Florencia.
Desde la mesa lo veo cocinar, esta haciendo pollo al horno que se ve que su papá le trajo carne para que tenga, sonrío porque tiene unos padres que se preocupan por él, mi papá es igual, es más, siento raro que no me halla escrito, en la tarde me preguntó que hacia y que si estaba bien con mi tia y todo eso, asi que supongo que los papás de Juan son iguales al mío.
—Golpean Juan.
—Ya voy. —acomodo los platos en la mesa asi comemos—. Ah, hola. —estiro la cabeza para ver quién es sin saber que era un tremendo error, y cuando Juan se va para atrás de la trompada que le da Julián lo afirmo mas.
—Noooo, no Julián.
—Asi que aca estas. —parece como que veo en cámara lenta como el puño de Julián va de nuevo sobre Juan que se la devuelve y se agarran muy feo.
—BASTAAAA, JULIAN BASTAAAA, POR FAVOR YAAAAA. —se van contra la mesa dándola vuelta—. BASTAAAAA.
—Vecina. —veo entrar a un hombre y varios miran.
—POR FAVOR AYUDAAAA. —lo agarra a Julián sacándolo y a Juan lo arrastran que sigue forcejando para agarrarlo—. BASTA JULIÁN. —casi que gateando hace fuerza para ir por Juan, me paro delante de él sin saber qué hacer—. Basta, vámonos por favor, basta.
—Sal, —me hago hacia atras viéndolo a Juan que un muchacho lo sostiene—. QUE SALGAS. —salgo sin decir nada y corro bajando las escaleras y Julian atras mío—. MIRA DÓNDE TE VENGO A ENCONTRAR, MIRA LO QUE HACES. —cuando llegamos a la puerta me hace hacia atras con furia, y yo lloro y tiemblo—. No tienes permiso ni para salir de la habitación, con esto rompiste mi confianza, no vas a usar mas la camioneta, MIRA DONDE TE VENGO A ENCONTRAR.
—Pero...
—FLORENCIA... —me paro delante de Julian haciendo fuerza para intentar frenarlo—. Julian espera, hablemos.
—Nada tengo que hablar contigo.
—Recién estamos comenzando como novios. —Julian me empuja y empujo a Juan—. Entiende que es tu hermana y merece tener pareja.
—JUAN PARA DE HABLAR.
—No Florencia, yo no voy a ocultar lo que tengo contigo. —Julian para de luchar enseguida—. No voy a esconderme. —de reojo lo veo a Juan con restos de sangre seca en la nariz y mentón—. O hacemos esto o no lo hacemos, porque andar escondidos no me va.
—¿Hace cuánto que salen?.
—Ayer nos pusimos de novios oficial, por eso aun no digo.
—¿Y te quedas a dormir? haciendo que Lihue mienta, no sales mas con ella a ningún lado.
—Julian espera, nos pusimos de novios ayer pero no hemos pasados de unos besos. —hace gestos como de burla—. Te digo la verdad.
—¿Y si pasara cuál es el problema?.
—Juan no...
—Hablas una vez mas esto no va a terminar bien.
—Julian lo juro por Camila. —me mira enseguida—. Juro por el amor que le tengo que no pasó nada, recién comenzamos, nos estamos conociendo, compartiendo juntos nada mas. —me mira fijo a los ojos—. Julian por favor, lo quiero a Juan, no me alejes de él. —comienza a respirar con fuerza y tiene los ojos perdidos donde piensa—. No hace falta que me quede pero quiero tener una relación con él, comenzar con este noviazgo y hacerlo a nuestra manera, solo a la nuestra.
—Tienes permiso, mañana vamos a hablar muy serio, y tu Juan... —lo mira a él ahora—. No tienes idea de lo que soy capas de hacer, mucho ojo. —se va sin mas nada que decir y no sé qué hacer, me da vergüenza verlo.
—Vamos Flor, vamos a comer.
—Si.
Con mucha vergüenza ordenamos las cosas y él habla con los vecinos aclarando que era mi hermano el loco que vino, no que soy casada o algo que fue lo que sugirió un hombre, y no puedo comer ni dormir, nos acostamos pero no pude pegar el ojo en ningún momento, me la pasé pensando y viendo todo lo trágico que puede pasar, cuando mis otros hermanos se enteren, cuando mi papá lo sepa, cuando la culpen a mi tia, cuando vaya a las comidas familiares y comiencen a molestarlo, no puedo evitar llorar porque sé que lo van a hacer y se va a sentir mal y yo peleando con todos, porque no me voy a quedar callada cuando quieran molestarlo.
Voy a la empresa con mucho cansancio, como me conocen directamente subo por el ascensor, obvio que los antiguos saben de mi, los mas nuevos no tienen idea de quién soy, y al llegar al piso de Julian pasa, viene un muchacho hacia mi.
—¿Señorita, qué se le ofrece?.
—Oh, vengo a ver a Julian.
—¿Tiene cita?. —mira al mostrador donde hay dos chicas que niegan, y él es el de seguridad del piso—. ¿Se anuncio?.
—No, soy la hermana de Julian.
—Señorita, retírese por favor, el señor no nos dejó nada informado.
—¿Podrían preguntarle?, esperen, lo llamo. —el chico pone una mano en el ascensor porque es el común, de tonta no subí en el otro y me señala que suba.
—¿Ya vienes?.
—¿Puedes salir de la oficina?, no creen que soy tu hermana. —miramos la puerta final cuando se abre, tiene ventanas toda su oficina pero tiene el mecanismo de privacidad y lo tenia puesto, pero me hundo en el suelo cuando es Exe el que sale.
—Es mi hermana, déjenla pasar por favor.
—Si, disculpe.
—Todo bien, no hay problema. —le sonrio al chico que se habia puesto nervioso.
—No debes dejar pasar a cualquiera, gracias por ser amable.
—Florecita. —Esther viene sonriendo, la secretaria de mil años de Julian, yo siempre le digo la mente maestra, esta en todas y sabe todo—. Que lindo verte preciosa.
—Igualmente. —le doy un abrazo sonriendo—. ¿Cómo estas? estas muy mona eh, ¿andas revoleando la chancla?.
—Ay nena, estas loca.
—Esther, por favor que no nos interrumpan, —lo mira a Exe frunciendo las cejas—. Por favor, desvía las llamadas y nadie nos moleste.
—Si, no hay problema. —camino con mucho miedo y siento que tengo los ojos abiertos enormes como buscando algo para salir corriendo.
—Pasa. —entro apretando la carterita, Julián esta parado sobre su mini bar, me señala que me siente en el sillón mientras se prepara un café—. Bien, comienza a hablar. —Exe se sienta frente a mi dándome miedo, nunca me pegaron pero el enojo es evidente, y se ponen idiotas enojados—. Habla o lo hacemos venir y que nos explique él las cosas.
—No sé qué decir. —Julian se sienta en un sillón individual tirándose hacia atrás pareciendo enorme.
—Comienza como fue que comenzaron.
—Bueno, a mi me gusta hace mucho la verdad, —me friego las manos con fuerza sintiendo que transpiro—. Nunca me encaró ni nada, fui yo.
—¿Tu qué?.
—Bueno, él me invitó a salir pero fui yo la que le pedí ser novios. —Julian toca el cafe riendo y Exe aprieta los labios—. Él dijo que si y somos novios oficial.
—¿Hace cuánto salen?.
—No, hace tres dias mas o menos, es todo muy reciente.
—¿Y porqué te vas a dormir a su casa?.
—No hicimos nada, desde ya les digo.
—No fue lo que te pregunte.
—Y yo les digo porque sé que es lo que creen, que voy para tener sexo con él y no es asi, me quedo con él porque no quiero estar con los abuelos y lo saben. —Exe se golpea la pierna con un dedo—. Cada dia es mas difícil la relación con la abuela, ustedes no lo saben porque no vivieron con ella.
—Yo lo hice.
—Si, pero no eres un hijo extramatrimonial.
—¿Hace diferencia?.
—Saben que si, ni siquiera tengo que decirlo. —me paro sacándome la cartera y voy a buscar un jugo—. Saben que no me quiere y se esfuerza por demostrármelo. —vuelvo al sillón con ellos en silencio—. Encima no me deja irme con la tia que siempre dijo que me llevaba, no me deja irme, no quiere que me quede, no quiere nada y estoy harta. —aparecen las lágrimas de la rabia que tengo—. Harta estoy, no la soporto mas, siento que la odio.
—Flor...
—No, nada de que no es asi porque ustedes no estuvieron ahi, no aguantaron todos los comentarios y que soy igual a la puta que me parió, no estuvieron ahi. —abro la botella temblando.
—No puedes salir con un tipo solo para salir de la casa, ni menos irte a vivir con él.
—Me quiero ir Julian, ¿Qué parte no entiendes?.
—Florencia.
—No Exequiel. —me acomodo en el sillón ya cansada—. Ustedes vivieron una mierda de infancia y lo sé, estuve ahi un montón de veces y no puedo mas, si no es con Juan me voy a la mierda a otro pais porque no puedo mas. —se miran los dos y me seco la cara donde lloro—. Dame permiso Julian, déjame irme a otro lado por favor, no quiero estar mas con los abuelos, me enferman.
*****
Juan.
Trabajo pensando en que pasa con Flor, me mandó mensaje que se iba a ir a hablar con el hermano, y si, tengo miedo de que la golpee o que la lleven a otro lado con tal de que no estemos juntos, los creo capas de hacer de todo, lo poco que los conozco lo creo, porque no los conozco a profundidad, hemos compartido por Aye y eso, pero una cosa es verlos unas horas y otro asi, el lado salvaje que tiene.
—¿Cuántos viajes nos quedan?.
—Tres.
—Al fin hablas.
—Y no quiero hablar.
—¿Qué te pasó en la cara?.
—¿Con quién estuviste peleando?.
—Con el hermano de mi novia.
—¿Qué pasó?.
—La siguió a mi casa, nos agarramos ahí y pelea bien. —se rien cuando me rio.
—¿Es menor de edad la chica?.
—Noooo, osea, es menor que yo, creí que se los dije.
—No que recuerde.
—Bueno, tiene diecinueve, y es la menor de todos sus hermanos, y el mayor... —alzo un dedo apretando los labios—. El mayor es un grano en el culo con ella.
—¿Es muy celoso?. —lo miro a Ramon asintiendo.
—Si, y no es solo con ella, tiene otra hermana que también, le dio tremenda paliza al marido cuando supo que salía con su hermana, ayer apareció en mi casa, Flor estaba ahí, me dio una trompada que es aca. —señalo mi mejilla izquierda—. Ahi nos agarramos, y ahora le dijo que vaya a hablar con ella y no sé que pasa, le mandé mensaje y no me responde.
—Pero que se enoje Juan, tienes que dejarle claro que no se meta donde no entra.
—No es eso, ayer le dije, pero ella no es como una chica cualquiera.
—¿Y cómo es?. —Esteban me mira sin entender nada.
—Ella hace y va a seguir haciendo lo que el hermano le diga, ella lo respeta mucho, él es el que le da permiso y a él le tiene que consultar lo que hace.
—¿Y los padres?.
—No tiene mamá, y su papá se la pasaba trabajando, esto es lo que me contó mi hermana porque no hemos hablado de esto con Flor, —Ramon me da un mate que lo agarro enseguida—. Entonces al estar sin supervisión su hermano mayor tomó el rol de padre con ella, su papá decide y toda la cosa pero ella le da mas valor a las decisiones del hermano.
—Entiendo.
—Entonces eso quiere decir que el hermano te tiene cruzado.
—Si, y me chupa los huevos la verdad. —se rien tentados los dos—. Pero lo que crea Flor no, espero tenga el valor de seguir.
—Ten fe, capas que le hace frente.
—Ojala, es la primera vez que me siento asi, como soñador.
—Pues vas a tener que dejarle claro a ese tipo que no vas serio con su hermana y no es un juego para ti.
—Si, voy a esperar a ver que dice.
—Igual, si acepta ver a dar la cara con él solo, sino vas a quedar como un cobarde, y si es asi de pesado como suena va a andar con la nariz metida creyendo que no puedes cuidar de su hermana.
Trabajo pensando en todo lo que pasó, estamos saliendo hace a penas unos dias con Flor, pero no es una chica cualquiera, ella me interesa muchísimo, no es que si se va se va, no, de solo pensar que no voy a poder compartir mas con ella me da descompostura, a penas y nos conocemos lo básico, pero quiero conocerla mas profundamente, acompañarla y tener a alguien con quien tener planes, formar una familia, ir a la cama con alguien a mi lado a quien amo.
—Hola mami. —entro con el casco en mi brazo, me mandó mensaje que venga a comer.
—¿Qué te pasó en la cara?. —me agarra de la barbilla girándome la cara asi me ve.
—Mami, no es nada.
—Dime ya que te pasó.
—Tuve una pelea, pero no pasó nada grave, solo fueron unos golpes y ya.
—¿Y ya? tienes un tremendo golpe ahi y en el labio. —voy a la cocina a lavarme las manos viendo en la olla un guiso de lentejas—. ¿Carlos?. —me giro enseguida.
—¿Mamá qué haces?.
—Si, sabes, Juan esta aca en casa y tiene unos golpes en la cara y no me quiere decir nada... Si, dale. —deja el teléfono en la mesa y quedo viéndola—. Ahi viene.
—¿Qué haces? soy un hombre adulto mamá.
—Si, y tienes padres, aun cuando tengas ochenta y estemos vivos vamos a seguir siendo tus papás.
—Estas loca. —me siento medio enojado porque no me gusta que se metan de esa manera en mi vida.
—Si, re loca estoy y asi te aguantas. —me sirve el plato lleno de guiso—. No me hagas volver a repetirlo.
—Ni idea de qué hablas. —saco pan untándolo en el guiso—. No quiero hablar mas nada de eso, ahora viene papá y de nuevo lo mismo y ya voy a estar cansado y no voy a decir nada.
—Pero a quién saliste así de jodido hijo. —me da risa porque me da un golpe, siempre dijo que quienes hallan sido nuestros progenitores no tienen nada en nosotros, que el carácter lo tomamos con ellos y ya—. Mira, ni de adolescente tuve tantas ganas de darte unos golpes.
—Ay no, que dolían tus golpes.
—Tenían que doler. —la miro aguantándome la risa—. Era el fin, que no te la vuelvas a mandar porque sabias que te iba a dar una buena sacudida.
—Mírate, desgraciada que eres.
—Si si, no sabes cuanto disfrutaba dándote los golpes, me encantaba. —no aguanto la risa y me da un golpe en el brazo.
—Basta, te voy a denunciar por madre maltratadora de tu hijo casi treintón.
—Ahi llegó tu papá. —va a abrir y yo nada, los miro mientras hablan y dicen que no saben que me pasa que no les digo nada y mi papá no dice nada que fue a mi casa y encontró ropa de mujer, y cuando se sienta a comer con nosotros se me hace re raro—. ¿Cómo esta Paula y los nenes?.
—Re bien gracias a Dios, —le paso pan porque es amante del pan—. Ahora a la noche nos vamos al cine, Ramiro queria ir y su papá brilla por su ausencia, le dije a Paula pero no queria hasta que lo vio llorar y vamos.
—¿Y porqué no queria?.
—Porque el otro no pasa un peso, no los lleva ni a tomar un helado pero si nosotros lo hacemos le molesta.
—Típico descarado. —la verdad que no me da enojo ni menos celos que disfrute de los hijos de su novia, porque locura que se me ocurría hacíamos, me dieron una tremenda infancia feliz.
—Si, ya le hizo, hasta ahora vamos bien pero me molesta que los ilusiona a los chicos que son inocentes, si les dice que va ellos se lo creen y despues de golpe tiene cosas que hacer.
—Bueno, pero llegaste tu Carlos que eres experto en consentir a los niños.
—No solo a los niños, mis hijos son adultos y los consiento igual.
—Si, tanto que no le dijiste nada a tu hijo por esos golpes.
—Pero es claro Norma, por una chica.
—Ey, papá.
—¿Peleas por una chica Juan?.
—No, no es tan asi. —los dos me miran a la espera—. Fue su hermano no un novio ni nada de eso, su hermano que no sabia que estaba de novia y bueno, se llevó sus golpes también.
—Ese es mi hijo.
—CARLOS.
—¿Qué?.
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