Michel.
Me despierto cuando suena la alarma de que ya debo ir a trabajar, tengo muchísimo sueño y un cansancio de los mil demonios, ayer dormí todo lo que pude, Marina también donde mi mamá se quiso quedar así nos recuperábamos bien, mas que nada yo porque tomé bastante y hace mucho que no lo hacia, y mi mamá mas buena imposible, se quiso quedar así descasábamos y podíamos atender a los nenes como es debido, porque con cansancio seguramente no íbamos a poder, Exe con Ara se iban a su casa, ya que a los nenes los dejaron y recién iban por ellos en la tarde, así que seguro pudieron descansar y tener una noche romántica.
Miro a mi lado en donde Marina no esta, confundido miro hacia la cuna en donde están despiertos y los dos, me levanto saliendo de la habitación con ellos en brazos para ir a la habitación de ellos así los cambio, me pego terrible susto al ver a Marina arrodillada orando apoyada en el sillón que tenemos ahí, dejo a los nenes en el cambiador y voy a verla.
—Mari. —la muevo del brazo pero no hace nada, sigue como esta, susurrando—. Marina levántate, ¿Por qué haces esto?. —se mueve un poco para acomodarse pero no se levanta—. Mari, vamos párate, ya listo con eso, a parte es re temprano deberías estar durmiendo. —voy a cambiar a los nenes enojado porque sigue con eso y no me da ni un poco de atención—. Pero mis bebés mas hermosos, los amo mucho a los dos. —se ríen mientras los cambio con la ropa que Mari les dejó lista así se van para la universidad, antes de salir la miro que sigue como esta—. Voy abajo con los nenes, deberías bajar a pasar el rato con tus hijos antes de perder el tiempo ahí sin hacer nada. —bajo negando, me enferma que haga esas cosas olvidándose de los nenes, los dejo en sus sillas para preparar las mamaderas—. Ya va hijo, espérame un poco. —les doy las mamaderas que las agarran con desespero, miro la hora y ya Marina debería bajar donde tiene clases, decido subir para avisarle o va a llegar tarde, cuando llego arriba va saliendo de la habitación nuestra ya cambiada—. Venía a verte, tienes clases.
—Si, ya sé.
—¿Y qué hacías ahí entonces?. —bajamos casi corriendo al oír a los nenes quejándose.
—Estaba orando.
—Si, me di cuenta.
—¿Entonces para qué preguntas?. —les da unos besos que les da risa—. Hola mis amores.
—Porque estabas en la habitación de los nenes y te hablé y ni pelota me diste.
—Porque estaba ocupada. —se pone a preparar el bolso con la leche porque el bolso con ropa y pañales ya esta listo—. Bueno, ya estoy, me voy antes que quiero aprovechar la biblioteca del colegio.
—¿No vas a desayunar?.
—No, hoy no. —me sonríe pero no me esta gustando nada, es como que evade las cosas—. ¿Me ayudas a subirlos al auto? O los llevo y me traes el bolso con el carro.
—Anoche lo subí al auto, lleva a Elias. —los aseguramos bien en sus sillas y cuando le quiero dar un beso corre la cara—. Dame un beso.
—Hoy no puedo, y no preguntes por favor. —deja el bolso y su mochila en el asiento del acompañante—. Cuando salga voy a pasar a ver a Silvi, y después venimos.
—Esta bien.
Salgo atrás de ella pensando en lo que acaba de pasar, verla orando tan temprano, si, lo hace, a penas se levanta lo hace y le doy su tiempo, pero hoy fue super extraño, y que no me quiera dar un beso fue aún mas raro, pero lo que me dejó pensando es en que me sonreía, porque las otras veces que la he interrumpido después un poco mas le salen chispas de lo enojada que se pone.
.........
Pasan unos días en donde es lo mismo, al despertarme ya no esta en la cama, se va a una de las habitaciones en donde la encontré después de no volver a verla en la habitación de los nenes, quiere estar sola porque llora a no dar mas, no sé que le pasa, no sé porque hace eso, pero ya me saca de mis casillas que no me diga que le pasa y porque llora de esa forma, y porque la quise tocar pero me alejó las manos diciendo que estaba cansada y después que no tenía ganas de nada.
—Marina qué mierda... ¿Qué carajos haces ahí? Párate de una vez y deja de perder el tiempo. —con las manos se agarra la cabeza.
—Michel, déjame sola de una vez.
—¿Qué estás haciendo?.
—¿Es que no lo vez?. —me mira con cansancio, tiene la cara bañada en lágrimas.
—Lo veo, veo que estas ahí mientras los nenes están solos.
—¿Solos? Estas tu para verlos cuando yo no estoy.
—¿De verdad vas a quedarte ahí antes que con tu familia?.
—Déjame sola Michel, avísame cuando estés por irte. —salgo azotando la puerta porque no me da ni un poco de atención, voy al teléfono llamando a Araceli para que me explique esto.
—¿Michel? Tan temprano que llamas.
—Necesito que me expliques algo. —voy con los nenes viendo si ya terminaron la leche—. Marina hace ya cinco días que en las mañanas cuando me levanto no la encuentro en la cama, la voy a buscar y la encuentro orando sin parar que le hablo y no me da ni pelota, le quiero dar un beso y me esquiva la cara, y no tenemos sexo, siempre esta cansada o no tiene ganas, no sé que carajo pasa porque encima me sonríe sin parar, no me contradice, si digo algo que en otro momento la pudiera enojar no lo hace.
—Bueno, suena a que esta ayunando.
—¿Ayunando para qué? Si no tiene que ir a médico.
—Debe estar ayunando por la salida del sábado, ella no quería Michel, y lo hizo por ti, pero eso contrista con nuestras creencias, se esta purificando y pidiendo perdón. —quedo de piedra sin saber que decir—. Quiere que Dios la perdone.
—¿Y porqué ayunar? ¿Qué tiene que ver con que quiera el perdón de Dios con no comer?.
—Pone en sacrificio su carne para poder alimentar su espíritu, Michel, no intento que entiendas pero al menos respétala, no va a besarte, no va a tener relaciones, ni enojarse, pero no intentes lograr todo eso solo porque este ayunando, que lo haga esta semana no vas a morirte, es hasta que se sienta bien y todo va a ser como antes.
—¿Y tu porqué no lo haces?.
—Lo estoy haciendo, en estos momentos estoy de ayuno solo que los nenes se me despertaron en la noche y me dormí o ya estaría despierta.
—¿Aun dando pecho?.
—No tiene nada de malo, no voy a dejar de producir leche por no comer unas horas. —voy al trabajo pensando en todo lo que Ara me dijo, sin darme cuenta estoy en la construcción, bajo buscando a Exe.
—Eh Michel ¿Cómo estas?.
—¿Cómo lo soportas?.
—¿Qué cosa?. —para la caminata con los ojos gigantes.
—Las cosas que hace Araceli, Marina esta de ayuno... La tipa esta de ayuno olvidándose que tiene una pareja, olvidándose que tiene hijos, solo es ella, su dios ficticio y nada mas. —abro los brazos negando—. ¿Cómo lo soportas? Tantos años aguantando estupideces Exequiel.
—A ver... Pongamos bien las cosas y me dices si no te entendí... Supongo que Marina esta de ayuno tal como lo esta Araceli.
—Si.
—¿Y eso te molesta?.
—¿A ti no?.
—No. —se rie poniéndome incómodo—. Tengo a mi mujer todos los días y todo el día, que haga eso una vez al mes no es nada, y lo hace cuando no estoy así cuando llego esta libre de todo. —miro el piso pensando en que es razonable—. ¿Por qué eres tan atolondrado? Piensa antes de actuar por Dios santo, espera un poco, creo que por no tener sexo unos días no vas a morirte, que no te mire unos minutos no te va a engañar, si no soportas esas simples cosas que hace ¿Por qué sigues con ella?.
—No lo soporto, la amo pero no soporto esas estupideces que hace.
—¿Y ella con tu adicción? Ella si debe soportar pero tu no, que lindo Michel, muy lindo, y no voy a pretender que cambies el pensamiento pero respétala, solo eso, porque ella se va a cansar, un día se va a cansar de tu inmadurez y va a agarrar su ropita, a tu hijos y chau al pelotudo de Michel que no la respeta y que pretende que solo haga lo que él quiere. —me muerdo los labios donde no me gusta nada lo que dice—. Lo mas bien que salió para complacerte aunque eso iba en contra de todo lo que ella cree... Ara lo aceptó y ahora esta intentando de que ese dios ficticio o esa mierda como dices y que para ellas es su vida, no les vaya en contra, porque ponen todo en sus manos y te voy a decir algo Michel, y muy en serio, cuando Dios se enoje y se canse de que lastimes a su hija, te va doler hasta el alma, y ruega a quien sea que creas que no toque a uno de tus hijos para que entres en razón, la conociste creyente, ahora respétala porque no va a dejar de ser cristiana porque el idiota de su compañero siente celos de quien se jacta que no existe, si tanto dices que ese Dios no existe, ¿Por qué te pones de esta forma? ¿Qué es lo que tanto te molesta de que se arrodille a orar? ¿Cuál es la razón exacta de que crea?.
—No puedo Exe.
—¿Por qué? Si no tienes una respuesta lo haces de jodido no mas... ¿Por no tener un papá?. —lo miro alzando las cejas—. Yo podría echarle toda la culpa de lo de Camila, mi papá igual, sin embargo no ¿Cuál es la razón Michel? Y no lo digo para que creas, sino para que al menos tengas la capacidad de comprensión porque dices de todo, pero cada cosa que dices es lo que tu eres, ¿que ella no piensa en ti?, y quién es el que no piensa en ella y que eso le puede hacer bien; ¿Qué te deja de lado?, la he visto y sigue al lado tuyo aun con todas tus mierdas, ¿que vive en una fantasía?, ¿Y tu cuando te drogas a donde vas?.
*****
Marina.
Mientras limpio la casa miro a la nada pensando en que Michel si que me la hizo difícil esta semana, haciendo comentarios sobre la iglesia, sobre mi ropa, sobre orar, comentarios para que me enoje a toda costa, eso es súper inmaduro de su parte, y si que duele que haga esas cosas, me re duelen.
—Mari. —pego un salto del susto que me dio oírlo entrar, debería estar trabajando.
—Dios santo que susto me diste. —me sorprende que no hace el intento de darme un beso, se sienta con los nenes en el suelo a jugar con ellos—. ¿Y el trabajo?.
—Decidí tomarme el día. —sonrío cuando los nenes se ríen de las cosquillas de su papá—. Comprendí la estupidez que hice toda la semana en no respetar lo que hacías, entonces para disculparme me vine así puedes hacer el ayuno como lo desees que yo me encargo de los nenes, puedes encerrarte en la habitación toda la mañana hasta que lo desees y con total tranquilidad que nadie va a molestarte.
—¿De verdad?.
—Si. —me saca la franela y el Blem de las manos—. Yo puedo terminar de repasar los muebles y hacerme cargo de lo nenes, después cocino, ¿A qué hora terminas?.
—Al mediodía.
—Bien, ve y no pierdas tiempo.
—Si, gracias.
Subo feliz de poder hacerlo con calma y tranquilidad, de poder tomarme mi momento de hacerlo como antes, que hacia mis cosas como ir a trabajar, limpiar y después un momento a solas en donde me podía descargar sin que nadie me moleste, ese es mi momento, y me alegra tanto de que Michel pueda comprenderlo y que me respete, Dios, como pedí que este momento llegue, el momento en donde pueda comprender que está soy yo, que es mi vida, y que no lo hago para molestarlo, sino porque lo necesito, y que me diga que se hace cargo de todo es mejor.
—Mmm que rico huele. —llego a la cocina viendo la mesa puesta y mis hijos acomodados esperando una meme porque en una semana tenemos control con ellos y ahí nos van a decir si pueden comer o no.
—Llegó mami.
—Hola mis amores, se portaron de maravilla por lo que veo ya que no los oí.
—Se portaron mas que bien, sabían que su mami iba a estar ocupada. —se inclina a darme un beso pero duda en dármelo—. ¿Ya puedo besarte? ¿Rompes el ayuno si te beso?.
—Ya lo terminé, puedes besarme.
—Bien. —me inclino dándole un beso, me siento así sirve la comida que tengo hambre.
—¿Qué te hizo cambiar de idea?. —se sienta frente a mi, del lado de Sefora y yo con Elias—. Porque toda la semana fuiste un desconsiderado.
—Hablé con Exe y me hizo entender, y si, fue un tremendo estúpido, si no estabas haciendo nada malo como para que reaccione de esa manera tan inmadura. —los miro que se desesperan por comida.
—¿Y si llamamos al médico así los viene a ver y que nos diga si pueden comer? Ya no puedo verlos mas de esta manera, me desespera.
—Si, mejor, ya le mando mensaje a ver si puede venir en la tarde.
—Si, escríbele porque no puedo mas verlos desesperados. —manda un mensaje y ahí me mira.
—¿Puedo preguntar porque ayunabas?.
—Por la salida del sábado, en realidad ayuno tres veces a la semana, nada mas que nunca te diste cuenta.
—¿Y porqué tanto? ¿Qué hace que ayunes?.
—Se limpia el alma.
Le explico todo lo que quiere saber pero dudo que le interese en si, solo que si quiere saber le voy a decir, no hay nada que deba ocultarle, y quiero que me comprenda, que lo que hago es por nuestro bien, que jamás haría nada que nos perjudique, antes lo hacia por mi misma pero ahora tengo una familia, un compañero, hijos pequeños, y lo hago para poder llevar una vida mejor, cosa que él no entiende.
.........
Voy al comedor de la facultad para poder darle de comer a mis hijos y comer algo yo, porque me siento agotada en estos días, me faltan fuerzas y temo que el problema de los ovarios esta volviendo, acerco el carro a mi poniendo el pie porque es como que me aterra que me los quieran robar, entonces así lo trabo, saco las cosas del bolso, el medico nos dio autorización de que pueden comer, pero cosas como papillas, sopitas, y fruta picada, no comen grandes cantidades, solo mínimo pero al menos no pasan hambre como creía que pasaba al vernos comer.
—Mari. —alzo la mirada viendo a Ara con los mellizos.
—¿Ara? ¿Qué estas haciendo acá?.
—Lo mismo que tu, terminar mi carrera. —me paro dándole un abrazo, se sienta frente a mi así le da de comer a los nenes y come ella también.
—Al fin vas a terminar.
—Si, me diste ánimos de hacerlo, así que Exe me terminó de dar el último empujón y me anoté. —les da una patita de pollo a cada uno donde ellos son mas grandes—. Voy a ir muchísimo mas lento de lo normal porque me inscribí en las dos únicas materias que hay de mañana.
—Lo bueno es que te decidiste a terminar.
—Si, me quedan estas dos que agarré y dos mas y ya. —muerdo la hamburguesa que me traje con todas mis ganas.
—¿Y los nenes?.
—Las nenas van al jardín de mañana, ahí me espera Julia que se lo lleva a Ezem, después las va a buscar a las nenas y yo los paso a buscar cuando salgo porque estoy acá hasta las dos. —les da mas sopa de fideos que les hizo—. Lo bueno que solo son tres meses este horario porque no me gusta nada estar tantas horas lejos de mis hijos, en tres meses se termina y ya me quedo con ellos hasta el otro año.
—Lo bueno que tu suegra accede a ese movimiento.
—Es que los nenes son lo único que la hacen salir de la casa y con ellos volvió a sonreír después de la muerte de su hija, entonces accede a lo que sea con ellos porque es lo único que la hace sentirse bien una vez mas.
—Que feo Dios mío, perder un hijo debe ser lo peor de la vida.
—Ni lo digas, como le pido a Dios que no me haga pasar por ese dolor.
—Estamos iguales, porque es lo mas que le pido. —ella come tallarines que se trajo y se ven y huelen delicioso—. Tengo mucho sueño, donde comenzaron a comer les da cólicos, pero no paran de comer, mira, les traje una porción de zapallo y una zanahoria y ya casi no les queda.
—Si que van a quedar mas rechonchones, mira los míos, son inmensos. —mueven las manitos pidiendo mas sopita pero no sueltan el pollo para nada—. Bueno hijo, ya va, que no puedo con todo.
—Amm Ammm.
—Exigentes los tipos.
—Pero aun así los amamos con locura.
A la hora de terminar de almorzar nos vamos a nuestras clases, terminamos a la misma hora así que a la salida nos volvemos a ver, creo que solo este día coincidimos en clases, después es diferente.
Vuelvo a la casa intentando de recordar todo lo que debo estudiar, debo entregar un trabajo la otra semana y en dos semanas mas tengo parcial, ahí ya le dije a Michel que si podía tomarse unos días en donde pueda estudiar y el día del examen que se quede con ellos, me dijo que si, que lo iba a hacer porque es el jefe y hace lo que quiera.
—Buenas. —alzo la mano saludando al jardinero y al cuidador de los perros que están hablando—. ¿Cómo están?.
—Bien señorita. —me ayudan a bajar el carro y ahí yo saco a los nenes acercándome a donde estaban.
—Hace un poco de calor.
—Bastante. —están tomando jugo que Michel deja en una heladera que compró para que los trabajadores puedan tomar lo que deseen y comer—. Estos muchachos están enormes.
—Mucho. —los perros salen todos ladrando y vueltos locos haciendo que los nenes se rían—. Quería hablar con ustedes. —se ponen nerviosos donde son dos hombres muy mayores y que no les dan trabajo, pero por eso mismo Michel los contrató—. Vi en las noticias de la mañana que hay un aumento en los sueldos. —se relajan, hasta sonríen—. Lo hablamos con Michel y este fin de mes van a cobrar con el aumento que es un quince pero por la distancia que deben hacer por venir vamos a subir un veinticinco, ¿Les parece justo?.
—Por supuesto que si señorita, y gracia por ser usted la que nos lo dice y no debemos estar atrás de ustedes.
—No, que va, bueno, si ya terminaron pueden irse.
—Si, estábamos descansando un poco.
—Bien, que tengan lindo día, voy a dentro a bañar a estos muchachos.
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