Prólogo
Era una mañana calurosa de verano, concretamente, sábado a las nueve de la mañana. Me retorcía entre las sábanas, intentando dormir. Pero era algo imposible, viendo el llanto desconsolado del maldito bebe del piso de al lado.
Ese mocoso era horrible, apenas empecé a escucharlo dos meses atrás. Por lo que supongo que ronda los dos meses de vida. No entiendo por qué nadie se queja. Tal vez sea porque la mayoría en el edificio son gente mayor o incluso alguna que otra familia. Me levanté a regañadientes al ver que el llanto empezó más fuerte. Salí de la habitación encontrándome en el pasillo con el chico más joven de la casa.
— ¿También te despertó?
El chico no me escuchó, siguió su camino hacia la cocina. Le seguí los pasos, cuando ambos estuvimos en la cocina, di un leve toque en el hombro del más joven.
El más joven se quitó el auricular que llevaba en una de sus orejas. – Oh hyung, ¿me hablabas?
— Si, pero ya nada.
— ¿Qué haces levantado, hyung? –Abrió el frigorífico y sacó una caja de leche.
— El dichoso bebe de nuevo. No entiendo como no puede hacerlo callar de una vez –Me queje, tomando asiento en uno de los taburetes de la isla de la cocina.
— Hyung, Haelyn no lo está llevando bien.
— Ni siquiera sé quién es Haelyn. –Me quejé de nuevo indignado, agarrando el vaso de leche que le relleno Kook.
— Es la mamá del bebé –Lo miré con obviedad – Se llama Kyree es súper adorable, pero tiene muy mal humor.
A mi no le interesaba saber el nombre del bebé, yo sólo quería dormir de una maldita vez.
— Sigo sin saber quién es ella y mucho menos me importa. Solo quiero que calle al dichoso mocoso.
— Se nota demasiado lo poco que sales de tu habitación, Haelyn es la chica que ayudó a Jay con el hábito que tenía Yeo de hacer pis en los bolsos y zapatillas.
Busqué en mis recuerdos alguna pista de quién era esa chica. No encontré nada, así que, tampoco debió importarme en ese entonces… Pero caí en un recuerdo, la pareja que discutía meses atrás en el ascensor. Ese día me tocó subir por las escaleras, hasta la séptima planta.
Ese día maldeci a la chica embarazada y al idiota que parecía ser su pareja. De nuevo volvía a darme problemas.
— ¡Ya no puedo más! ¡Ni dos minutos se calla!
Me levanté decidido y salí del apartamento que compartía con el resto de mis amigos. A los que tampoco parecía importarles el intenso berreo del bebé. Tal vez fuera porque justamente estaba pegado a mi habitación y no a la de los demás.
Camine hasta la puerta del apartamento de al lado, luciendo mi pijama de seda n***o. Llamé a la puerta dando dos toscos golpes, al instante me crucé de brazos esperando a que le abrieran.
A los dos minutos, una joven de cabello alborotado y dando el pecho al bebé por fin callado, me abrió la puerta.
Yo no lo quise, pero mi mirada fue directa al pecho que el bebé mantenía en la boca. Ella esperaba expectante a que yo me dignara a hablar, pero me había quedado trabado. No esperaba una escena así.
Al ver que no articulaba palabra, y que no apartaba la vista de su pecho, la joven decidió tomar la palabra.
— ¿Necesita algo?
— Amh… pues amh… El bebe llora mucho. – por fin conseguí decir dos palabras.
Era lógico que llorara, era un bebe con apenas dos meses de vida. Pero eso a mi no me importaba. Tampoco lo difícil que fuera para la madre del bebe, sobrellevar la situación.
— Disculpe si le despertó, intentaré hacer menos ruido. – dicho eso, la joven me cerró la puerta en las narices.
Volví de nuevo a mi apartamento, donde ahora había silencio. Kook me esperaba de brazos cruzados, y con una clara y notoria cara de enfado.
— ¿Qué? ¿Por qué te pones así?
— Eres tonto, hyung. ¿¡Cómo se te ocurre ir a quejarte a su casa!? ¿Acaso sabes lo difícil que es cuidar de un bebé solo?
— Pues que se haga cargo también el padre, pueden atenderlo entre los dos. –Me tomé el vaso de leche de un sorbo y estaba dispuesto a irme a mi habitación de nuevo.
Pero Kook me lo impidió, poniéndose en el medio del pasillo.
— Por favor, dime que no le dijiste eso a ella.
— No lo hice, me quedé trabado mirándole el pecho, dios que vergüenza. ¿¿Cómo puede abrir la puerta así??
— Eres un idiota, hyung. Su pareja falleció, es el chico que salió en las noticias hace dos meses. El del accidente de coche.
— ¿Al que se lo llevó por delante un camionero borracho? –Pregunté sintiendo un poco de lástima por lo sucedido.
El menor de los dos asintió con su cabeza. Ambos nos quedamos en silencio, un silencio que poco duró, ya que de nuevo el llanto del bebé retumbaba en el apartamento.