ANIKA Estaba corriendo como alma que lleva el diablo por las escaleras de emergencia, y si venía tomada de la mano de un demonio que corría dejando los pulmones en el aire. Parecía que estaba tomando su clase de cardio conmigo yendo despavoridos hacia la salida del lobby. — Aiden —, lo llamé por su nombre entre jadeos—, ¿a dónde me llevas? — Tu flojita y cooperando —. De no ser porque estábamos bajando las escaleras como dos fugitivos escapándose de la prisión, juraría que eras los piropos de un albañil—. Espera, eso sonó muy mal, a lo que me refiero es que confíes en mí. Créeme que por algo estamos corriendo. — Sí, y me gustaría saber si ese algo tiene que ver con algún asesino en serie o con Perla corriendo tras de ti con polvo pica pica. — Es algo mucho peor que solo polvo pica