Cuando desperté ya estaba solo en la cama. Haelyn ya se había ido. Salí de su habitación mientras bostezaba y me rascaba el brazo. Me dirigí directamente a la cocina, necesitaba un café.
Kook y Jay estaban discutiendo por unos cereales que alguien debió comerse. No me metí en su pelea, ya que en realidad me los comí yo. Y no tenía ganas de aguantar el sermón de Jay sobre no tocar su comida.
El muy idiota no se da cuenta que quienes vamos a comprar somos Jun y yo. Últimamente me gustaba ir a comprar, pero solo cuando me acompañaba Haelyn. Ella hacía que ir de comprar para la casa, fuera divertido.
— ¿Hyung, por qué dormiste con Haelyn? –preguntó Jay cruzado de brazos y con una mueca molesta.
— Es la tercera vez ya, últimamente hyung anda muy pegado a Lyn.
El mejor mostraba una gran sonrisa traviesa, mientras comía su tostada.
— No sean dramáticos, ella estaba enferma y la otra vez yo estaba enfermo.
— ¿Y la otra vez? Ninguno estaba enfermo y dormiste allí…
El tono que utilizó Kook no me gustó, detonaba demasiada pillería y insinuaba cosas que no eran.
— No saquen las cosas de contexto, solo lo hago por Kyree, ese demonio llora y Haelyn ni cuenta se da, duerme como un tronco esa loca. –aclare, cosa que hizo que ambos chicos rieran incrédulos.
Agarré mi café ya preparado y me dirige a la sala, con intención de dejar atrás a esos dos metiches. Pero no fue así, me siguieron hasta esta.
— ¿Qué harás hoy? –preguntó Jay tomando asiento en el sofá.
— Seguro llorar amargado porque no está su pequeño Kyree en casa. Es el primer día desde que viven aquí que no estarás con él, ¿cierto Hyung?
Eso era cierto, era el primer día que no tenía que estar pendiente de ese demonio. Y debía admitir que me quedé un minuto mirando su cuna vacía, cuando desperté.
— Tendré un día de paz y relax. Así que no me toquen los huevos y déjenme tranquilo.
— Y yo que quería pasar el día contigo Hyung… –Bromeó el menor de la casa.
— Pues no, porque iré a trabajar por no aguantarte. –aparte mi vista de él, centrándome en Jay. –Pero tú debes venir conmigo.
El chico se señaló a sí mismo, como si no se creyera que fuera dirigido a él.
— ¿Yo?
— No mi abuela que en paz descanse... pues clado idiota, necesito que me ayuden a comprar unas cosas que me pidió Haelyn.
— ¿Y por qué no yo, hyung? –Se quejó el menor.
— Porque tú no tienes ni puta idea de lo que necesitan las mujeres.
Deje el vaso de café, ya terminado en la mesa. Me crucé de brazos, observando la rabieta que estaba haciendo Kook.
— ¿Y Jay si?
— Jay tiene una hermana, tú no.
— Eso es cierto, ¿Qué necesita Haelyn?
— Cosas de chicas ya sabes… Bueno voy a ducharme, tu estate preparado.
Me dirigí a mi habitación, me di una ducha rápida y me puse algo cómodo. Una simple sudadera negra y unos jeans básicos. Acomode mi gorra y mi mascarilla para no llamar la atención y salí de mi habitación.
Jay ya estaba listo, justo colgaba el teléfono. Le dejé unas pautas a Kook, para que sacará a Holly de paseo y salimos de casa.
Hacía tiempo que no compraría tiempo con Jay. El silencio en el coche estaba siendo un poco incómodo. Jay encendió la radio, justamente sonaba una de nuestras canciones, Magic Shop. Esa canción me hacía volver a los tiempos en los que dábamos conciertos juntos.
— ¿Dónde fue Haelyn? –preguntó con interés.
— Tenía una reunión o algo con un supuesto amigo.
Sin quererlo me salieron unas comillas, al nombrarlo.
— ¿Un supuesto amigo? No sabía que tenía amigos, ni siquiera pensé que conociera a alguien más que a nosotros...
— No seas estúpido Jay, Haelyn tiene más vida aparte de nosotros. Ella estudió sus últimos años de carrera aquí, más amigos debe tener obviamente.
— Dos años y algo llevaba en corea, casi tres creo que dijo… ¿y su familia? Nunca habló de su familia… y ese supuesto amigo, si tan amigo es, ¿por qué no la ayudo?
— ¿Por qué narices me preguntas a mi? No tengo ni puta idea, Jay.
— Tu pasas más tiempo con ella, seguro algo te dijo.
— No se nada de su familia, solo se que la familia de Kenan eran de Ulsan. Y lo sé porque me lo dijo él mismo cuando trabajamos juntos.
— ¿No te da cosa haberle conocido y saber que está muerto? Yo no llegué a conocerle más que de vista y me parece chocante, no me imagino habiendo trabajado o hablado con él.
— Intento no pensar en eso, Jay. Y no hagas ese tipo de preguntas delante de Haelyn, es una falta de respeto.
— Lo sé, lo sé, por eso te pregunté a ti.
Resople mientras me disponía a aparcar el coche. Ambos bajamos y entramos en la empresa, daría rápido las clases a los trainers y me iría de inmediato a comprar esas cosas de Haelyn y a pagar lo que me pidió de su piso.
Al entrar en el estudio, me encontré con las tres chicas sentadas en el suelo hablando y a los tres chicos haciendo el tonto de pie. Esto me recuerda a un aula de instituto.
Los seis trainers repararon en mí, cuando dejé caer mi bolsa al sueño. Jay tomó asiento mientras observaba la escena con una gran sonrisa. Ese sí que disfrutara de la clase de hoy.
— Buenos días, me presentaré, soy M–
— ¡Oh dios mío es Moon Mingi! –Gritó eufórico uno de los tres niños, el más bajito de los chicos concretamente.
— El mismo… ¿pueden tomar asiento? Por favor.
Los tres asintieron llenos de energía. Se acomodaron junto a las tres chicas, quienes estaban igual de nerviosas y eufóricas que ellos.
— En mis clases trabajaremos el ámbito vocal… si lo sé, yo no era el vocalista de mi grupo. Pero la empresa decidió darme este puesto y producir música para ustedes.
Ellos miraban tan atentos, que me intimidaban. Escuchaba las risas de Jau, que pronto se convirtieron en dos más. Yeon y Niki del grupo "Hypen", se habían unido para ver este bochornosa clase.
Una de las chicas levantó la mano, esperando que le diera el turno de palabra. Asentí con la cabeza, para que hablara.
— ¿Cómo nos va ayudar? Dijo que no era vocalista…
Entendía su confusión.
— Cierto, no lo soy. Pero–
De nuevo me interrumpieron.
— Pero es el mejor profesor que pueden tener, a mi me ayudó mucho, ¿Verdad hyung? Y a niki le enseñó a no trabarse mientras canta. –Yeon señaló a Niki con la mano.
El susodicho asintió con la cabeza, mientras sonreía. Al parecer no soy tan mal profesor.
— Cómo iba diciendo, lo primero que aprenderán será a controlar su voz, bajo presión. ¿Conocen la coreografía de fire?
Los seis asintieron mientras cantaban trozos de la canción.
— Genial, empiecen a bailar la, repitan tres veces la coreografía y entonces empieza a cantar. No quiero descansos.
Escuche alguna queja por vaguería, pero lo ignore. Yo era igual cuando entré en la agencia. Tomé asiento en el suelo junto a los otros, Yeon no tardó en tirarse encima de mí, como si él fuera un niño pequeño de cinco años. Cosa que no es y pesa el hijo de su madre.
— ¿Les tendrás bailando todo el día? –preguntó Jay alzando una ceja.
— No todos los días, pero si la mayoría. Antes de empezar a trabajar en el estudio, quiero que tengan reforzadas sus voces. Si tiemblan se notara, igual en los conciertos.
— Es que se ven tan pequeños
— No son tanto, el mayor del grupo tiene un año más que niki. Y dos años menos que yo.
— Ya no te pongas celoso Yeon –bromee molestando al susodicho.
— ¿Dónde está Kyree, Hyung? – a Yeon le fascinó conocer a Kyree, tanto que ahora acostumbra a cuidarlo mientras yo trabajo en el estudio.
En la cena con mis padres, conoció a Haelyn y se llevaron bien. A mis padres no les molestó la presencia de la castaña, a mi madre le dio bastante lástima después de saber lo que había pasado con su pareja. Le pedí cientos de veces que no se fuera de la lengua o hiciera algún comentario fuera de lugar. Y me hizo caso, esa cena fue agradable y para qué negarlo, echaba de menos la comida hecha por mi padre.
Ellos querían volver, pero le insistí en que estaba hasta arriba de trabajo. Algo en parte verdad, además de que no quería tampoco incomodar a Haelyn. No sé nada de su familia o de ella en general.
La verdad es que siento curiosidad por ella, por su vida antes de llegar aquí. ¿Quién es Haelyn?