VANESSA No sabía que tanto podían impactar las palabras, hasta ese momento donde mi falso prometido me tenía acorralada sobre la pared. ¿Qué era lo que me estaba diciendo? No sabía si en ese momento necesitaba un diccionario o algún traductor que me dijera en español lo que este hombre me estaba diciendo. Sentí cómo mi corazón estaba acelerado a medida que veía sus ojos verdes. Sentí la calidez de su respiración sobre mi rostro tan cerca y las palabras aun resonaban con eco sobre mi cabeza. ¿Acaso me estaba ofreciendo lo que yo había entendido? Tal vez había mal entendido. — ¿Qué es lo que me acabas de decir? —le pregunté en un intento de que me aclarara lo que me acababa de decir. Sentí una opresión en el pecho a medida que esperaba una respuesta. — Lo que acabas de escuchar. Si tan