Capitulo 9

2892 Words
Juan. —¿Flor?. —miro hacia la puerta sin soltarla a Flor, la tengo abrazada desde atrás—. ¿FLOR HIJA?. TENEMOS QUE SALIR. —AHI VAAAAA. —OKEY, HAGO MATES. —me friego la cara con mi brazo libre, el otro es usado como almohada. —Flor, vino tu tia. —la giro y esta re dormida, me da no sé qué despertarla pero lo tiene que hacer, ¿Qué hago con su tia? ¿de qué le hablo?—. Flor, despierta preciosa. —Mmmm. —Vino tu tia, esta esperando. —Oojj, creí que iba a llamar al menos. —busca el celu y si, la llamó como diez veces y ninguno escuchó—. Uy Dios, me llamó un montón de veces. —Yo tampoco oi nada. —saco mi brazo dormido de debajo de ella—. Aaajjj, re dormido tengo el brazo. —rodeo la cama aun en bolas y le estiro la mano—. Ven burlona, vamos a lavarnos. —Si, —me abraza de atrás poniendo las manos en mi vientre y dándome besos en la espalda—. Vamos a tener un día productivo. —Para no molestar me voy a mi casa. —¿No me quieres acompañar a ver muebles?. —No es que no quiero, es que debes hacerlo sola asi decoras como quieres. —busco mi cepillo de dientes asi me lavo los dientes—. Si estoy contigo puede que no elijas algo que no te agrade por miedo, y aprovechas de pasar el día con tu tia. —Si, esta bien. —Te dejo asi te preparas, voy al otro baño. —me cambio rapidito y voy al baño del pasillo así hago mis necesidades, cuando salgo ella va saliendo de la habitación también—. Wou, que bella. —gira abriendo los brazos y se da una nalgada y yo riendo le doy una también. —AAAAAAYYYYYY. —me alejo riendo porque me sigue con la mano alzada asi me pega. —Noooggg. —baja la mano cruzada de brazos. —No voy a pegarte. —pasa por mi lado dándome un nalgada que llego a saltar y corre donde su tia que nos mira de la cocina—. Hola tia. —Hola corazón. —se dan un abrazo y ahi puedo saludarla a Lihue—. ¿Cómo estas?. —¿Bien, y usted?. —Bien gracias, mira corazón, lo que te trajeeeeeee. —es un equipo de mate rosa, todo rosa que me da risa como Flor mueve los brazos festejando—. Y te traje esta yerba que es la mejor, ayuda con la digestión, no tiene polvos extras y es muy bueno para el pelo. —¿De dónde sacas estas cosas tia?. —Flor la mira frunciendo las cejas—. Hasta pareces contrabandista, sacas cosas de la nada. —En la tienda naturista hay de todo, y deberías comer sano, ya te lo dije, hay que mantener la belleza y no solo la de afuera, aca dentro. —se señala todo el torso—. Tenemos órganos y por si no lo crees, es lo que nos mantiene funcionando. —Flor da vuelta los ojos diciéndome que ya han tenido la charla—. Y si algo de lo que hay por aca se daña nos acorta la vida y vivimos mal, con malestares y dolor. —Si tia, ya sé. —Entonces come lo que te traigo y ya, quiero cuidarte, y vamos a ir a hacer las compras de la comida a la tienda naturista. —Pero no sé cocinar esas cosas. —apoyado en la isla las veo, madre e hija discutiendo. —Si sabes, me encargué que a la casa de los abuelos, toma querido... —me da un mate que esta buenisimo la verdad—. Me encargué que los cocineros sepan hacer todo natural y te enseñaron, no seas vaga. —Ay tia, que pesada. —Si, re pesada, y voy a seguir pesada. —Flor me hace caras como una nena berrinchuda. —Bueno mujeres, voy a ir partiendo asi hacen sus cosas, si necesitan ayuda para subir algo me llamas enseguida y vengo. —Si. —¿No vas con nosotras?. —le doy un beso a Lihue sonriendo. —Tengo que ir a lavar la ropa y acomodar mi casa, cuando llego del trabajo no tengo ganas de hacer nada, entonces dejo limpio los sábados porque el domingo no pienso hacer nada mas que doblar la ropa y ya. —le doy un besito a Flor—. Escríbeme. —Si, te mando mensajito. —Cuídense chicas. Limpio mi casa y meto todo a lavar, en realidad hago la limpieza y lavandería los viernes, asi los fines de semana no hago nada, y los dias de semana lo único que hago es cocinar, lavar los platos y lavar la ropa de trabajo, después todo los viernes. Aye—. Holis, ¿vienes?. Juan—. ¿Qué cocinaste?. —limpio mi habitación mientras le respondo. Aye—. Estoy haciendo canelones con mamá. Juan—. Uujuuuu que rico, mas vale que voy. Juan—. ¿Qué llevo?. Aye—. ¿Podrás traer queso cremoso? me olvidé que no teníamos y no le encargué a mamá. Juan—. Dale, me cambio y salgo. Termino de lavar el piso rapidito y salgo asi paso a comprar, si llego y ya están armando las cosas me matan, me van a molestar sin parar y la verdad, que son insoportables, las dos juntas se complementan y no paran mas, siempre les digo, laaaa, se nota que Aye es hija de mi mamá porque son igual de insoportables, obvio que las molesto pero porque me molestan, que tráeme, hace esto, llévame, tráeme, antes éramos con mi papá los que aguantábamos todo, pero cuando se juntó ahí me agarraron a mi. —Buenas buenas. —entro a la casa de Aye sintiendo el rico olor de un tuco. —Llegaste a tiempo o se arma. —nos damos la mano con Yas que con la otra señala la cocina. —¿Jodido?. —Yyyy, tardaste. —No me digas eso. —vamos a la cocina donde ya estan preparando los panqueques—. Buenas, hola mami. —Hola hijo. —le doy un besito abrazándola desde atrás y voy con Aye. —Me cambio la ropa y voy, una hora loco. —Es que habia metido a lavar. —abro el paquete de papel con el queso cremoso—. Si no sacaba la ropa tremendo olor tendría. —Mmmjjj, dame eso. —Hola preciosa. —me inclino sobre la mecedora donde esta Savi viendo los muñecos moverse—. Hola mamiiii, ay que hermosa sonrisa que tienes. —la saco sonriendo y dándole besito—. Ay mi rechonchona. —Cuidado con la piernita derecha, le pusieron dos vacunas ayer. —¿Y cuánto pesa?. —Esta en los maravillosos ocho kilos. —Noooo. —Imagina mi espalda. —me siento con Savi sentada en mi pierna porque es una bicha, para los cinco meses que tiene no puedo creer que sea tan agrandada—. Ay mi amor. —Mira como te mira hija. —Siiii, te amo hija. —No sabe Norma, la busca con la mirada todo el tiempo, y cuando la ve sonrie feliz. —Ay mi vidaaaaa. —le doy besos en su cachetito regordete y ella sonrie porque Aye le tira besos—. Bueno, los estamos haciendo bien llenos. —Uujj que rico. —Mira Yas, esta bandeja están que explotan. —¿Son para mi esos?. —Eh buena, no solo tu comes mucho. —Bueno, mitad y mitad. —No sé que tanto pelean si son todos iguales. Ale—. Hola amigo, a la noche salió partido en un nuevo torneo, ¿te prendes?. Juan—. Hola amigo. Juan—. Uuhhh no puedo. Ale—. ¿Te pasa algo?. Ale—. Nunca te pierdes un partido. Juan—. Me estoy conociendo con una chica y hoy quedamos en vernos. Juan—. Y no puedo faltar en las primeras citas. Ale—. Ya ya, entiendo, pásala bien por los dos. ***** Florencia. Julián vigila como entran los muebles que fuimos a comprar con mi tia, justo me llamó y le conté que habíamos ido por muebles y ahí le pedí el favor de que venga asi lo ven mientras los entran, porque si, ven mujeres solas y son todos machos, se vinieron enseguida, porque Lili con los nenes están en la habitación con mi tia sacando las cosas de blanqueria que compramos y los nenes duermen, y yo con Julian vemos como entran todo. —Que bueno ese sillón. —es uno blanco tremendo. —Lo pensé para ti. —Esa es mi chica. —me envuelve por los hombros dándome un beso en la cabeza—. No quise decir que te quiero aca a diario pesado. —Esta... Tengo familia nena, y casa. —Buenisimo entonces. —terminan de entrar y los acompaña a la entrada, voy a la habitación sonriendo—. Ya se fueron. —Vamos que quiero ver, no daba mas. —Ven, tienes que ver la vajilla. —salimos de la habitación en donde Lili va detrás mío dándome nalgadas sin parar—. ¿Qué tienen con mi culo?. —Es que lo tienes tremendo de bueno. —Aaaajjj. —me da una ultima nalgada con fuerza—. Lo tengo asi de grande por ustedes pesadas, —Am. —Me tocan mas las nalgas ustedes que Juan. —Espero venga asi me lo presentas. —Le escribí y no me respondió, bueno... —me ayuda a ir sacando los electrodomésticos de las cajas—. El ultimo mensaje fue que estaba donde Aye comiendo con ella, asi que debe estar ahí capas, igual le dije que venga a la hora que quiera. —¿Y cómo van?. —Bien. —me empuja y yo me rio con ganas, pero miro a la puerta por las dudas que Julián halla vuelto—. Lo hicimos. —Oojjj, cuéntame. —¿Qué te cuento? ¡estas loca!, eres la mujer de mi hermano nena, mira lo que preguntas. —Si serás tonta. —Bueno, fue magnífico, tenia miedo. —Me pasó lo mismo en mi primera vez, estaba aterrada. —Yo igual, y la verdad que fue tan tierno que no lo puedo creer. —Ay que lindo, después es mejor que la primera vez. —Me dijo eso pero lo hicimos una sola vez, y quiero saber mas. —nos quedamos calladas cuando la puerta se abre. —Miren a quién me encontré abajo. —sonrío avanzando cuando lo veo a Juan, lo envuelvo por el cuello dándole un buen beso que me olvido que mi hermano esta presente y cuando carraspea me alejo y Juan saca las manos en mis nalgas. —Crei que todavía estabas con Aye. —Te mandé mensaje que venia. —Mi celu no sonó. —miro a todos lados porque no sé donde lo dejé—. Lo debo haber dejado en la habitación. —Wou, que mesa Flor. —deja la mochila que trae a un lado y vamos a lo que seria el comedor—. Tremenda. —Si, mi tia dijo que debía ser grande porque tengo muchos hermanos, y si quedamos a comer aca no vamos a entrar. —Eso es verdad, son muchos ustedes. —Ven, estaba sacando unas cosas de cocina. —Juan con los ojos me hace señas que vea detrás y cuando me giro los veo, a los arrimones en mi cocina—. Bueno bueno, no profanen mi casa loco. —Preparo unos mates, —Julian revisa la alacena y Lili riendo vuelve al cajon con los cubiertos—. ¿Tienes mate?. —Si, la tia me trajo un juego de mate en la mañana. —Aca esta, nooo, que lindo que esta. —Si, me encantó. —Mamiiii. —Uh corazón. —Sofia va corriendo con Lili que la alza en brazos y mi tia trae a Uri de la mano y Camila en brazos. —Hola papi. —Julian lo alza a Uriel dándole besos y mi tia queda con Cami. —Hola Juan, ya nos vimos en la mañana. —lo dice para hacerlo enojar a Julian—. Ahora que los veo a los dos les quedan hermosos esos golpes que tienen. —¿Lo tenias que decir?. —¿Asi que fue con Juan?. —Lili le da un golpe en el brazo—. Eres un tonto Julián. —Bueno, pero no me pegues que me duele. —Te tiene que doler, porque la próxima yo te doy la paliza. —Queo eche. —Si hija, ya te hago. —me acerco a Julian sonriendo y me mira todo mal. —Le tienes miedo eh, no te escuché ni respirar. —Ni siquiera pestañó. —dice mi tia riendo con ganas. —Ustedes boconas. —Que batidora. —lo miramos a Juan cuando la mira—. Esta tremenda, me voy a mandar una tremenda torta con esto. —¿Sabes hacer?. —Osea, sé hacer toda la cuestión, pero no hablemos si dan ganas de comerla o no porque de aspecto no están muy buenas. —No me importa. —me mira sonriendo—. Yo como lo que hagas. Mi tia acomoda todas las compras de comida que hizo via online porque nos encargamos de ir a ver cada mueble a comprar, que fue bastante porque en el departamento no hay nada, tiene departamentos amueblados que los alquila con los muebles, pero hay otros que no, como este, que me dijo que me pasaba este para que me compre mis cosas y ya tenga muebles, y asi el día de mañana cuando tenga mi casa tengo con que irme, es mas, me habia dicho una casa, pero siento que una casa es demasiada responsabilidad, los impuesto, la seguridad, la mantención de la casa, noup, siento que es mucho y se lo dije, y ahi me ofreció este departamento solo con la condición de que me amueble la casa. —Nos vemos chicos. —mi tia me da un abrazo despidiéndose y Julián también se van, comimos y ya al fin se van porque ya es tarde y estoy cansada, solo que no iba a decir que se vayan. —Mándame mensaje cuando llegues. —Si corazón, —le doy unos besitos a Sofi que me sonríe. —Besitos Sofi, —cierro la puerta apoyándome en la puerta suspirando. —¿Y esa cara?. —No doy mas, siento como que hace mil años estoy con ellos. —sigue lavando los platos sin decir nada—. Mas con esos niños por favor, me mata la espalda. —Y eso que tienes bastantes sobrinos. —Si, pero no tiene nada que ver, una cosa es tener un montón de sobrinos y un hermanito chiquito, cosa que no es signo de paciencia, porque no la tengo. —me saco las zapatillas y me abro el pantalón bajándomelo—. Yo le digo, ¿me los dejan? bueno, no prometo que las horas que me los dejen quiere decir que se los devuelvo de la misma manera. —se gira riendo, me saco la remera y él se seca las manos—. Porque Oddette con esa cara de buenita y me como los mocos es tremenda. —Yo ya quiero que Savi sea mas grande asi le llevo al parque, al cine, cuando me la dejan es dormir no mas, proque ahora esta mas despierta que camino con ella por la calle y ya, piola. —¿Te la dejan mucho?. —Como dos veces a la semana mas o menos, a veces un poco mas, según como este mi mamá, ella comenzó a trabajar y hay veces que le toca y me toca a mi tenerla. —Bueno, la verdad que no comparto mucho con Savsa, la realidad es que si la agarré tres veces es mucho, pero ahora si voy a compartir mas porque la vas a tener. —¿Con tus otros primos es igual?. —Si, no soy muy afectuosa que digamos, a penas y tengo afecto a mis sobrinos menos a mis primos, con mis sobrinos me esfuerzo, con mis primos no, si los tengo que partir los parto. —¿Cómo partir?. —Osea, hablo de golpes y eso, no de dinero, porque se piensan que soy una nena y me dicen, jugamos no sé, a la pelota, los hago bolsa, con mis sobrinos me controlo un poco mas. —comienza a reir y yo lo llamo con la mano—. Ahora te toca a ti precioso. —Párteme todo lo que quieras. —¿Puedo?. —Obvio que si, vamos a darnos un baño y te parto. —¿No era yo contigo?. —Los dos mejor. . . Holis, paso a recordar el maratón para el sábado 25 con 300 votos. Espero leer en los comentarios si les gustaron los cap, besitos. . .
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