DRU No podía permanecer en Connecticut… al menos no por unos días, así que, vuelvo a obligar a mi jefe para que me de vacaciones y tomo el primer vuelo que encuentro a Phoenix, Arizona. Ni siquiera entiendo la razón que me lleva a querer llegar a ese lugar. Mientras arrastro mi maleta fuera del aeropuerto, me rio ante la idiota decisión apresurada que tomé al volar hasta acá. Aquí no tenía nada, no había alguien que se preocupara por mí, así que, mientras espero a que un taxi se acerque, vuelvo a reír como maniático a la vez de que niego con la cabeza, definitivamente estaba muy desesperado como para volar hasta aquí sin pensármelo dos veces. —Llévame al restaurante de Ohio, por favor —le pido al taxista en cuanto me acomodo en los asientos traseros del auto. —¿Tienes alguna reser