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1771 Words
Había salido pronto de casa, con Kyree. Me recogió en la entrada del edificio Yunho. Hoy por fin tenía el día libre, después del tour que había tenido en Estados Unidos. Primero me llevó a desayunar, hacía tiempo que no nos veíamos. Concretamente un mes y picó. Empezamos hablando de como le había ido en el tour, me comentó los países que había visitado y la sensación que sintió durante los conciertos. Luego hablamos un poco de mi situación, de lo mucho que había crecido Kyree en solo un mes. Nos quedamos hablando tanto, que perdí la noción del tiempo, además de mi cita con la terapeuta. Era el tercer día seguido que no iba. Y debo decir que la charla con Yunho fue una gran excusa para no ir. ¿Por qué eres así de estúpida, Haelyn? Me pregunté a mi misma sin entenderme. La verdad es que las últimas palabras de Yunho no las escuche, estaba ocupada insultándome a mi misma mentalmente. — ¿Te apetece dar un paseo? Podríamos comer por centro, llevo gorra y mascarilla. Accedí a ello, puesto que necesitaba tomar el aire y caminar un poco. Pov - Mingi Revisaba por última vez a los trainers, después de repetir quince veces la coreografía mientras cantaban. Les mandé varios ejercicios vocales para hacer en casa y me despedí de ellos. Salí de la empresa junto a Jay, nos dirigimos a uno de los supermercados cercanos a casa. También aprovecharía para hacer las compras de la semana. Caminaba llevando el carrito, mientras Jay iba revisando la lista que teníamos de la compra. Siempre enviamos por el grupo de kakaotalk que es necesario comprar, para así llevar un control. — ¿Y qué es lo que necesita Haelyn? — Realmente no sé, pensé que tú sabrías. — ¿Cómo quieres que sepa que necesita, si solo me has dicho cosas de mujeres? — Tampoco creo que haya muchas cosas de mujeres… Eso pensé antes de entrar en ese pasillo totalmente lleno de cosas de higiene íntima femenina. Y ahí estábamos los dos como idiotas, mirando uno de los estantes, sin saber qué era lo que debíamos comprar. — Creo que esto no fue buena idea… — ¿No te dijo un nombre o algo? Hay de todo aquí y ni siquiera se para que lo necesita. ¿Pérdidas o menstruación? — ¿Cómo qué pérdidas? — Hyung en serio pareces un cavernícola. Muchas mujeres después de tener un bebé tienen pérdidas de orina, debes informarte o algo. — Haelyn no dijo nada de eso, comento lo otro que dijiste. — ¿Menstruación? Asentí con la cabeza, mientras él se acercaba más al estante para leer mejor. — No te dije si prefería compresas, Tampax o copa. No recuerdo si hay más tipos. — No tengo ni puta idea de lo que dijiste… prefiero ir a comprar pañales, esto es demasiado difícil. — ¿Has probado a llamarla y preguntarle? — Me da vergüenza… –Susurre agachado la cabeza Escuché su estruendosa risa, eso me avergonzara aún más. — ¿En serio te da vergüenza preguntarle a la chica con la que duermes y a la que no dejas de comerte con la mirada, que prefiere usar para su ciclo? Mi silencio contestó por sí solo, el bufo incrédulo. — Bien, la llamaré yo, si tu no eres capaz. El estúpido no se lo pensó dos veces, sacó su teléfono y marcó a la chica, mientras yo lo miraba sintiéndome un imbecil. Estuvieron hablando por unos minutos, mientras Jay iba agarrando cosas y leyéndolo. Él se encargó de ir metiendo algunas cosas, en los que yo me limitaba a mirar. Decidí ir a la sección de bebés, me gusta pasar por ahí, cuando vengo a comprar con Haelyn. Jay me seguía sin saber que estaba haciendo, ya un me quedé mirando el estante donde había ropa de bebe. — ¿Qué vas a comprar? –Su tono curioso me hizo gracia. — Voy a comprarle algunas cosas a Kyree. Haelyn no puede gastarse dinero en ropa nueva y ya le va quedando pequeño, pronto tendrá cinco meses y la mayoría de ropa no le valdrá. — Aww que tierno por tu parte hyung. Yo también quiero regalarle algo a Kyree, ahora es mi sobrino postizo… Le compraré un traje de Gucci, seguro le gusta. — Eso es demasiado caro, sabes que en un par de semanas crecerá y no le valdrá y será un gasto innecesario. — Pues después lo guardo para cuando tenga un hijo o alguno de nosotros lo haga. — Sigo diciendo que es un gas… Voy a comprar esa cosa extraña ¡y eso de ahí! Señalé un extraño juguete que parecía de perro, lo agarré y leí que era. Según lo que ponía era un mordedor de bebé. — ¿No acabas de decir que no debo gastar en estupideces? — oh cierra la boca mocoso… ¿Cuándo le salen los dientes a los bebés? — No lo sé… ¿a los seis meses? Realmente no lo sé. — Bueno igualmente lo compro. ¡Y esto, eso y aquello! Esa mañana me lié a comprar cosas de bebés, compré desde ropa a juguetes, e incluso una nueva sillita para el coche. Llegué a casa justo a diez minutos de que fuera la reunión con los propietarios de la casa. Me quedé un poco confundido al ver a un tipo en nuestra puerta con Kyree en brazos. Fui hasta él a paso rápido dejé las bolsas en el suelo, las demás cosas las llevaba el recepcionista y Jay. — ¿¡Quién eres y qué haces con mi bebé!? Le arrebate el bebé de forma un poco brusca, él se quedó mudo, además de asustado por mi acción. — Soy Yunho, amigo de Haelyn… debía traerlo… El chico se rascaba la nuca nervioso. Al ver que yo seguía mirándole mal, decidió quitarse la mascarilla y la gorra. — Soy Yunho de Atenas, no soy un secuestrador o algo así, señor Min. Era cierto, lo reconocí porque ese grupo era bastante cercano a Tomorrow y yo también colaboré con ellos y Kenan. — ¿Dónde está Haelyn? — Tuvo que ir a trabajar antes de tiempo, tuvimos que aplazar la comida. — Comprendo… ¿Le fue bien en la terapia? — ¿Qué terapia? No fuimos a ningún sitio, más que a desayunar. ¿No fue a su sesión de terapia? Esa loca me mintió. Si no estoy pendiente de ella, no va a ningún sitio. Se llevará la bronca y el sermón del año cuando llegue a casa. — Oh cierto no era hoy. Gracias por traerlo, puedes irte. No esperé que él se despidiera, literalmente lo deje con la palabra en la boca y entré en casa con el pequeño en brazos. Holly vino a toda prisa hacia mí, empezó a dar vueltas alrededor de mi, de felicidad. Jay y Kook se encargaron de meter las bolsas de la compra y de acomodar la comida en su sitio. — ¿Hyung te das cuenta que dijiste que Kyree era tu bebé? Su pregunta parecía más una burla, que una pregunta — ¿Qué? No digas estupideces, limpiate los oídos idiota. Fingí estar ofendido, cuando realmente dije eso y soy consciente. Lo dije en un estado de preocupación, un desconocido tenía al demonio que cuido y del que me siento responsable. Como en el caso de Kook, de Yeon o incluso de Niki. Ambos chicos se rieron de mí, algo normal, lo hacen constantemente. Me acomode en el suelo, con varios de los juguetes que le había comprado al pequeño demonio. A él lo acomode en mis piernas cruzadas, dejando su espalda y cabeza apoyada en mi estómago. Haelyn siempre insiste en que debo tener cuidado con su cabeza. Kook tomó asiento junto a mí, ambos apoyando nuestras espaldas en el sofá. Este jugaba tocando la nariz al pequeño y molestando lo. — Al final no tuviste tu día de paz y relax, hyung. Jay se dejó caer en el sofá, detrás de nosotros. — No me importa, prefiero estar con él. Ya me acostumbre a este demonio. — ¿Qué pasará cuando Haelyn se vaya de casa? — ¡Ostia puta el p**o! –Grité levantándome a toda prisa aun con el bebe en brazos. Agarré el sobre que había dejado Haelyn sobre la mesa con el dinero y salí del apartamento, para llamar a la puerta de la puerta paralela. Un hombre trajeado y robusto me abrió la puerta. No parecía estar de buen humor, supongo que por llevar diez minutos esperándome. — Traigo el p**o de la señorita Haelyn. El hombre miró de arriba abajo, sin ningún tipo de tapujo. Me sentí muy inspeccionado. — Soy el señor Moon, Moon Mingi, el propietario del piso de al lado. — El Idol que hizo la peineta en un Vlive a sus dos compañeros de grupo. — De eso hace un tiempo, pero si. — Fue en el estreno de That That, usted estaba borracho y fue hace menos de un año… En estos momentos prefería no recordar el ridículo que hice en ese directo. Lo que iba a ser un directo entre amigos tomando unas cervezas, terminó siendo un desahogo para mí. Jake por suerte se lo tomó con humor y no se molestó, me ayudó bastante en esa situación. — Bueno eso ahora mismo no importa. Vengo en nombre de Haelyn. — ¿La señora Zhou no fue capaz de venir a realizar un simple p**o? Como quiere esa idiota que confiemos en que pagará todos los meses. — Deberán confiar en su palabra y no hablar así de ella… aquí tiene su estúpido p**o. El muy idiota agarró el sobre, para contar el dinero. Empezó de mala gana y terminó aún más molesto. — Solo p**o la mitad… Esto no me compensa. — ¿Osea que usted es capaz de dejar a una chica y a un bebé en la calle, solo porque no le compensa? Creo que no sabe que esa chica está trabajando duramente para pagarle todo. Me fui más que molesto del apartamento y entré en el mío con ganas de patear al primero que se me cruzase. Coincidió que fue Kook, y literalmente le patee. El me miró entre confundido y sorprendido, mientras se sobaba la pierna. — Pero hyung… — ¡Limpia tu habitación guarro! Me miró mal, mientras se alejaba por el pasillo. Decidí encerrarme en la habitación, para calmar mi rabia. El pequeño estaba tranquilo en mi cama, mientras yo me ponía a trabajar.
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