Capitulo 4

2900 Words
Florencia. —Y bien, cuéntame. —vinimos a comer a esos lugares que a ella le encantan, donde es toda fina y lujosa. —Es Juan. —¿Quién es Juan?. —unta su tostadita con caviar y come con esa delicadeza que tiene, con joyas delicadas y finas, una mujer preciosa que no podría siquiera imitarla. —El hermano de Aye. —Aaaaggg. —Ssshhh, eres la única que lo sabe. —Bueno bueno es que me pongo tonta, ¿hace cuánto andan?. —No me vas a creer pero solo hoy. —deja de sonreír enseguida—. Si, es apresurado pero bueno, no quiero perder el tiempo. —No vas a perder el tiempo si no tienes novio, no pienses asi, puedes hacer de todo sin necesitar a nadie al lado. —Es que no sé tia, como que me siento... —miro a la nada pensando que palabra usar—. Me siento fogosa con él. —Tienes que cuidarte Flor. —Si tia, quiero ir al médico. —Bueno, yo mañana a primera hora llamo a mi ginecóloga y vamos. —Si, me quiero cuidar muy bien, tengo muchos planes en mi vida y un niño no esta incluido. —saca salmón crudo que le gusta y a mi me da asco, por eso lo pedí cocinado—. Tengo nervios de que pase. —Bueno, primero pensar en si lo quieres o no lo quieres, después si lo quieres es, ¿estoy segura? si es si, calma, no es ir a sufrir de los nervios en la cama, es disfrutar el momento porque es placentero, si no puedes dejar de pensar, siente sus manos, sus besos, su cuerpo pegado al tuyo, y si no quieres no quieres. —asiento a lo que me dice, ella fue como mi mamá toda mi crianza, muchas veces me quiso llevar a vivir con ella pero mis abuelos no me dejaron por su estilo de vida—. Si él no entiende que no, es no, entonces agarras tu pilchita, y te vas de ahí que te canto, nada de que bueno, probemos, no es no. —Si tia, siempre me lo dijiste, igual, no dejo de estar nerviosa porque ahora, aca sentadas lo recontra quiero. —se rie tentada—. De verdad tia, pero tengo que ver qué pasa cuando llegue, él me dijo que no hacia falta hacer nada por ahora, que si iba a dormir estaba perfecto también. —miro a un costado donde un hombre desde que llegamos la mira un montón. —¿Qué pasa corazón?. —Nada, pienso en que no estoy depilada. —Ay hija, —se rie dándome un golpe en la mano—. Bueno, hagamos algo, ve a pasarla con él y si pasa pasa, pero mañana te vienes a pasar el día conmigo y nos vamos a la depiladora. —Si, soy una tonta. —No, no esperabas que pase una cosa asi, por eso me gusta, porque es todo natural, —me hago hacia atras cuando traen otro vino y jugo para mi—. Gracias querido. —Eeejjj. —el hombre mira y le alzo las cejas, porque le habia quedado viendo el escote a mi tia—. Gracias. —Si, permiso. —Que asqueroso. —Son todos iguales. —toma de su copa mirando al tipo que sigue mirándola, y yo sorprendido porque baja la copa y le sonríe coqueta—. Menos mal manejas, así aprovecho de tomar. —Si, menos mal sino Michel nos cuelga a las dos juntas. —Él no se tiene que enterar. —Si, pero lo tendríamos que haber llamado asi nos lleva. —Na, nos hubiéramos tomado un taxi oooo, llamábamos a Ale. —Y se entera igual. —Pero la fiesta ya nos la dimos. —Eres una loca. —Asi me quieres. —Si, eres mi mamá tia. —me arrepiento de decir eso porque parece que va a llorar. —Siempre quise tener una hija, menos mal llegaste tu, una niña para mimar y ser la mamá, obvio nunca voy a ocupar ese puesto pero en mi mente si. —creo que el alcohol ya le subió—. Y pude hacer todo de madre e hija, con Michel obvio lo hice pero es varón, le gustaba la pelota y los autos. —Capas que si lo llevaba a depilar tenias una hija de sangre. —Que malaaaaa. —Bueno tia, para un poco que ya mucho vas tomando. —Si, no tomo mas, convídame juguito. —se toma mi vaso de jugo asintiendo—. Listo, sino mañana no me levanto y tengo que trabajar a la mañana. —¿Vas a poder salir?. —Si, tengo que acompañar al abuelo a una reunión, es a las ocho treinta, va a dura dos horas máximo, ahí nos vemos. —Buenísimo. —salimos del restorán en donde me envuelve del brazo y llevo una cajita de cartón donde se compró un budín de chocolate como postre—. Esta linda la noche. —Si, fría pero linda. —Disculpen. —nos giramos viendo al mirón, un hombre de unos cuarenta—. Queria darte mi número para una cita, —le tiende una tarjeta a mi tia que la agarra sonriendo—. La verdad que una mujer preciosa eres, y espero aceptes una salida conmigo. —Bueno, ahi vemos, te escribo. —vamos al auto donde no aguanto la risa—. Ay ya, no es para reir. —A donde sea que vayamos tienes un enamorado, debes tener miles de números ya. —Y este va a donde van los otros, a una cajita de pasables pero no para vernos. —la llevo a su casa, y mientras espero que entre le mando mensaje a Juan. Flor—. Ya dejé a mi tia en su casa, nos hace pata. Juan—. Dale, te espero abajo. Voy a donde Juan comenzando a dudar de lo que hago, mi tia es la mejor persona y la que mejores consejos me da, tiene su recorrido que es tema de discusión muchas veces en casa, pero yo no miro eso de ella, yo miro lo buena persona que es, que siempre me cuidó, me aconsejó y me defendió con uñas y dientes, cuando mi papá me castigaba por alguna cosa ella venia como una loca por mi mensaje que le mandaba y me defendía, como cuando mis abuelos me retaban se ponía al frente soportando muchas palabras desagradables, pero siempre defendiéndome, y la aprecio muchísimo, porque no solo hizo eso de defenderme, me enseñó como ser mujer, ella siempre se encargó de mi salud, de llevarme al medico, al dentista, a las reuniones escolares, y me enseñó todos mis modales. —Hola. —bajo sonriendo, le pongo la alarma y me acerco temblando, hago punta de pies dándole un besito—. Perdón por llegar tan tarde, la salida con mi tia se alargo y la tuve que llevar a su casa. —No pasa nada, ven, pasemos. —abre la puerta de entrada del edificio—. ¿La pasaron bien?. —Si, solo que se tomó unas copas de mas y la tuve que llevar a la casa. —¿Le gusta el alcohol?. —Pero no el alcohol que crees, toma unos vinos que son riquísimos, pero cuando te das cuenta ya tienes el animo por el cielo, la primer borrachera me la pegué con ella hace unos meses que me convidó. —¿Con vino?. —Si. —Wagg, que asco. —entramos a su departamento que siempre me pareció muy lindo, en un lugar asi me gustaría comenzar—. ¿Quieres ir al baño?. —Si por favor. —Te dejé un cepillo de dientes. —Gracias, no me traje nada porque no volví a mi casa. —nos miramos hasta que entro al baño, me miro al espejo sonriendo, me lavo la cara y los dientes. —ESTOY EN LA HABITACIÓN, ES LA ÚLTIMA A LA IZQUIERDA. —sé cual es porque Aye nos mostró la casa, termino de hacer todo y salgo, golpeo un poco abriendo despacio—. Pasa. —Permiso, ¿tendrás un short que me prestes?. —Si, —con mucha vergüenza me saco el pantalón delante de él, no vergüenza porque use bombachas no aptas, sino que es la primera vez que lo hago delante de alguien fuera de la familia—. ¿Lista?. —Si, ay, me dio frio. —me subo a la cama sonriendo—. Aaajjj que lindo. —Es nueva la cama. —¿Si?. —Si, hace una semana la compré, aun no me acostumbro, esta muy dura. —Se supone que de forma reta debemos dormir, yo estoy acostumbrada, todos los años me cambian el colchón. —Ay no, que agonía. —me pongo de lado como él—. ¿De verdad uno nuevo cada año?. —De verdad, es mas, hoy me lo han cambiado, lo hacen en mi cumpleaños asi no se pierden de cuando lo cambian. —¿Tienes una cama grande?. —Si, una como esta, la mía es cama, no sommier. —pongo las manos debajo de la almohada sonriendo. —Me dijiste que te ibas a ir a vivir sola. —Si, hablé con mi hermanos Julián, me va a prestar un departamento donde él vivía, justo se le desocupó asi que me voy a ir ahi en dos semanas mas o menos, cuando lo terminen de pintar y encuentre muebles. —Que bueno, vas a tener tu privacidad. —No te creas, se me hace que mis hermanos van a estar todos los dias, y van a aprovechar de dejarme a mis sobrinos mas tiempo, porque donde mis abuelos me los llevan pero no puedo tenerlos mucho o que se queden a dormir. —Que lindo, a mi me la dejan a Sav y me gusta, me hace tener mi dia diferente. —sonrío porque habla con amor—. Es cansador porque no es mi hija y no la tengo mucho, hay veces que no sé que hacer con ella, pero me voy acostumbrando. —¿Muchos dias la tienes?. —Cuando no trabajo y no tengo clases me la dejan, hoy me la tenían que traer pero Aye se la llevó a mi mamá, ya mañana si, me la trae cuando salgo del trabajo y ya se queda conmigo hasta que sale de trabajar. —¿Qué dias tienes colegio?. —Estoy cursando mi ultimo año, dos materias me quedan, estoy cursando una este año y una el otro. —¿Porqué tan poco?. —Es que cuando Aye vivía aca ella pagaba el alquiler, ella gana muchísimo mas de lo que gano yo, entonces ella pagaba el alquiler y yo trabajaba de relevo, iba a cubrir un reemplazo o un feriado, cuando se fue tuve que tomar el tiempo completo, y todas mis clases son de mañana, conseguí el ultimo en la noche rogándole a un chico que me cambie el cupo. —Uuhh que mal. —¿Tu dejaste?. —Si, fue algo que me dolió pero no podia seguir yendo, estaba haciendo medicina y la ultima clase hablaron en psicología el protocolo a tomar en un caso de abuso s****l y contaban relatos y no aguanté, me dije que no era para mi. —Bueno. —pone una mano en mi cintura logrando que no comience con un llanto descontrolado—. Cuando algo no es para nosotros simplemente no lo es, cuando lo comenzamos a forzar pasamos al odio, y no esta bueno que odies a los médicos o después no puedas ir por alguna situación por la mala experiencia con el estudio. —Si, eso es verdad, ¿a ti te gusta lo que haces?. —Si, me gusta, no me encanta porque me la paso estudiando, cuando fui a las practicas me re gustó. —Puedes entrar a la empresa. —Si, Yas me prometió un puesto bueno, y no me importa entrar por acomodo, la cosa es tener trabajo. —Totalmente de acuerdo, a parte, es una empresa familiar, se supone que ese es el fin, obvio, no somos un millón en la familia, pero cada m*****o de la familia tiene su puesto asegurado, y tu eres de la familia, no por mi porque no lo saben, sino porque eres hermano de Aye. —No doy mas por recibirme y comprarme un terreno y hacer mi casa, me gusta este departamento y la zona es muy buena, pero quiero lo mío, ahora estoy juntando para comprarme un autito. —Ay, que bueno, me encanta que tengas metas asi. —También tengo a mi papá ahí, pinchándome todo el tiempo con las cuentas, los gastos que hago, si invierto bien, si me es conveniente donde estoy o no, me controla mucho en eso aunque se mis metas y a donde quiero llegar. —Tenemos los mismos papás parece. —me acerco mas tomando coraje aunque no quiero hacer nada aun—. ¿Tienes moto verdad?. —Si, me la regalaron para mis dieciocho. —Me gustaría que salgamos un viaje en moto, Cele se fue de viaje con Manu una vez y quiero hacerlo también. —Wou, que copado, gran idea. —¿Qué moto tienes? porque por ahí planeo y es una moto pequeña que con los dos arriba la destruimos. —Es una Honda xr 150. —¿Y eso seria?. —Búscala. —con mi celu la busco viendo todos los mensajes que me van llegando—. Fua, tantos mensajes. —Son de hace rato, mi celular tiene modo dormir, que si no lo uso por dos horas deja de sonar hasta que lo enciendo. —Mira que bueno, entonces en la noche no suena. —No, no suena. —me acomodo boca arriba asi busco y él mira—. ¿Cuál es?. —Esa. —Nnooo, esta tremenda. —asiento riendo—. Vamos a poder irnos. —Si, igual tengo que comprarte un buen casco y después la ropa. —¿Es una especial verdad?. —Si, es por protección, por si caemos o un accidente nos protege, tengo hasta unos guantes especiales. —Bien, entonces me voy a comprar. —Te lo quiero regalar, es bastante cara. —Ayer mi papá y tios me regalaron plata, ellos regalan plata porque no saben que dar, entonces dan lo mas fácil y que yo me compre lo que se me dé la gana. —Re metido, pero mucho. —Bastante, te muestro. —abro mi hombanking enseñándole, queda con los ojos enormes. —¿Todos esos números te dieron?. —No, veinte en total, lo otro ya lo tenia de los anteriores cumpleaños, y bueno, mi tio Joshua es re pesado, el me manda plata cada mes, a mi y a todos mis primos menores o que estudiamos. —Quiero tener un tio asi, los mios ni saben cuando es mi cumpleaños. —me vuelvo a girar sonriendo. —La verdad que agradecida de la familia que me tocó, porque de todo se acuerdan, obvio que lo deben anotar porque somos muchos, pero para todo se acuerdan y me encanta, quiero ser asi con mis sobrinos, perdón, es mi papá. —Responde. Papá—. Hola amor, ¿Cómo estas?. Papá—. ¿Ya comiste?. Papá—. ¿Qué haces?. Papá—. Flor responde por favor. Papá—. Voy a ir para alla. Flor—. Hola pa, perdón por no responder, estaba viendo una peli y lo dejé cargando el celu. Papá—. Ay mi Dios, no sabes el susto que me diste. Flor—. Perdoname. Papá—. No me pidas perdón, solo que soy un pesado pretendiendo que me respondan enseguida. Papá—. ¿Comiste amor?. Flor—. Si, fuimos con la tia a comer a esos lugares que le encantan y comimos rico. Flor—. Ahora ya me voy a dormir. Papá—. Bueno, duerme bien, cuando despiertes mándame mensaje. Flor—. Si, besitos a Anni y Edras. —Bueno, ya estamos, los otros mensajes son del grupo de la familia pero no importa. —Entonces a dormir, ya son la una. —Si, mañana trabajas y yo pasándote de sueño. —Si son asi quiero pasarme de sueño todos los dias. —me inclino dándole un besito y me acomodo—. Descansa. —Tu igual. . . No me aguante y decidí publicar antes jaja. Espero esta nueva aventura les agrade y recibir su apoyo con comentarios y votos, perdon si sueno tan seca pero es un gran incentivo para mi, para saber que no voy sola en esto y que les agrada lo que van leyendo, no siempre puedo agradar a todos pero cada historia toca temas diferentes o eso intento. Tambien aclarar que no estaba en mis planes escribir esta historia cuando escribía las anteriores, por eso van a ver situaciones que no sucedieron asi pero las tuve que modificar ya que solo toque algunos puntos de esta pareja, y ahora los tengo que acomodar y no siempre pegan. Bueno, sin mas nada que decir, espero la disfruten. . .
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