Pov. Valentina No era fanática de las malas palabras, pero en esta ocasión se lo merecía, él definitivamente merecía ser llamado idiota con palabras mayúsculas. No sé en qué momento pensé que un sujeto como él lograría tener un trato civilizado, es que en mi cabeza estaba segura de que todo ese arranque de hombre inalcanzable y frío no era más que una capa para mantener a las personas lejos. Pero me equivoqué, era un imbécil, tan descerebrado que daba me daba urticaria solo pensar en él y lo peor, estaba metida en un trato raro con él. No hable más después de que elegimos la ropa, simplemente lo acompañé a todos los lugares qué quería y terminé con zapatos, carteras y una gran colección de ropa interior. Me vi tentada probármela y mostrársela, solamente para hacerlo sufrir un poco, pe