A la mañana siguiente todas las que nos encontrábamos en la casa de campaña de melisa, nos despertamos para cambiarnos y arreglarnos. Mi madre y Melissa subirían juntas con Rogelio, mientras que Cleo y yo subiríamos con Chesto por el lado oscuro de la luna.
El proceso fue muy similar al del año pasado, Rogelio nos entregó el equipo para escalar, desayunamos algo muy ligero y comenzamos a caminar hacia la peña por la reserva del campamento. Llegamos al pueblo y seguido comenzamos a subir los escalones mutantes hacia la base para comenzar a escala.
Durante el camino hacia la peña platicábamos con Rogelio sobre lo sucedido en la madrugada con Beto, pues ahora era más una anécdota graciosa.
- ¿Y tú donde dormiste si le prestaste tu sleeping a Beto?- Le pregunta Melissa.
-Me fui a dormir con Emma, su sleeping era lo suficientemente grande para ambos.
-Yo estaba enojada porque me despertó- Le digo a Rogelio- duro casi una hora haciendo ruido, primero me preocupe, pero después de varios minutos quería volver a dormir y no podía.
-Ni yo- nos dice Cleo- A mi incluso en algún punto se me hizo gracioso, pero aun así estaba preocupada.
-Lo sé- Nos dice Rogelio- La verdad es que no tenía ni la menor idea de que hacer para calmarlo. Todo se me ocurrió en ese momento- todas soltamos una pequeña risa. seguimos caminando unos cuantos minutos más hasta que finamente llegamos al lugar donde iniciaríamos a escalar.
Mi madre comenzó a prepararse para escalar con Rogelio y Melissa, mientras que Cleo y yo nos preparábamos con Chesto.
Al estar listos, Chesto comenzó a escalar para llegar a la primera reunión. Habíamos acordado que Cleo sería la que aseguraría esta vez, así que ella se dedicó a asegurar a chesto y yo a cuidar la cuerda.
Cuando finalmente chesto llego a la primera reunión y recuperó cuerda, comencé yo primero a escalar y después Cleo, así que al iniciar a escalar pude notar que la ruta no sería para nada sencilla, por lo menos no para mi nivel.
Comencé a avanzar muy lento, a decir verdad, no encontraba donde acomodar mis pies y los agarres de la ruta eran pequeñas regletas.
- ¡Mierda Cleo, no se para dónde ir!
- ¡Revisa los sitios con magnesia! - me grita, ya que había zonas llenas de magnesia que eran donde los escaladores solían usar para moverse, pero en este caso había muchas zonas llenas de magnesia.
- ¡Son muchos y ninguno es bueno! ¿Porque no me advertiste que estaba tan complicada esta ruta? - Le grito desesperada.
- ¡Si lo hice! ¡Te estuve diciendo que la ruta era muy complicada todo el tiempo!
- ¡Pensé que eran solo exageraciones tuyas!
- ¡No lo eran! - me dice divertida.
Seguí escalando y tardamos casi una hora en llegar a la primera reunión.
- ¿Cómo se les hizo? - Nos pregunta Chesto una vez ancladas.
-Está muy difícil-Le digo algo desesperada.
-Yo le había dicho que estaba dificil y ella no me creía.
-Te estuviste desmallando por la altura el año pasada, jamás pensé que sería por que realmente la ruta era algo dificil.
-No se preocupen lo que sigue es algo mas fácil-Nos dice preparándose para escalar. El comenzó a intentar pasarle la cuerda a Cleo sin que se enredara para que comenzara a asegurarlo. Por desgracia no lo logró, pues como Cleo iba a en la tercera posición la cuerda que estaba entre nosotras estorbaba demasiado para que Cleo pudiera asegurar a chesto de manera correcta. -Esto va a ser muy complicada si lo hacemos así, mejor Adara asegura tú. - me dice pasándome la cuerda- Si sabes ¿Cierto?
-Claro, lo sé hacer- le digo tomando la cuerda y preparándome para comenzar a asegurarlo.
Chesto inicia a escolar y Cleo me ayuda a que la cuerda no se nos enrede como nos había sucedido el año anterior a Fabiola y a mí. Al terminar Cleo y yo comenzamos a escalar.
-Cleo necesito que te detengas no sé qué hacer aquí. - Le digo al encontrarme en una parte donde me quede atorada y tarde casi media hora en lograrla descubrir.
Cuando por fin logre pasarla Cleo me habla a mí.
-Dara espérame, ahora yo estoy atorada en esta parte- me dice, por lo cual yo la tenía que esperarla a ella, que también tardo casi media hora en llegar al próximo movimiento... ¿Cómo le hiciste? - me pregunta algo nerviosa.
- ¡No sé! – Le respondo angustiada, pues realmente no tenía ni la menor idea de cómo lo había hecho.
Unos cuantos metros más adelante yo me encontré atorada en un paso que me costó mucho descifrar, por lo cual Cleo se detuvo y me espero.
- ¡Cleo no sé qué hacer aquí! ¿Es el dinámico que me platicaste? – Le pregunto, pues anteriormente me había comentado sobre un paso en el vual tenías que dar un pequeño brinco para llegar a un buen agarre.
- ¡Creo que sí! -
-Ah mierda- me digo entre dientes, ya que realmente no me animaba a hacerlo, hasta que finalmente me armé de valor y lo hice, tuve éxito ya que era más mi medio que la distancia que tenía que saltar, literalmente no fueron más de cinco centímetros la distancia que tenía que saltar con mi brazo extendido.
Cleo tuvo el mismo problema, por lo cual cada una se tardó casi media hora en ese paso. Así estuvimos todo ese lapso hasta llegar con Chesto que claramente nos había mentido sobre la facilidad de la segunda parte de la ruta.
Primero yo me atoraba en un movimiento después Cleo se atoraba en la misma zona donde yo me había tardado. Durante esta parte de la ruta llegamos a ver a Milton, Joan, Leo, Beto y Emma a lo lejos, caminando hacia donde nosotros habíamos iniciado a escalar.
Llegamos con Chesto y nos dimos cuenta de que ya llevábamos cuatro horas escalando. Chesto volvió a iniciar a escalar y cuando este llego nosotras volvimos al mismo proceso que la parte anterior de la ruta. Al llegar con chesto a la tercera reunión, notamos que la cordada de mi mamá, Melissa y Rogelio ya venían bajando por la vía ferrata, ellos nos vieron a lo lejos y nos saludaron. Justo donde iniciaban las rutas para subir la peña ya se encontraban Emma y los demás, así que decidimos revisar la hora y nos dimos cuenta que ya llevábamos cinco horas escalando.
Realmente estábamos escalando muy lento esta ruta.
Cuando chesto llego a la cuarta reunión, nosotras comenzamos a escalar y comenzamos a notar que la ruta se simplificaba demasiado, pues a partir de este punto la ruta se fusionaba con la bernalina. Llegamos a la penúltima parada, justo en la meseta, donde cuando chesto llego a la cima y Cleo y yo estamos listas para escalar. Rogelio nos alcanzó en su segunda vuelta.
- ¿Cómo van niñas? - nos pregunta acercándose a nosotras con Milton y Leo detrás suyo.
-Estuvieron muy complicadas las primeras tres partes de la ruta- le digo y este solo ríe.
-Cuando lleguen arriba le dice a Chesto que las deje y yo las bajo, que él se vaya y comience a subir a la cordada de Joan y Beto.
-Está bien Rogelio- le dice Cleo.
--Muy bien empiecen a escalar, nos vemos arriba. Adiós. - Nos dice seguido de otra despedida de parte de Milton y Leo.
-Nos vemos arriba- les decimos.
Comenzamos a escalar y al llegar a la cima tanto Cleo como yo, nos quedamos tiradas en la roca. Cleo le comento a Chesto lo que Rogelio nos pidió que le comunicáramos, así que este se bajó inmediatamente, mientras que Cleo y yo nos quedábamos en la cima esperando a Rogelio.
Al ver la hora y contar el tiempo que había pasado desde que iniciamos nos dimos cuenta que hicimos siete horas escalando, así que lo único que hicimos fue reírnos a ver lo patético que fue nuestro tiempo record.