Una historia de aventuras sin final

El burrito de frijoles

En marzo del 2017 en Jalisco se inició una competencia de escalada llamada; circuito de boulder. La primera competencia fue en Guadalajara, la siguiente fue en Corde Terrae y la tercera volvería a ser en Guadalajara, por lo cual todos estábamos entrenando muy duro, Leonardo, Aria, Noel, Rebeca y yo, habíamos ganado podio en competencias anteriores, por lo cual teníamos más posibilidades de quedar en podio en la final del circuito. 

Estaba en la misma categoría que Aria, yo en especial no podía superar el hecho de que una niña más pequeña que nosotras estaba en el primer lugar y no perdía ni una sola competencia. Su nombre era Giselle, la niña y tenía 12 años, ella ocupaba el primer lugar en el circuito. Yo había ganado el tercer lugar en la competencia de Corde y solo restaban dos más, tenía que obtener por lo menos en un primer lugar para quedar en podio, sería muy difícil pero no imposible. 

Leonardo, Cleo y yo cada vez nos volvíamos más unidos, al pasar el tiempo y terminar segundo semestre de preparatoria, Leonardo llego a confesarme que le gustaba, pero realmente yo no tenía mucho interés en tener una nueva relación con alguien más, pues no tenía mucho de haber terminado con Ramiro por lo cual  tenía intenciones de iniciar  otra relación. 

La tercera competencia seria en un Gimnasio de Guadalajara, pero diferente al anterior, era un gimnasio básicamente nuevo, Joan, Leonardo y yo anteriormente habíamos competido en ese lugar en un aniversario, donde había logrado obtener el tercer lugar, pero termine con un esguince en el tobillo que me impidió escalar dos meses un año atrás. 

En algunas ocasiones Leonardo y yo llegamos a salir con amigos en común al salir de la preparatoria, o en otras ocasiones nos íbamos juntos a Corde para escalar, en diversas ocasiones nos llevaba Joan ya que este era el primo de Leonardo. 

Cleo a estas alturas de su año sabático por situaciones muy externas a ella decidió cambiar de carrera, por el momento solo estaba considerando la carrera de criminología, pero aún estaba decidiéndose, pues como ya no se iría a vivir a cinco horas de distancia, estaba considerando el vivir en Guadalajara que se encontraba a una hora de distancia, pero aún faltaba que decidiera a que universidad ingresar. 

Cuando se llegó el día de la competencia, la mayoría nos encontrábamos muy nerviosos, pues necesitábamos un muy buen puntaje para lograr obtener podio en la final. 

Realmente no hay mucho que contar sobre esta competencia, pues fue muy rápida, yo logre obtener un tercer lugar en el podio y Ariana obtuvo el segundo. Leonardo había logrado obtener el primer lugar en la competencia al igual que Noel.

Cuando llego el momento de regresarnos Cleo, Ariana, Aron, Leonardo y yo nos regiremos en la camioneta de Joan. En el camino decidimos parar en un restaurante de comida rápida, para ser específicos era un restaurante de burritos, pues este restaurante estaba ubicado sobre la autopista de regreso a casa y estaban abiertos las 24 horas.

-Solo compramos los burritos y nos regresamos. Nos los comemos en el camino- Nos dice Joan. 

-De acuerdo- le dice Aron. 

-Está bien, ahorita nos vemos aquí mismo entonces. -Les dice Cleo. 

Cuando bajamos de la camioneta, tomamos unas charolas y comenzamos a pasarlas por el comedor. 

-Me da un burrito de frijoles- le dice Cleo a la chica que estaba del otro lado del mostrador. 

-A mi igual- Le sigue Ariana. 

- ¿Enserio vinieron a comprar burritos de frijoles? - le dice Joan entre decepcionado, divertido y asombrado. 

-Es que saben muy ricos- responde Cleo. 

-Ay Cleo- le digo chocando mi mano contra mi cara. 

-Es enserio están ricos los frijoles. - Me dice Ariana. 

-Me da uno de bistec en salsa roja por favor- le digo a la chica del mostrador. 

Pasamos por nuestros burritos y al finalizar la barra donde atendían cada quien pagó su burrito. 

Nos dirigimos a la camioneta cuando todos teníamos nuestro burrito en la mano. Cleo, Ariana, Leonardo y yo nos encontrábamos en el asiento trasero, mientras que aron y Joan estaban en los asientos delanteros. 

-Esperen, me comeré mi burrito antes de manejar- nos dice Joan sin subirse a la camioneta y quedándose a un lado de Aron a un lado del asiento del copiloto. Nosotros decidimos sacar nuestros burritos y comenzar a comerlos, pues ya teníamos hambre.

Cuando comenzamos a comerlos sentí que algo me cayó en la pierna, yo agaché la vista para ver que fue, cuando me di cuenta que eran frijoles del burrito de Cleo. 

-Cleo me cayeron tus frijoles- Le digo limpiando los frijoles. 

-Lo siento, se me están escurriendo del burrito. 

- ¿Qué? - pregunta Joan preocupado por su camioneta. 

-Sí, pero no en tu camioneta, todo me está cayendo a mí- le dice Cleo divertida, pues al levantar la vista para verla, pude ver a Cleo y Ariana con la ropa llena de frijoles, pues estos estaban muy líquidos y el burrito tan solo se lo dieron envuelto en un simple papel. 

Yo me termine mi burrito, mientras que los demás lo terminaban me baje de la camioneta para tirar mi basura, Cleo y Ariana estaban por terminar al igual que Joan, mientras que Aron y Leonardo ya habían terminado de comer su burrito. 

- ¿Enserio nos venimos a comer el burrito en la camioneta? Literal fue lo mismo a que nos hubiéramos sentado en una mesa además de que Cleo y Ariana no se hubieran llenado de frijoles. 

-Solo nuestra ropa Joan- se apresura a aclarar ese punto Ariana. 

-Sí, tu camioneta está limpia- le sigue Cleo. 

-Sí, creo que hubiera sido mejor idea Dara- Me dice Aron 

-Lo sé- nos dice Joan riendo. - Pero bueno, ya terminé ya vámonos a casa. 

Dicho esto, Joan regreso al su asiento y comenzamos a avanzar para llegar a casa. 

Mi parada sería la primera por lo cual yo estaba sentada en la puerta del extremo detrás del copiloto. 

- ¿Dónde te dejo Dara? - me pregunta Joan. 

-Justo aquí- le digo rápidamente al ver que estábamos pasando justo por la zona donde yo vivía. 

-Oh gracias por avisar con tiempo- me dice Joan frenando rápidamente.

-Lo siento- le digo algo divertida por la situación- Muchas gracias. 

-De nada, te regresas con cuidado- me dice Joan cuando cierro la puerta de su camioneta. 

-Claro, nos vemos- le digo a los demás, estos se despiden de mí y acto seguido se alejaron.