Capitulo 8

2743 Words
Florencia. —Y bien, —estamos sentados en la cama comiendo, y sinceramente es mi mejor comida—. ¿Cómo fue tu infancia?. —La verdad que muy buena, mis papás son los mejores que me pudieron tocar. —¿De verdad los dejaron tirados?. —Si. —saca una pieza de pollo sin mirarme—. Mi papá estaba de turno nocturno cuando nos dejaron tirados afuera de la estación. —me deja de piedra, no creí que fuera tan asi—. Yo no tenia dos años más o menos y Aye estaba casi recién nacida, obviamente tuvo que reportarlo, y como mi mamá es infértil consultaron para adoptarnos, fue un tremendo bonus que llevaban doce años de casados entonces fue muchísimo mas fácil, porque al mes nos tenían con ellos, y nos dieron todo lo que pudieron y estuvo a su alcance, nos llevaron de viaje por todos lados, fuimos a Disney para los quince de Aye, y el ultimo viaje fue hace mucho, para mis dieciocho que fuimos a España porque después se separaron. —¿Se puede saber porqué?. —Mi mamá lo engañaba a mi papá, no es algo que me moleste, era su vida y sus cosas, pero si, fue duro todo el proceso porque estábamos ahí y veíamos como se iban apagando. —Que feo. —Si, pero ahora tienen una relación muy buena, al menos delante de nosotros por lo menos se llevan bien, y mi mamá hasta comparte con la novia de mi papá. —Capas que entendieron que juntos no iban mas, que se quieren pero separados funcionan mejor. —Si, yo creo eso, a Aye le costó muchísimo mas entenderlo, fue como que pasamos de la familia feliz y perfecta a todo destrozado, y no es que peleaban delante de nosotros, pero no estaban mas los abrazos entre ellos, los besos, los juegos, y me enojé un poco, porque era todo fingido, todo pensado en nosotros. —Pero eso es amor Juan. —Si, y después cuando comencé a procesar todo lo entendí, porque mi papá no se iba de la casa por nosotros, pasó a dormir en la cama de Aye y ella con mi mamá, —sonrío porque come y habla, yo voy mas calmada comiendo—. ¿Y tu?. —Bueno, lo que me contaron fue que la que me tuvo me llevo a la casa de mi papá, no tengo idea de como se conocieron con mi papá porque nadie dice nada mas que era una puta, y no sé si lo dicen por estar con un tipo casado o porque se ganaba la vida de esa manera, —tomo gaseosa porque se me hace un nudo en la garganta cuando pienso en eso, con nadie lo pude hablar nunca—. La cosa que me llevó, mi papá se hizo los análisis y si, soy su hija, me llevó donde mis abuelos porque Julia su ex, no me queria ni ver, mi tia Lihue se fue donde mis abuelos porque ellos no tenían paciencia entonces ella prácticamente fue mi mamá y me enseñó todo lo que sé. —¿Y como es que Julian te da permiso y no tu papá?. —Mi papá también, solo que mi papá trabaja tanto que era raro verlo, y cuando lo veía no me podia poner limites porque no lo tomaba en serio, entonces Julian tomó el rol, recuerdo... —comienzo a reir tentada—. Él tendría quince años que me dio unos buenos chirlos y yo re asustada porque nunca me habían dado un chirlo, me dio unos buenos chirlos y me dijo, la cortas, para de gritar y haces caso, y de ahí me calmé y él tomó el rol de padre se podría decir. —Lo bueno que tu tia estuvo siempre. —Si, todas mis tias, pero Lihue muchísimo mas, porque ella tiene solo a mi primo Michel y él estaba mas grandecito cuando yo llegué, entonces es como que tenia mas tiempo, mi tia Vale estaba entrando en la adolescencia porque tiene la misma edad con Julian y estaba re celosa y era un problema todo la verdad. —Tu no eras el problema, —lo miro enseguida porque sonríe mirándome—. Sabes, hay cosas que están ocultas o se evitan, y después salen a la luz, y que hallan salido a la luz, por ejemplo lo de tu tia rebelde no fue porque llegaste, sino porque no lo querían ver, hay que aprender que hay personas que son energía fuerte que sacan las cosas a la luz y esa eres tu, no es que tu seas el problema, ¿Qué bebé es un problema?. —me deja pensando lo que dice. Lihue—. Mira corazón, ¿te gusta?. —me manda unas imágenes de juegos de loza hermosos. Lihue—. Elije los que mas te gusten. Flor—. Los blancos y los rosa con celeste me encantaron. Lihue—. Buenisimo, ya los encargo, vienen doce platos de cada tamaño, un tremendo combo para cuando vaya la familia. Flor—. Siiii, que bueno asi alcanzan. Lihue—. Mira estos juegos de comedor, dime si no están tremendos. —me manda un montón de fotos y yo siento que es mucha información. Lihue—. Yo creo que este es el mejor. Lihue—. Pero si te gustó otro compramos el que elijas. Flor—. Me gustó mucho el blanco pero no creo que sea el mejor por los nenes, asi que el gris que dices si, va a ser el correcto. Lihue—. No te prives de algo por los nenes, deben aprender, Michel ni tu me ensuciaron nunca nada, asi que hay que decir que no y ya, si a tus hermanos no les gusta entonces que pongan orden. —comienzo a reir porque es asi de cortante y tiene razón. Flor—. Voy a dejarte la deco a ti, sabes mas y tienes mas estilo que yo, asi que esa es tu área. Flor—. ¿Te puedo preguntar algo de la intimidad?. Lihue—. Si obvio, dime. —miro la puerta de la habitación, Juan fue al baño y fue al de visitas porque pasar el personal de la habitación le daba vergüenza. Flor—. Lo hicimos con Juan, y fue maravilloso, me encantó, pero quedé muy adolorida que me da miedo no poder volver a hacerlo. Lihue—. Puede que quedes adolorida unos dias, no tienes que volver a hacerlo ahora Flor, lo mejor seria que esperen unos dias asi no sigues con dolor, pero si lo hacen porque vas a tener deseos, procura estar bien lubricada. Flor—. ¿Si lo hacemos ahora va a doler mucho?. Lihue—. Puede ser que te duela, pero después vas a ver que no, que la excitación va a ser que no sientas eso, y el cuerpo esta adaptado para que lo vuelvas a recibir, cada vez que lo hagan no debe de doler, si duele es porque algo esta mal, pero ahora si lo vuelven a hacer y puede que en los próximos dias si lo hacen duela pero nada que no te deseo hacerlo. Flor—. Ah bien, mi miedo era no poder volver a hacerlo. Flor—. Ahi viene, mañana hablamos, besitos te amo. Lihue—. También te amo corazón, cuídense. —Me lavo los dientes y ya me acuesto. —Si, no te preocupes, —ahora si pasa al baño y yo lo miro desde la cama—. Mi tia me mandó unas imágenes de una loza re linda, le dije dos que me gustaron. —Ahora me enseñas. —se tira a mi lado en la cama boca abajo y yo de lado como estoy le enseño las imágenes—. Nooo, que hermoso. —Si, le dije de ese y ese juego, pero este como que me esta convenciendo. —Me gusta el color. —son un gris con bordes blancos—. Me gustan bastante en realidad, ¿Cuánto valen?. —Doscientos cincuenta mil el juego. —Aaiijjj, —Yo te los regalo. —No Flor, como crees, te los tendría que regalar yo porque estas buscando cosas para tu nueva casa. —No me importa, si no te molesta te los regalo. —me mira como con duda y yo le hago ojitos—. ¿Por favor?. —Primero me tienes que convencer. —¿Y cómo te gusta que te convenzan?. —¿Te lo tengo que decir?. —¿Sabias que es de mala educación responder una pregunta con otra pregunta?. —¿Y tu qué haces?. —¿Tu qué haces?. —¿Respondes a mis preguntas con preguntas?. —lo empujo riendo porque gira y me subo arriba riendo, pero él no rie, me mira fijo a los ojos—. ¿Qué vas a hacer ahora?. —¿Qué quieres que haga?. —bajo mas mi pecho acomodándome en su pecho y rozando mis labios con los de él—. Dime novio mío. —Bueno novia mía. —alza las caderas acomodándose y me acomoda las piernas—. Podemos hacer muchas cosas, son las diez de la noche, viernes, uufff, mucho por hacer. —¿Y qué esperamos?. —muevo las caderas fregándome en su delantera disfrutando el momento—. ¿Muevo bien las caderas?. —Muy bien, solo que las vas a mover mejor cuando me tengas dentro. —¿Y se podrá hacer otra cosa que no sea penetración?. —Si obvio. —nos gira dándome risa—. Yo empiezo, no pensaba entrar en ti, debes estar muy adolorida. —Algo. —Bien, asi me gusta. —¿Qué me duela?. —me saca la remera y va a mi pantaloncito. —Que me lo digas, quiero que me digas lo que te pasa, siempre quiero que me lo digas. —Si. —me besa en vientre dándome escalofríos—. Cuando tengas dudas de cualquier cosa me lo dices. —me saca la bombacha y besa mis muslos cerrados, acomodo las almohadas asi estoy comoda—. Y si algún día tienes aunque sea un día de atraso me lo dices. —¿Pero te cuidas?. —Si, y me voy a cuidar, pero ningún anticonceptivos es cien por cien fiable. ***** Juan. Sonrío subiendo por su vientre después de que se vino por mi boca, la verdad que nunca me sentí en que solo yo debo recibir placer, la verdad que me esfuerzo en complacer a las chicas con las que están conmigo, o mas bien, me esforzaba con ellas, ahora es con Flor, pero si, me esforzaba en ser un buen amante, no para que me lo digan o lo comenten, sino para ver sus caras con el placer recibido y una sonrisa, tal como esta Flor, y si, estuve con muchas chicas, no las conté porque tampoco soy un imbécil. —Mmmmjjj, —cargo los codos a los lado de ella sonriendo—. Me siento apaleada. —¿Te gustó?. —Ay mi Dios, me tiemblan las piernas, —abre los ojos viéndome fijo—. ¿Cómo lo haces? Esta loco Juan. —riendo pongo la cara en su cuello—. Me toca. —Mejor no. —¿Por?. —Porque no quiero que aun sea. —vuelvo a levantarme asi la miro—. No sé, siento como que no debes hacerlo. —Pero quiero, ¿me dejas?. —frunzo las cejas porque me quiero negar pero hace puchero—. Por fis. —Bueno, vamos a intentarlo. —Si, que alegría. —¿Alegría?. —Si, porque ósea. —me acuesto boca arriba y ella se arrodilla acomodándose el pelo, y ella no sabe que eso me sube la calentura a mil—. Vi en películas que lo hacían y en unos libros vi también, igual, ojo, cuando pedía un libro de chica mi tia preguntaba de que trataba, —¿de verdad cree que eso me importa ahora?, pero no digo nada—. Entonces no podia pedir nada de ese estilo, y cuando pude de disponer de dinero me compré varios libros, y uno como tonta eeeraaa, tremendo. —pone una almohada y carga el pecho ahi—. Bien, vamos a probar. —Ven acerca el culo para aca. —¿Para?. —se mueve igual. —Porque quiero que lo corras para aca, ya vas a saber para qué. —Bueno. —hago que doble una pierna donde tengo acceso a su intimidad con mis dedos, pero no la toco, quiero que se concentre a no rasparme con los dientes primero—. Dime como te gusta y lo hago. —Si, tu hazlo y te voy diciendo. —¿Pero me lo llevo directo a la boca?. —Puedes poner saliva en tu mano y me masturbas. —la agarro de la pierna cuando siento su mano, miro hacia abajo con los ojos enormes como me chupa la cabeza mojada de deseo y secretando—. Oh mi Dios. —¿Voy bien?. —Si, demasiado bien. —aprieto su pierna con mas fuerza y la otra mano la llevo a su brazo que esta apoyada en mi vientre. —¿Lo estas disfrutando o sufriendo?. —Las dos cosas. —¿Porqué sufres? deberías disfrutarlo. —Sufro porque no es una simple mamada Flor. —me alzo un poco casi sentando, y ella, con su cara al lado de mis bolas, esos labios carnosos y rojos que me vuelven loco, y esos ojos enormes y azules, nooo, no sé si aguante, es mi perdición. —¿Y qué es?. —Ere tu, tu la que me lo hace, tu que me tienes enamorado, no es una simple mamada Flor, —Entiendo. —me vuelvo a tirar para atras cuando vuelve a chuparme y solo la punta, y yo alucino los diez segundos que aguanto. —Aaaaggggg. —tiro la cabeza hacia atras sacándome la almohada, me vengo y ella me masturba lento, apretándome y de nuevo me chupa—. Ya Flor por favor. —Si, solo queria hacer algo que lei. —me llevo las manos a la cara y ella se mueve acomodándose a mi lado. —¿Qué es lo que leíste?. —Lei mucho eso de, limpia mi polla. —comienzo a reir tentado—. Un dia quiero que lo uses. —Si, lo voy a re usar, porque quiero esos labios en mi polla. —Y yo quiero hacerlo. —me giro poniéndome de lado como ella y sonrío. —Y yo quiero que lo hagas, no no para. —saco su mano que me agarra la polla. —Lo hago. —Ahora no, es la primera vez que me lo haces entonces no aguanto mucho. —¿Osea que con el tiempo vamos a ir perdiendo el interés?. —No. —me acerco mas pasando la mano por su cintura y le acaricio las caderas—. No vamos a perder el deseo por el otro, sino que vamos a tener un poco mas de aguante, creo. —¿Porqué creo?. —Porque eres la mujer que me tiene loco de hace mucho, mucho tiempo, y no tengo nada de resistencia contigo. —Ay, que pena enormeeeeaaagggg. —me subo arriba dándole besos y riendo. —¿A si? ¿te burlas de mi y el deseo que te tengo?. —Nooo, me encanta. —comienzo a darle besitos en toda la cara y se rie tentada—. Ya quiero sentirme bien para poder disfrutar mas y experimentar. —Si, mañana no tenemos que hacer nada tampoco. —¿Porqué?. —Digo, por ahí puedo causarte irritación. —¿Y si no? probamos y ya. —No cuesta nada esperar. —A mi si me cuesta, ahora que sé lo que se siente quiero hacerlo mas seguido. —Bien, —me bajo de arriba de ella buscando las mantas asi nos tapamos—. Vemos que sucede, ahora es muy reciente todo, mañana vemos como te levantas, si no tienes molestias, ahí vemos. —Si, ya quiero que llegue mañana. —le doy un besito—. Que descanses. —Tu igual. . .
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