Recibí una llamada que me hizo salir de la sala y salí de la discusión. La verdad es que tampoco me importaba lo que hablaban, yo debía ir si o si, obligada. Y entendía que él no quisiera ir.
Bastante molestia estoy siendo ya.
Conteste la llamada en cuanto entre en la habitación. Estaba nerviosa al ser un número privado. No suelo recibir muchas llamadas y las que normalmente son de números privados, son malas noticias.
— ¿Señorita Zhou Haelyn?
— Si, soy Yo. ¿Quién llama?
— Le llamamos del seguro de vivienda, le comunicamos que al no tener el seguro en regla, no podemos ayudarle con su deuda en estos momentos.
— ¿¡Qué!? No, haber, podemos arreglar esto, puedo empezar a pagarlo si me dan un tiempo, por favor.
— No podemos hacer eso, señorita. Ya tuvo dos meses para pagar y no lo hizo.
— ¿¡Me está jodiendo en serio!? Estuve ocupada atendiendo el funeral y los papeles de defunción de mi pareja, por no hablar de que después estuve pariendo. ¿¡Cree usted que yo tuve tiempo de ponerme al día con los gastos, cuando no podía levantarme de la puta cama!?
— Señorita, sus problemas no son problema nuestro.
— ¿Y ustedes dicen cuidar y mantener seguro al ciudadano? ¡Estafadores de mierda son! ¡Un seguro de mierda es lo que tienen!
— Le repito, nosotros somos un seguro de hogar, y usted dejó de pagar. Por lo tanto, no nos haremos responsables de los desperfectos de su casa.
No quise escuchar más, colgué la llamada y tiré el móvil a la cama hecha una furia. Quería gritar de la ira y la frustración que tenía.
Salí de la habitación después de soltar varios insultos más al aire, agarré mi teléfono de nuevo y me dejé caer en el sofá, ambos chicos me miraron como si esperarán que les contase que era lo que me atormentaba.
— ¿Kyree está bien? Lo veo muy callado.
El pequeño descansaba en el pecho del chico de piel pálida, muy tranquilo, diría que demasiado tranquilo para lo ruidoso que es normalmente.
— Creo que le gusta estar con Mingi hyung, se ve agusto con el. – El menor de los chicos jugaba con la pequeña mano del bebé.
A Kook parecen gustarle las manitas y los pies pequeños de Kyree, le hacen gracia.
— Iré.
Tanto yo, como Kook nos quedamos confusos al escuchar al mayor ahora mismo en la sala.
— ¿Ir a donde, hyung?
— Al dichoso club de madres. Iré solo un día para probar que tan horrible es, no prometo ir de nuevo.
— Gracias, Mingi… –No sabía qué decir, realmente no esperaba que aceptara ir.
Pero veo que se deja llevar y manipular bastante por los dos pequeños de la casa. Jay y Kook hacen lo que quieran con Mingi. Una linda relación de hermano mayor, con sus hermanos pequeños.
— ¿Con quién hablabas por teléfono? –Cambio de tema radicalmente, sin darme tiempo a pensar qué decir.
¿Cómo le digo a las personas que me están dejando quedarme en su casa, que estoy arruinada y que apenas tengo dinero para comprar un paquete de pañales y una pechuga de pollo?
— Nada… solo el seguro no se hará cargo.
Omití la parte en la que estoy endeudada con mi piso por no poder pagar los arreglos.
— ¿Sabes ya lo que cuestan los arreglos? –preguntó Kook poniéndose en pie.
Negué con la cabeza. Aún no me había reunido con los propietarios y la verdad, ganas de más malas noticias no tenía.
— Iré después a hablar con ellos, a ver si llegamos a algún acuerdo.
Eso no me la creía ni yo, los propietarios del piso estaban deseando que nos mudáramos para remodelar todo y alquilarlo más caro.
— Bueno yo debo irme, quedé a comer con mi hermano y veré a Bam. Puede que esta semana lo traiga a casa ¿No te importa Haelyn?
— Es tu casa Kook, no debes preguntarme. Pero por mi no hay problema, no veo a Bam desde que estaba embarazada.
Recuerdo que siempre nos cruzábamos en el pasillo y bajábamos juntos en el ascensor, Bam es un perro curioso como Kook. El dueño solía pedirme tocar mi vientre, mientras él perro lo olía. Era tan gracioso, a Kenan le hacía mucha gracia y decía que cuando naciera el pequeño, adoptariamos un perrito, para que Kyree se criara con un mejor amigo.
— No es justo, si tu traes a Bam y Jay tiene a Yeo, yo traeré a Holly. –Se quejó el mayor, acomodándose mejor en el sofá, aún con Kyree en sus brazos.
— Holly y Bam no tendrán problema, Bam está castrado y respeta a sus mayores… pero Yeo es un perro más complicado, ya sabes, como Jay.
— Pues que esta semana Yeo se quede en casa de los padres de Jay. Así evitamos problemas de testosterona, además Yeo es el único que suele estar aquí casi siempre, por una semana no va a pasarle nada.
Dieron por finalizada la conversación cuando Kook tuvo que responder una llamada y contestó saliendo de casa.
De nuevo sola con el chico. Jin estaba ocupado, tenía puesto música en su habitación y cantaba mientras preparaba su maleta.
— Yo debería ponerme a trabajar…
— ¡Espera! – Frene su intención de levantarse y darme el bebé. –Ayúdame con el currículum, nunca hice uno… Me daba vergüenza decirlo antes, pero la vergüenza no va a pagarme el alquiler.
El suspiro con cierta pesadez, me pasó al pequeño y agarró su MacBook, tomando asiento a mi lado. Era una de las primeras veces en las que lo tenía tan cerca, me ponía nerviosa que nuestros brazos se tocarán. Pero me gustaba la sensación, me recordaba a cuando Kenan me ayudaba con trabajos. ¿Por qué todo tiene que recordarme a él?
— ¿Haelyn me has escuchado?
Lo miré directamente a los ojos, era la primera vez que decía mi nombre. Su pronunciación fue graciosa, tanto que me hizo sonreír y agachar la cabeza para esconderlo. Asentí con la cabeza, aún no habiendo prestado la más mínima atención.
— Necesito que me des tus datos, trabajos que ya hayas realizado, idiomas que hablas o puedes manejar… –Antes de que continuara, saque mi carnet de identificación de la funda de mi teléfono. – ¿¡Veintidós años!? Tienes veintidós años…
— Si… ¿Pasa algo?
— Te saco cinco años… Eres muy joven para ser tan pronto madre, se nota que no eres de aquí. La mayoría ya espera a los treinta.
— ¿Eso haces tú? Esperas a los treinta para crear tu familia
—Ya tengo una familia, mi hijo es Holly, soy padre soltero. Pero sigue sorprendiendo tu edad. ¿Cuantos tenía Zhou Kenan?
— Su cumpleaños sería dentro de dos semanas, cumpliría veintiséis…
Recordar su cumpleaños y lo que tenía planeado para este, sabiendo que era el primero en el que tendría a su hijo, me hizo venirme abajo. Me derrumbe emocionalmente por dentro. Mi cabeza se apoyó en el brazo del chico, sin yo quererlo.
Note como el se puso nervioso, su pulso iba un poco más acelerado.
— Amh bueno continuemos. Terminemos esto cuanto antes.
Entre los dos fuimos rellenando poco a poco mi currículum. El llamó por teléfono para que trajeran comida ya hecha a casa y seguimos concentrados en eso.
No todo fue apoyo y felicidad, discutimos muchísimo. Hasta nos insultados un par de veces por no estar de acuerdo en tonterías del currículum. Pero se nos pasaba en cuanto hacíamos ronda de alita de pollo.
Me sorprendió lo tranquilo que estuvo Kyree, solo llevo un par de veces por comida y por un cambio de pañal. El resto de la tarde estuvo tranquilo en su columpio de bebés. Al parecer el doctor Do tenía razón, yo provocó los llantos desconsolado de Kyree.