Me quedé traspuesto con las palabras de Jay. ¿¡Cómo qué debo acompañarla a la mierda esa de las madres!? A mi nadie me dijo que ahora también además de Niñero, amo de casa, y persona ocupada con su trabajo, debía ser acompañante a clases donde hay puros demonios con pañales. Sólo de pensar en los lloriqueos, en la cantidad de madres agobiantes, los pañales oliendo y esas mujeres dando de comer a sus hijos con los pechos fuera, me entran ganas de encerrarme en mi habitación y no salir hasta que pasen veinte años y Kyree vaya a la universidad.
- Por encima de mí cadáver, Jay. -Sentencíe tajante.
- Hyung no seas así, sé amable. -Tuvo la cara de regalarme el chico aún disfrazado de policía.
- No pienso ir a esa mierda, ya lo dije. Bastante que hice de chófer y soporto a esa cosa y el bebé en casa.
- ¿¡Cómo qué cosa!? -Me señaló con el dedo indignada - ¡Será idiota! Si lo sé, te hubieras jodido en el supermercado... "Cosa" dice.
- ¡Ven como serian mi pareja odiada perfecta! -Grito Jay.
Justo en ese momento, entró por la puerta Kook. El chico de cabello n***o y tatuajes se agachó en la entrada para saludar a Yeo.
- ¿A qué viene tanto grito? Se escucha desde el pasillo.
- Mingi hyung no quiere ayudarme a practicar y tampoco quiere acompañar a Haelyn al club de mamás. -El berrinche de Jay me estaba amargando lo que quedaba de mañana.
- ¡oh vamos no me pongas como el malo de la película! -Me defendí.
Pero poco importó, ya que Kook sin pensarlo se puso de lado de su mejor amigo de juegos y travesuras en casa. Esos dos juntos son peor que dos niños. Se pasan los ratos que tienen libres creando bromas para gastarle a Jin hyung.
- ¿Cómo no quieres ir al club de mamás? Eso suena súper divertido, hyung.
- No, no lo es. -Me crucé de brazos dándome cuenta de que la chica ya no estaba con nosotros.
¿En qué momento se fue? Empecé a buscarla con la mirada, pero no la veía en la cocina. Y no me llega la vista al pasillo, desde la comodidad del sofá.
- ¿Haelyn? -La llame aún desde el sofá, llevándome la mirada de esos dos mocosos.
- Habrá ido al baño, deja de molestar, hyung. -Jay agarró en brazos al pequeño, a quien había comenzado a llorar. - Aigoo creo que este bebé necesita un cambio urgente... uf que mal huele.
- ¿¡Pero qué comió!? huele horrible... -Continuó el menor.
- Uf no puedo sujetarlo, es horrible, mi nariz no lo soporta. Toma hyung, debo irme. - Me soltó al bebé aún yo negándome y se largó a toda prisa de casa con su perro.
- ¡Yeon Kook no des ni un paso más!
- Hyung tengo trabajo...
- ¡Yo tambien tengo! -Me queje aun sentado, pero el chico seguía alejándose poco a poco - No, Yeon...
Me ignoró, con una gran sonrisa y se alejó por el pasillo. Me las pagarás, Yeon Kook. Me centré en el bebé, quien estaba babeandome la camisa que llevaba. La verdad es que esos dos mocosos fueron muy exagerados, no huele tan mal, pero es cierto que él parece estar incómodo.
Algo que entiendo totalmente, agradable tener un pañal lleno de popo, no parece.
- ¡Haelyn! ¿¡Dónde estás!?
Me quité con cuidado de encima el MacBook, que estaba en mi regazo. Lo dejé aún lado del sofá y me levanté con el demonio con pañales. Es un buen apodo, para este extraño ser vivo.
Crucé el pasillo hasta la habitación en la que se está quedando la chica. Abrí la puerta con dificultad, pero me quedé en silencio observándola hablar por teléfono más que enfadada. Le estaba recriminando a alguien, está tan molesta que me da miedo acercarme.
La conozco poco y apenas la he visto enfada. Pero en ese momento juraría que hasta echaba humo por las orejas. Salí de la habitación, para evitar interrumpir y llevarme yo la regañina.
Me crucé con Jin, quien acababa de llegar a casa. Le impedí el paso, necesitaba ayuda con el demonio con pañales y su madre no parecía estar en el mejor momento.
- Necesito tu ayuda, me han dejado tirado con esto y creo que por lo que hueles ya sabes que está pasando.
- Mingi tengo cosas que hacer, mañana tengo un viaje a Busan y grabar el programa de cocina.
- Por favor, hyung... -Suplique de forma infantil.
Con Jin es con el único que soy un poco más infantil, aparte de mi hermano mayor.
- Aigoo... Está bien, te ayudaré. ¿Dónde está Haelyn?
- Es mejor no molestarla ahora mismo, está con una llamada importante.
Los dos entramos en la habitación de Jin, él se encargó de traer la pañalera del pequeño demonio. También se encargó de acomodar la manta sobre su cama, para dejar al bebé tumbado.
Mientras lo observaba, no pensaba hacerlo yo. Por dos razones, una me da asco. La segunda es por miedo a hacerle daño, es un demonio muy pequeño y frágil, y yo soy un bruto.
- Te libras de que se encargarme de un bebé, por mi sobrino... Pero me debes una muy grande, Moon.
Me limité a afirmar con un sonido nasal, mientras él terminaba de acomodar el nuevo pañal.
- ¿Qué le dijeron a Haelyn en el médico? ¿Todo está bien?
- Tenías razón, ella no está bien... Le han recomendado ir con un especialista, y también ir a unas clases para madres primerizas.
- Espero que seas agradable con ella en mi ausencia, Moon. -Me señaló con el dedo, en forma de advertencia.
- Me estoy comportando bien, hyung... aunque a veces es un poco desesperante.
Me pasó al bebé ya cambiado y empezó a recoger todo lo que había utilizado.
- ¿Sabéis algo más de su piso? Vi a varios hombres de traje entrar en él, junto a dos bomberos.
- No, que yo sepa no nos cruzamos a nadie en todo el día. Ni tampoco hemos ido aún.
Me pareció bastante raro que varios hombres fueran a revisar el piso y no avisarán a la propietaria.
- Eso es raro. Tengo la sensación de que algo malo pasará y sabes que yo nunca me equivoco.
- Ya lo sé, el diablo sabe más por viejo que por diablo... siempre dices esa frase de abuelo.
El mayor del apartamento terminó hechas dome de su habitación, para dejarle terminar de preparar su maleta. Al volver a la sala, me encontré con Kook despanzurrado en el sofá, comiendo ramen.
- ¿No tenías mucho trabajo? Mocoso mentiroso...
- Ay ya Hyung, no eres mi padre déjame ser libre.
Rodé los ojos, para terminar tomando asiento a su lado. El aprovechó para acercarse a mí y jugar con las pequeñas manos del demonio.
Ver a Kook sonreír siempre me pone de buen humor. Desde que el grupo se disolvió y lo sucedido en esa etapa, dejó devastado al pequeño maknae. Para él hermoso su familia, sus hermanos y todo su mundo se vio hecho trizas.
John y Seok no fueron conscientes del dolor que sintió el más joven, ni tampoco lo mal que lo pasó. Kook llegó a perder la voz por más de seis meses, no salía de casa y no era el chico risueño, competitivo y adorable de siempre. Kook se convirtió en mi, por unos largos meses. Pero ¿Quién estaría bien, después de perder a la figura paterna que más admiras? John para Kook lo era todo, era su padre, su razón para esforzarse día a día y dar todo de sí. Y Seok, está claro que él era un hermano mayor para Kook, su esperanza y sus ganas de ver el mundo con positividad.
Pero todo eso se fue a la mierda, por el egocentrismo, la envidia, la codicia y el deseo de más. Todos queriamos sobresalir después de separarnos como grupo. Lo que pasa es que a algunos les dio igual pisar el trabajo de otros, llegaron las discusiones, la rivalidad y el mal rollo a casa.
- El hijo de John cumplía hoy su primer año, hyung.
- Lo sé, Kook... ¿Pedimos pizza y celebramos los tres meses de Kyree?
Si, lo sabía. Escuche su fecha de nacimiento en el hospital, ayer hizo sus tres meses y para algunas personas extrañas, eso es motivo de celebración. A mí me parece exagerado, bastante con cumplir años una vez al año.
(explicación)
Hyung = hermano mayor
maknae = menor del grupo