28

1393 Words
Tuve que venir antes al trabajo por una emergencia que tuvo Donghae, al parecer tuvo que asistir a una reunión de alumnos y nadie podía hacerse cargo de la tienda. Me dio lastima tener que posponer mi mañana con Yunho, pero no podía faltar al trabajo. Más ahora que estoy totalmente sin blanca. No me queda nada en mis ahorros. La hora de la comida fue tranquila, solo entraron grupos de adolescentes para comer ramen y pillar algo de beber. Algunos hombres venían a comprar tabaco, pero no hubo más clientes durante las cuatro de la tarde. Donghae llegó a la tienda sonriente y con un par de papeles en la mano. Camino hasta mi, tomando asiento en el mostrador. — Mis notas son las mejores de la clase, ¿puedes creerlo? –me mostró el papel con sus notas –Yo aun no me lo creo. — Serás un buen médico, Donghae. — Me da miedo envenenar a alguien –Bromeó sonriendo. — Mientras no sea a mi… Yo no diré nada. –bromee con él. Bajo del mostrador y se puso el chaleco del uniforme. — ¡Deberíamos ir a celebrarlo! –dijo en un tono elocuente — ¿ir a celebrarlo? — Si, después de trabajar tomar algo para celebrar que no soy estúpido y que tendré una carrera universitaria. — Bueno está bien, pero solo una cerveza, no puedo beber de más aún. — No iremos por cervezas, ¡esto merece una botella de soju! No me negué, por un lado pensé que sería de mala educación decir que no al jefe, aquí no está bien visto negarse a tomar algo con el jefe o superior. Además de pensar que tal vez me vendría bien despejar la mente… Llevo tanto tiempo sin tomar algo de alcohol, nueve meses de embarazo, más cuatro meses de nacimiento de Kyree. Hecho en falta esa sensación de liberación que produce el alcohol. Pero tengo muy claro que no debo pasarme, ya que sería malo para la lactancia de Kyree e incluso para mi. El trabajo de nuevo fue tranquilo, los clientes que más entraban, eran adolescentes que venían después de las clases. La mayoría rondaba los diecisiete años de los veinte, los chicos solían venir en grupos. Compraban comida y cigarros, alguno que otro pedía algo de alcohol, por no hablar de lo coquetos que eran y no de los buenos, era bastante incómodo. Al cerrar la tienda, nos quedamos sentados en las mesas de afuera de la tienda. Él preparó un poco de ramen y soju. Se aseguró de que yo comiera bien, para que el alcohol no me subiera tanto. — ¿Te volvió a molestar el chico ese? Lo vi antes comprando tabaco y te note incomoda después de que él se fuera. — Ese chico es extraño, me mira de forma rara y es incómodo. — Algunos tienen extraños fetiches con las chicas extranjeras… tú solo evita estar sola con él, si lo prefieres y yo estoy cerca cuando él entre a comprar, le atiendo yo. — No te preocupes, tu estas ocupado estudiando, puedo hacerlo yo. Él me regaló una gran sonrisa, para dar un trago a su bebida. Mi teléfono comenzó a sonar, sacándome del trance en el que estaba mirándolo atontada. Al ver en la pantalla el nombre de Mingi, me puse nerviosa. Conteste rápidamente, sabiendo que me esperaba un sermón por no avisar de que llegaría tarde. Al responder, me salió la risita tonta. Esa que sale cuando vas un poco borracho y no puedes controlar. — buenas noches Mingiee~ — Amh… ¿Se puede saber dónde estás, Haelyn? Definitivamente estaba molesto, lo notaba en su voz. — Estoy tomando algo para celebrar con Donghae, él aprobó un exámen importante. — Haelyn te he dicho que me avises cuando te retrases. ¿¡Cómo qué tomando!? No debes tomar alcohol. — Ay papá no seas aburrido, solo fue una… bueno dos botellas de soju. –corregí al ver las dos botellas en la mesa Escuche como renegaba tras el teléfono. Si, está bien enfadado. — Iré a por ti ahora mismo, no estás en condiciones de venir andando a casa. — Estoy bien, soy una persona adulta, no necesito un estúpido padre regañandome. Directamente colgué, Donghae me observaba con detenimiento. — El tiene razón Haelyn. Ya avisé que no sería bueno tomar otra. Se llevó ambas botellas, una aún sin terminar y las tiró en la basura. Lo miré arrugado la frente, ahora todos van de padres del año. — Soy mayor que tú, no deberías quitarme la bebida. — Pero tú estás borracha y yo no. Debería llevarte a casa, venga levanta. El chico de cabello rubio, me ayudó a ponerme en pie. Me costaba un poco mantener el equilibrio. Más cuando el Hyundai paró delante nuestro y de él bajó Moon Mingi en pijama y con cara de querer degollarme. Definitivamente se venía el sermón del año y lo peor es que yo seguía riéndome imbécil, sin yo poder controlarlo. (♡×♡) Pov - Mingi Cuando bajé del coche, para recogerla, vi como se tambaleaba y debía ser ayudada por el chico con el que trabaja. Se reía mientras me miraba, soy consciente de que es por el alcohol. — Haelyn… Vamos a casa. — No quiero ir a casa… — Me da igual, Haelyn. Son las dos de la mañana y vine hasta aquí en pijama, vas a venir aunque deba llevarte a cuestas. — Estoy con él, debes ir a casa, Lyn. El chico me dio toda la razón, mientras me ayudaba a llevarla hasta el coche. Con su ayuda pude meter a la chica en el coche. — Gracias por cuidar de ella. Intenté ser amable con el tipo, al fin y al cabo me ayudó y Haelyn dentro de lo que cabe, estuvo a su cuidado. — En realidad lo siento, solo quise celebrar mi nota y no debí haberla dejado tomar de más. — Puede llegar a ser muy testaruda y convincente, me creo que te convenciera. — Lleguen bien a casa, dile que mañana puede venir más tarde, al haber hecho horas de más hoy. — Yo se lo digo. Nos despedimos con un simple asentimiento de cabeza. Subí al coche donde la chica ya estaba frita en el asiento, literalmente estaba roncando. Nunca la entenderé. Apenas tardamos cinco minutos en llegar a casa. No tuve cojones para despertarla, era imposible hacerlo. Su sueño ya de por sí es pesado, borracha es aún más. Me tocó llevarla en brazos, algo que no me gustó para nada. Demasiada cercanía. Llegué por fin al piso, me costó abrir la puerta, pero lo conseguí rápido. La llevé directamente a su habitación y la dejé caer en la cama bruscamente. Revisé la cuna, para asegurarme de que Kyree seguía dormido. La chica despertó al haberla soltado tan bruscamente. No tardó en echarse a vomitar en el suelo. — ¡No, no, no, Haelyn! Menuda noche me esperaba. Y no me equivoque, pude dormir al fin a las cinco de la mañana, cuando al fin ella se durmió y dejó de darme la noche. Pensé que al haber vomitado, la pequeña borrachera cesaría. Pero no fue así. En cuanto se puso en pie después de echarlo todo, se aceleró en todos los sentidos. Literalmente saltó hasta en la cama, mientras me obligaba a hacer lo mismo. Obviamente no lo hice, solo me quedé observándola de brazos cruzados. Pero admito que me reí demasiado cuando cayó de la cama, pero me espanté cuando empezó a llorar como histérica, despertando a toda la casa. Kook fue el primero en aparecer a toda prisa por la puerta, se quedó mirándome realmente mal. Lo entiendo, aún está enfadado por la patada, además de que aún me estoy riendo con Haelyn abrazándome y llorando tal cual niña pequeña. — Cada vez la humanidad está peor… mejor vuelvo a la cama. Se fue de nuevo indignado, Jay y él se debieron de encontrar en el pasillo. Ya que los escuche cuchichear, pero ninguno entró de nuevo en la habitación. Algo que agradecí, ya que pude relajarme y relajar a la chica. Terminé sentado en el sillón de atender a Kyree, con Haelyn en mi regazo leyendo un dichoso cuento infantil. Una extraña imagen, pero acogedora para mí.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD