Amor a primera vista
Hola mi nombre es Ezequiel y esta es una parte de la historía de mo vida.
Cuando tenía 13 años puse mis ojos en una chica, ella era de estatura pequeña, algo así como de 1.55cm, ojos color marrón pero que a la luz del sol se veían verdosos, cabello castaño oscuro largi, con los rulos más bellos de este planeta, piel blanca como el algodón y un lunar cerca de su boca que invitaba a perderse en ella.
Aunque ambos vivíamos en el mismo barrio nunca nos habíamos cruzado o al menos, ni ella , ni yo, nos habíamos percatado de nuestras presencias.
En esa época empecé a juntarme con mis amigos en la esquina de casa, sobre esta había un cantero y todas las tardes nos sentábamos allí a tomar un refresco o a fumar un cigarrillo de tabaco a escondidas de nuestros padres.
Por esos tiempos yo iba a una escuela pública que quedaba a solo 6 cuadras de casa. En cambio ella, por algunos años, tuvo un poder adquisitivo más elevado y sus padres la enviaban a una privada que quedaba un poco más lejos.
Ella era la prima de mi mejor amigo, pero muy pocas veces la veía en su casa. Bueno era como una prima por elección propia, ellos se conocían desde chiquitos, algo así como que habían nacido casi a la vez, solo los separaba 1 año y 1 día y sus padres eran amigos desde jóvenes.
Una tarde estaba en la dichosa esquina, cuando ella paso caminando sola rumbo a una librería. Jamás la había observado con atención pero esa tarde algo cambio y no pude evitar posar mis ojos en ella. Los chicos me hablaban y yo estaba absorto en mis pensamientos, hasta que un chiflido insoportable atravesó mis oídos sacándome del trance.
-Va a ser mejor que pongas tus ojos en otro lugar.- Menciono Hernán con enojo.
-No sé de que hablas.
Intente sonar lo mas natural posible, pero ya todos se habían dado cuenta de que la miraba a ella.
-No te hagas el tonto. Te advierto Ezequiel, con ella no.
No entendía porque de repente me advertía sin siquiera considerar darme una explicación. ¿A caso a mi mejor amigo también gustaba de ella?
-No sé de que hablas, pero si te gusta podrías decírnoslo.
Me observaba con asombro y sin rodeos me increpo.
-Idiota, es mi prima. ¿Comi me va a gustar?
Mi cara se convirtió en el color de un tomate. Había quedado como un tarado.
-¿Tu prima? Nunca la vi en tu casa.- Miraba el suelo intentando disimular mi sonrojo.
-Tal vez nunca prestaste atención, casi todas las tardes esta en mi casa con mi hermana mayor. Es más ha estado en cada uno de mis cumpleaños.
Qué situación más rara, nunca la había visto. Era imposible que nos hubiésemos cruzado, definitivamente recordaría esos ojos.
-Bueno no tienes nada de qué preocuparte, no la veo con esos ojos.- Intente sonar lo mas despreocupado posible.
-Mas te vale o te las veras conmigo.
El tema no se volvió a mencionar, al menos por un tiempo. Pero en lo que a mí respecta estaba impaciente esperando que regresara.
Una hora después la ví volver, me escude detrás de una lata de soda. Mis ojos nuevamente estaban posados en ella, tenía como un imán. No había manera de que pasara desapercibida.
Ella diviso a su "primo" entre medio de todos nosotros y con una voz cálida y tímida a la vez, lo saludo de lejos.
-Hola Hernán.
-Hola Maru.
Así que le decían Maru, bueno al menos sin quererlo ya sabía su nombrr o mejor dicho su apodo.
Ella agacho la cabeza al cruzar su mirada con la mía y continúo su camino.
Al parecer no fui muy discreto y la había incomodado.
La noche no tardo en llegar y volvimos a nuestras casas. Para cuando me fuí a dormir todavía la tenía rondando mi mente.