Al día siguiente todo sucedió muy rápido, Melissa y yo nos levantamos temprano para arreglarnos y terminar de empacar. Mi madre se llevaría su camioneta por lo cual nos iríamos con ella. El punto de reunión sería una zona muy cercana a mi casa, por cual no nos vimos muy presionadas por la distancia y el tiempo.
Cuando por fin estuvimos listas, acomodamos las cosas en el maletero e hicimos una parada rápida en la farmacia para comprar algunas pastillas por si surgía alguna emergencia. Seguido nos fuimos al punto de reunión, donde nos encontramos con el resto.
-Que bien que llegaron- Nos dice Chesto, que también nos acompañaría este viaje, e incluso Cleo y yo escalaríamos con él.
-Pasamos a comprar pastillas para el vómito y el dolor de cabeza antes de llegar- les dice mi madre.
-Está bien Jolie- le dice Rogelio a mi madre por su nombre- Solo estamos esperando a rebeca y a su madre para irnos.
- ¿cómo nos iremos? - Le pregunta Leo o a Rogelio.
-Cleo se viene conmigo-le digo a Rogelio antes de que pueda decir una sola palabra.
-Lo sé, no tenía planes de sepáralas. - Me dice, era algo que nos encantaba de Rogelio, el reconocía la amistad que teníamos y jamás intentaba separarnos. -Como les decía, Leo, Joan y Beto se irán con Chesto. Milton, Rebeca y su mamá se vendrán con Emma y conmigo. -Emma era la esposa de Rogelio y ella solía subir a las personas caminando por la peña. - Mi papá, Cleo y Melissa se irán con Dara y su mamá.
- Muy bien, Rebeca ya llego ¿Nos vamos? - nos pregunta chesto.
-Sí, ya suban a las camionetas ya vamos a salir.
Cleo, Melissa y yo íbamos en los asientos traseros, mientras que mi mamá y el papá de Rogelio se encontraban en los asientos delanteros, mi madre iba de piloto y el padre de Rogelio de copiloto ya que él nos guiaría en el viaje.
EL camino fue muy ameno, hicimos solo dos paradas durante el camino, donde nos detuvimos para comprar comida y entrar al baño.
Al llegar a Bernal, lo primero que hicimos fue llegar al pueblo y comer gorditos azules. Cleo y yo estábamos dispuestas comer hasta atascarnos de gorditas en este viaje, pues era la segunda razón por la cual ansiábamos llegar a Bernal de nuevo.
Volvimos a quedarnos en el campamento en el que anteriormente nos habíamos quedado, así que al llegar bajamos nuestras cosas de la camioneta y comenzamos a acomodar la casa de campaña en la que nos quedaríamos Melissa, Cleo, mi mamá y yo. Al terminar de acomodar la casa nos fuimos a cambiar a los baños para regresar a dormir, pues al día siguiente seriamos las primeras en comenzar a escalar.
-Niñas antes de que se duerman necesito que me anoten su nombre aquí para registrarlas- nos dice Rogelio mostrándonos una libreta y una pluma cuando todas estábamos fuera del baño y listas para regresar.
-Claro- le decimos tomando la libreta y la pluma, iniciando por Cleo, después yo, seguido mi mamá y finalmente Melissa.
-Muy bien, que descansen y cierran bien su sleeping porque seguro hará frio esta noche.
-Seguramente- le decimos Cleo y yo al unísono bajando unas escaleras ya que recordábamos muy bien el frio del año anterior.
Al llegar a donde estaban las casas de campaña pudimos escuchar un sonido algo extraño, era un sonido muy familiar al de una aspiradora.
- ¿Qué es eso? - pregunta Melissa.
-La aspiradora de Beto- Nos dice Leo de manera sarcástica.
-No es una aspiradora- nos dice Beto- es una bomba de aire para inflar el colchón- nos explica.
- ¿Colchón? - pregunta extrañada Cleo.
-Sí, es un colchón inflable y algunas cobijas.
- ¿Y tú sleeping? - le pregunto.
-No traje un sleeping, pasare menos frio con un colchón.
-Claro...-respondemos Cleo y yo algo inseguras. Pues el sleeping está diseñado para mantener el calor propio en temperaturas muy bajas, el que claramente seria nuestro caso en unas cuantas horas.
Decidimos ignorar la situación e irnos a dormir, no tardamos mucho y fue muy fácil quedarnos dormidas ya que este año no estábamos emocionadas por escuchar los sonidos de la peña, ni tampoco estabas tan ansiosas como el año anterior.
Al pasar la noche comenzamos a escuchar algunos ruidos, estos eran de escalofríos y desesperación. No tardamos mucho en darnos cuenta que el ruido provenía de la casa de Beto.
Este no dejaba de moverse de su colchón, se escuchaba con mucha desesperación. No paso mucho tiempo cuando este sale de su casa de campaña y comienza a caminar.
-Rogelio- habla al llegar a la casa donde se encontraba Rogelio y Emma- Rogelio- vuelve a decir con un tono para nada sutil.
- ¿Qué pasa? - pregunta Rogelio algo claramente adormilado.
-Perdí el calor y no puedo recuperarlo- le dice desesperado.
Rogelio sale de su casa de campaña al instante y comienza a hablar con Beto, pues este se encontraba en un ataque de pánico por no poder conseguir mantener el calor en su cuerpo.
-No sé qué hacer, me estoy congelando. Todo estaba bien y de repente bajo más la temperatura y las cobijas no me servían para calentarme.
-Está bien, tranquilízate. No te vas a congelar.
-Ni siquiera la chamarra me ayuda a mantener el calor.
-Tranquilo, ahorita te prestare algo.
Nadie mas salía de sus casas a ayudar, pues el frio era infernal. Realmente todos confiábamos en que Rogelio podría controlar la situación. Pasaron diez minutos cuando Rogelio logro calmar un poco más a Beto. Después se escuchó como Rogelio le prestaba un sleeping a Beto para que pudiera dormir y mantener el calor.
Cuando Beto volvió a entrar a su casa de campaña, Rogelio regreso a su casa de campaña para volver a dormir.
Cleo y yo pasamos por tres etapas distintas en esa situación. Primero fue la preocupación, ambas estábamos asustadas porque Beto estuviera bien. Seguido fue el enojo, después de diez minutos escuchando como no podía recuperar calor comenzó a ser molesto, realmente todos antes del viaje le dijeron que llevara un sleeping y este se negó así que comenzó a ser molesto después de unos minutos. Finalmente fue la calma nuevamente, cuando al fin pudo controlar su ataque de pánico y Rogelio le presto su sleeping nos calmamos un poco y volvimos a conciliar el sueño.