Pov. Valentina
Parpadeo, ¿es que acaso perdió la razón? Le había dicho, estaba segura de que respondió, pero ahora parecía sorprendida.
— ¿Qué vas a ser la prometida de tu cliente? ¡joder, Valentina! —di un pequeño salto en mi lugar —¿Estás loca? Eso va en contra del contrato, vas a tener problemas, deberás devolver un montón de plata, no puedes hacer eso… —se paró y comenzó a caminar —, cómo se te ocurre hacer eso, si el jefe se entera —negó —, te va a dejar sin nada, el sujeto es conocido por ser completamente despiadado cuando hacen las cosas de forma que no corresponde.
Parecía indiscutiblemente alarmada. Caminó de un lado al otro mientras repetía una vez y otra vez todos los problemas en los que me estaba metiendo.
Era asombroso como podía cambiar de un estado al otro tan rápido
