¿Mi derecha o tu derecha?

2060 Words
- ¡Espera! - le grito a mi guía- ¡Tenemos un nudo! Estoy segura de que ya llego, estaba recuperando cuerda además no nos sobra mucha-Digo dirigiéndome a Fabiola. - Quitare el sistema, intenta ir deshaciendo el nudo. -Está bien- me dice tomando la cuerda. Yo tenía la cuerda tensa, por lo cual quitar el sistema implicaría que tendría que hacer un esfuerzo para jalar un poco de cuerda y tener algo de espacio para quitar mi sistema. Tome la cuerda de mi guía y la atraje un poco hacia mí con una mano, con la otra intente quitar mi mosquetón de la cuerda, al lograrlo tome mi sistema y lo quite de la cuerda, después acomode mi mosquetón y mi ATC nuevamente en mi arnés. Me acerque a Fabiola y comenzamos a desenredar el nudo, realmente no tardamos mucho, no fueron más de diez minutos, pero ambas nos encontrábamos muy presionadas. Al terminar, ambas suspiramos aliviadas. - ¡Listo! - le grite al guía y este rápidamente comenzó a recuperar la cuerda. No tardamos mucho en volver a escalar. Llegamos con el guía nuevamente y decidimos descansar un rato ya que llegamos a una superficie plana antes de llegar a la cima, decidimos volver a escalar cuando notamos que la cordada de Cleo y Ariana se encontraba un a reunión debajo de nosotros, por lo cual mi guía comenzó a escalar y unos minutos después nosotras. Antes de llegar a la cima escuchamos a Aron y Damián gritándonos para motivarnos. - ¡Vamos ya casi llegan! - nos grita Aron. Yo llego primero simplemente me quedo sentada en la roca completamente rendida y cansada. Fabiola hizo lo mismo al llegar. -Felicidad su primera escalada en roca y llegaron a la cima! -Nos dice nuestro guía. -Me encanto, pero estoy muerta- nos dice Fabiola. - ¿Y Rogelio? -Le pregunto a Aron y Damián. -Se bajó hace casi tres horas, nos dijo que esperáramos al próximo guía para bajar. - Me responde Damián. - ¿Volverá a subir? - les pregunto sorprendida. -Si- me responde Damián- Iría por Noel y Jared, seguro no tarda en llegar. Mi guía comenzó a guardar el equipo para iniciar a bajar por otra ruta llamada la vía ferrata. Tendríamos que rapelear una parte y el resto lo podríamos bajar caminando. Por esta misma ruta era por donde subían las personas caminando la peña y los escaladores la usábamos para bajar. No paso mucho tiempo cuando Rogelio llego y al poco rato Noel y Jared. - ¡No puedo creer que la subieras dos veces! - le dice Fabiola asombrada. -No es la primera vez que lo hago- Le dice Rogelio algo divertido. -Cuando estábamos iniciando a escalar todas las personas estaban sorprendidas- Nos comienza a decir Jared- Una niña vio como la subía por segunda vez y grito "mira mami, el chamán está volviendo a escalar la peña"- Todos nos comenzamos a reír. - Siempre que venimos más de un turista me dice chaman- nos dice Rogelio. - ¿Oigan no venían antes de ustedes Cleo y Ariana? - les pregunto a Jared y Noel. -Sí, pero en el último largo llegaron muertas así que en lo que ellas descansaban nosotros nos adelantamos-Me dice Noel. -Ahí vienen- nos interrumpe Rogelio Al ver al guía de Cleo llegar a la reunión. Rogelio se dedicó a guardar su equipo, el resto de los guías ya estaba listo para comenzar a bajar solo que decidieron esperar a Cleo y a Ariana. Quince minutos más tarde Cleo y Ariana estaban por llegar. - ¡Vamos Cleo, si lo lograste! ¡con el asterisco fruncido, pero ya llegaste! - Le grita Rogelio a Cleo y yo solo me comencé a reír, logré ver que Cleo solo reía del comentario de Rogelio y seguía escalando. Al llegar Cleo y Ariana ambas comenzaron a ponerse los tenis para comenzar a bajar. Rogelio se había adelantado ya que aún tenía que ayudar a subir a las personas que subirían por la vía ferrata. M e acerque a Cleo mientras ella se ponía sus tenías y acomodaba sus cosas. -Maldito Rogelio, nada prudente conmigo- me dice riendo. -No para nada- le respondo- ¿cómo les fue? -No tienes ni idea, primero en las primeras dos reuniones me estaba desmallando, literal me ponía pálida cuando parábamos y quedábamos colgada. Ariana me trataba de clamar y darme algo de agua y comida para que no me desmallara, hasta que llego como una ráfaga de viento y se me bajo lo madera, además la ruta estaba demasiada complicada, no se porque Rogelio y Ariana me estuvieron diciendo que solo estaba un poco más difícil que la bernalina. - ¿Un viento como el de la rosa de Guadalupe? - le digo riendo. - ¡Sí! - me responde entre risas- Justo como eso. -Ahora entiendo lo del asterisco fruncido. - ¿A ti como te fue? -Pues bien, dentro de lo que cabe, caí como seis metros en una inclinación por no poner bien un talón, y como no me estaban recuperando cuerda y Fabiola seguía anclada, pues fueron como seis metros de caída, además de que se nos enredaron diez metros de cuerda porque Fabiola estaba distraída en el celular- Cleo se comenzó a reír. - Ya vámonos ya están comenzando a bajar. - le digo a Cleo al ver que ella todos comenzaron a bajar. Al pararnos pudimos ver la impresionante vista que teníamos del pueblo y los cerros que se encontraban cerca. Comenzamos a caminar hasta llegar a una zona donde parecía un tobogán de piedra, así que la mayoría decidimos baja arrastrándonos por la tierra ya que era demasiado inclinado. Nos encontramos con todo tipo de arañas y lagartija, además no falto una que otra ardilla corriendo.  Bajamos hasta llegar a otra zona parecida a una meseta, ahí se encontraba Alejando, Paulina y la hermana menor de Fabiola. Al poco rato llegaron el resto de personas que faltaban, como Samuel, el hermano de Paulina, Chesto y el papá de Fabiola. Renata al final decidió no escalar y Gerardo había pedido que lo bajaran en la primera reunión ya que no se sentía bien. Hacia un frio terrible y todos estábamos buscando maneras de mantener el calor, Alejandro y Noel incluso se pusieron a hacer lagartijas. Damián y Aron encontraron una zona detrás de una roca donde curiosamente había algo de calor, así que ambos se encontraban abrazados y agachados pegados a la roca. Poco a poco todos comenzaban a unirse al resto de nosotros ya que comenzaron a bajar a los más pequeños y a los más adultos como el papá de Fabiola. Alejandro me había prestado su enorme mochila para tapar el aire que me llegaba por la espalda, lo cual me ayudo bastante ya que llevaba un suéter demasiado delgado. Cuando por fin llego nuestro turno de bajar, pedí que me bajaran de yoyo, esta técnica se llama así ya que simplemente tú no te preocupas por la cuerda ni por controlarla ya que alguien más te baja, esto era más rápido, además de que mis manos estaban congelados y quería bajar lo más rápido posible. Me pusieron la cuerda con el nudo y comencé a bajar poniendo mis piernas frente a mí y sentándome en el arnés, comencé a baja rápidamente dando pequeños saltos para no chocar con la roca. Al llegar abajo me encontré con el resto de personas que ya habían llegado abajo e incluso con los padres de Paulina y Josué que Habían decidió esperar a sus hijos ahí para bajar con ellos. Cuando todos lograron bajar caminamos unos cuantos metros cuando nos encontramos con una pequeña rampa de piedra de la cual no sería fácil bajar sin cuerda, nos quedamos todos parados sin saber que hacer hasta que el guía que me había subido a mi llego para ayudarnos. Este coloco un mosquetón en una cadena que estaba en la roca al inicio de lo que parecía una rampa, y paso la mitad de una cuerda por ese mosquetón dejando la cuerda dividida en dos partes, este tomo ambas partes y comenzó a bajar deslizando ambas manos por la cuerda y caminando hacia atrás casi sentado, no eran más de diez metros así que llego rápidamente. La mayoría lo vio muy complicado y no quería hacerlo, pero Jared decidió intentarlo primero y comenzar a bajar, después continuo Noel. Mientras Noel bajaba llego Alejandro el guía a un lado de nosotros. -Yo no quiero bajarme así-Le dice la mamá de Paulina a Alejandro. -Está bien, no se preocupe- le dice tranquilamente Alejandro- los bajamos con el arenes, no hay problema. - ¡Yo si me bajo así! - le digo a Alejandro rápidamente. -Yo igual- se apresura a decir Fabiola. Estaba muerta de frio y quería bajar rápido, ya llevamos más de siete horas en la roca y estaba cansada el arnés nos retrasaría más horas. -Está bien, cuando termine Noel bajan ustedes- Nos dice Alejandro. Cuando Noel llego abajo yo tome la cuerda y comencé a bajar, a la mitad del camino las manos ya me ardían, las tenía demasiado frías y al bajar así la cuerda me quemo muy rápido la palma de las manos y los dedos, pero aun así no me soltaría por ningún motivo, logre llegar abajo y continuo Fabiola, cuando esta lo logro Alejandro comenzó a preparar a los demás para usar el arnés. Fabiola, Jared y Noel decidieron comenzar a bajar, pero yo me quede a esperar a Cleo, bajaron casi todos cuando estaba por bajar Cleo y Rogelio llego. - ¿Aún siguen bajando? - me pregunta algo frutado. -Sí, solo falta Cleo y Ariana. -Tienen que apurarse, ya está oscureciendo. Rogelio al decirnos esto sube escalado la rampa de roca y llega a un lado de Alejandro. Él tenía razón ya estaba oscureciendo y no todos llevan lámparas. Cleo no tenía lámpara así que Rogelio comenzó a alumbrarle el camino con la suya desde su posición. Ella cada vez se iba más hacia la derecha ya que no lograba ver nada, dirigiéndose a un barranco lleno de ramas. - ¡Cleo vete a la derecha! - le grita Rogelio, a lo que esta simplemente se dirige más hacia la derecha hacia el barranco- ¡Cleo que a la derecha! - le vuelve a decir un poco molesto, pero Cleo simplemente se dirige más hacia el barranco. Todos estábamos confundidos y sin decir nada, Cleo estaba frente a mi dándome la espalda, así que a mi parecer Cleo si se dirigiendo a la derecha, pero Rogelio estaba frente a nosotras. - ¡Cleo que te vayas a la derecha! - le vuelve a gritar Rogelio. Para esto Cleo se detiene y voltea a ver a Rogelio. - ¡Rogelio! ¿Mi derecha o tu derecha? - le pregunta algo confundida. - ¡Pues mi derecha Cleo! Cleo solo lanza un suspiro de frustración y comienza a caminar hacia la izquierda, pero su cuerda se atora en una de las ramas de los arboles cerca del precipicio. -Ya no puedo avanzar me atore. -Ay niña pues ahí te vas a quedar- le responde Rogelio y yo solo intento no reír. Rogelio bajo des escalando la rampa y ayudo a Cleo a bajar. Después Rogelio vuelve a subir y Cleo logra bajar. Cuando todos bajaron, comenzamos a caminar para llegar al pueblo, donde nos encontramos con el resto y nos fuimos cenar a un restaurante. Al terminar comenzamos a caminar por el mismo camino por el que llegamos. La puerta del cerro que daba dirección al campamento se encontraba abierta así que pasamos sin problemas y seguimos el camino con las pocas lámparas que llevábamos para iluminar. Al llegar al campamento todos estábamos muy cansados, así que simplemente nos pusimos nuestros pijamas y nos dispusimos a dormir. Al día siguiente todos nos dedicamos a guardar nuestras cosas y volverlas a subir a la camioneta, todos olíamos asquerosamente mal, ninguno decido bañarse al amanecer ya que hacia un frio terrible, además podríamos bañarnos al llegar a casa, las toallas húmedas fueron nuestras mejores aliadas en ese viaje. Antes de regresar pasamos al pueblo y poco después a un restaurante que estaba en el camino de regreso, en el lugar nos dedicamos a platicar y reírnos de todo lo sucedido en el viaje, que, aunque para muchos en el momento no fue una experiencia muy grata ahora era una anécdota más para reírnos. 
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