CAPÍTULO V —Conoci a John— empezó a decir el Vizconde—, cuando ambos estudiábamos juntos en Eton. Los ojos de Jabina estaban clavados en él al escuchar su relato. —Mi padre— continuó—, deseaba que yo tuviera una educación cosmopolita, y me envió a estudiar a Inglaterra. Me alentó a que invitara a mís amigos ingleses a venir a París. —¿Vino John a París?— preguntó Jabina. —Varías veces, y yo también estuve con él en Warminster y en otras de sus propiedades en Inglaterra. Se detuvo un momento antes de continuar: —Fuimos amigos íntimos y creo, al volver la vista atrás, que John fue para mí, no sólo amigo, sino el hermano que nunca tuve. —¿Y él correspondía a ese afecto? —Así lo creí siempre— contestó el Vizconde con una sonrisa. —¿Y conoció usted a sus padres? —Desde luego. El padre