—Limpien este desastre.—ordené. Me inmediato los hombres comenzaron a ir de un lado a otro, retirando los cuerpo, Honey me miraba con expresión seria mientras April se aferraba a ella. La sangre estaba por todo el piso, rodeé aquel charco y me subí a la cama, con ellas dos. —Está muy nerviosa.—dijo Honey.—¿Por qué trajiste a esa niña aquí? ¿Qué es lo que pasa por tu cabeza? ¡Se la comerán viva! —No es asunto tuyo, Honey.—le advertí. —No, no lo es. Pero he sido quien la ha salvado. De no haber ido corriendo a buscarte… —No ha pasado nada.—por suerte. —Para ti no ha pasado nada, para ella ha sido lo suficientemente grave. No puede ser una Deluxe y no es una sugerencia. En mi equipo no la quiero. Envolví a April con la sábana, de modo que todo quedara cubierto. La tomé entre mis braz