Lo sentí, el agua caliente quizás era el producto de eso, pero sentía su erección, era como estar sobre ella, no me dejaba recostar bien a su pecho, porque aquello se interponía, duro y firme. —Noah…—lo sentí presionar mis nalgas, me moví sobre él, llevé mis manos hacia atrás y lo hice alzarse, pero ahora daba en mi espalda, deslicé mi cuerpo hacia abajo, estaba en busca de una buena postura, una en la que la enorme erección de Noah no me presionara, porque la dureza molestaba un poco. Abajo tampoco era una buena postura, pero…el agua estaba muy rica, relajaba mi cuerpo y me hacía sentirme bien, sin mencionar las vistas que tenía mientras estábamos aquí. Sus manos me tomaron por debajo de los brazos y me regresaron a la posición anterior o eso quisiera decir. Mis nalgas quedaron enci