DRU —Últimamente de traes una cara de mierda a medio sol, que no te la quita nadie. Dejo de limpiar el micrófono y me dedico a mirar a Lucas sobre mi hombro, el moreno se encuentra apoyado a la puerta de mi cabina, sostiene un bol de palomitas de maíz en sus manos, mientras me mira de arriba abajo con notorio cansancio. —¿Ese es el saludo que me das? —Pfff, si es la única manera en la que me prestas atención —lleva un puñado de palomitas a su boca y luego me tiende el bol, a lo que niego de inmediato—, en serio… ¿Qué es esa cara de mierda? Ya llevas dos meses de lo mismo; ¿no deberías de haberlo superado ya? —Cara de mierda a medio sol… —repito su primera frase un tanto pensativo, a la vez de que trato de ignorar lo último que ha dicho—, ¿exactamente cómo se vería eso? —Pues tiesa,