—Lo que me preocupa por el momento— dijo el Duque en un tono diferente—, es que todos consideran inevitable la reanudación de las hostilidades. —No me sorprendería nada— dijo el Vizconde. —Me acaban de decir— continuó el Duque—, que nuestro embajador, lord Whitchurch , ha partido para Inglaterra, sin intenciones de volver. —No sé si será cierto— murmuró el Vizconde, dudoso—. Han circulado tantos rumores esta última semana… lo que oíste puede ser sólo la expresión de los deseos secretos de quienes quieren que Inglaterra gane las batallas por nosotros. —Tal vez, pero si así fuera, Jabina y yo tendríamos que volver a casa. —Ya lo averiguaremos mañana— dijo el Vizconde con aire tranquilizador—. Tengo amigos que están muy cerca de Bonaparte. No es una posición que les envidio, por cierto.