Sonreí como estúpida a mi móvil mientras leía el mensaje de Marcos. Ya estaba sentada en maquillaje y todos corrían de un lado a otro. Amatista se veía hermosa en su traje, mientras Natasha estaba a mi lado terminando de maquillarse. Mientras Frank se ocupaba de darle los últimos retoques a mi cabello respondí los correos de mi hermano y mis padres los cuales no habían dejado de escribirme en todo el día. Cuando estuve lista Sonreí al espejo. Me sentía bien en el top y falda de raso que me había probado en el desfile privado a los jefes y ahora me habían hecho un recogido desordenado y sexi que dejaba al descubierto mi cuello mostrando un lindo collar que nos había facilitado Tamia, que pertenecían a la nueva colección de la empresa Scott. La marca de las joyas tenía por nombre Divinidad.