ANIKA ¿Cariño? ¿Qué madres estaba insinuando? ¿Una noche loca y desenfrenada? Gritos de perra loca ¡Aaaah! Pero tenía que ser reservada. Escucha Anika, mi reina, al menos de que el descarrilado de tu jefe te de un muy buen motivo, pero un muy buen motivo. Para tal vez dejarlo ir un poco más allá. Si es que no eran ideas mías. En realidad no sabía si en verdad le interesaba o no. Desde el apretón de nal**gas en el probador me decidí a no ser una más en su lista. Ay, de lo contrario, terminaría abriendo Tinder y teniendo citas al por mayor con tal de pasar página. O tal vez salir con Christopher, que no había sabido nada de él desde las rosas y eso se me hacía extraño. También estaba Foncho que me invitaba a cenar a cada oportunidad que tenía. En fin, este hombre que tenía como jefecito