POV MAR
Hacía unos días había conocido a un amigo de mi primo, era perfecto. No podía sacar de mi mente su largo pelo, su sonrisa tierna y sus ojos color café.
Sabía que no éramos iguales, a mi mis papás me tenían muy controlada. En cambio, él era un ser libre que podía disponer de su tiempo como se le diera la gana.
Todavía no sabía su nombre, no me animaba a preguntar.
Ya lo había visto cuando fui a comprar a la librería y el tener su mirada sobre mi me puso más que nerviosa.
Esta vez era diferente porque mi mejor amiga había venido a mi casa por unas horas y por suerte pude mostrárselo de alguna manera.
Íbamos caminando hacia el kiosco cuando lo vi observándome desde lejos. A medida que nos acercábamos tome su brazo con más fuerza, a la vez que mis mejillas se tornaban rosadas.
-Hey, ¿Qué pasa?
Dijo Yesica mirándome a los ojos.
-Mira disimuladamente hacía la esquina. Es el chico que lleva una coleta.
Mi amiga como siempre no me hizo caso y como si solo se tratara de mirar un negocio volteo su cara rápidamente para clavar sus ojos en él y dibujarse inmediatamente una sonrisa en su boca.
-No está mal, es bonito.
- ¿De verdad lo crees?
-Sí, claro. ¿Y sabes si le gustas
-No lo sé, tampoco es como si tuviera mucha experiencia con los chicos.
En ese instante, el emitió un silbido y mis mejillas se calentaron nuevamente. Sonreí como una tonta, ni siquiera pude despegar mis ojos del suelo.
Hicimos unos cuantos pasos más cuando mi amiga volvió a hablar.
-Creo que eso respondió a mi pregunta. Amiga, a ese chico le gustas.
- Bueno esto es nuevo, ni siquiera sé cómo comportarme cuando está a solo unos metros de mi.
- ¿Y qué tal si empiezas por saludarlo?
- ¿Qué? Si ni siquiera puedo formular una palabra sin quedar como una idiota que se traba con sus propias palabras.
Ella se divertía con mi comportamiento.
Definitivamente estaba empezando a gustarme un chico malo.