tu celular ¿Me entiendes?
–No se preocupe Luis, ella es solo un recuerdo, ya no significa nada en mi vida– le miento.
–Espero que sea verdad y no le rompas el corazón a mi hija– me dice con mirada envuelta en dudas.
Unas horas después
Para seguir con el teatro me tuve que quedar a dormir en la habitación de Leonor mientras sus padres duermen en otra, ahora charlamos de cómo nos fue la noche hasta que la miro desnudarse delante de mí, siendo imposible ahogar mis impulsos y termino cediendo a sus encantos, en medio de la pasión ella me pide que continúe, que no me detenga, tan solo digo lo que tu ordenes Patricia, te amo, me percato de la estupidez que acabo de decir y me detengo.
–Lo siento Leonor, no quise nombrarla …..– le digo saliendo de ella.
–Gabriel no te disculpes, tú has sido muy claro, lo que tenemos es físico– sentencia mientras se levanta de la cama para ir al baño.
Me siento como un completo imbécil ¿Cómo puede nombrarla? Esta obsesión por Patricia se me está saliendo de las manos, debo poner un alto y dejar de atormentarme con su recuerdo.