Capítulo 18

1336 Words
—Mi madre se está volviéndo cada vez peor... Esta cada vez más loca y desquiciada... Y ahora es que comenzará lo peor, porque Jazmín está descubriendo su verdadera cara. La vida se había vuelto algo inestable, algo fugaz, tan sin sentido y vacía. ¿Que es vivir? Para Julia y para Celestia esas palabras no tenían significado alguno. Solo existían, de un modo inexplicable, al menos ahora Julia ya no estaba. Ambas tenían algo en común y era la vida de mártires que les tocó. Sufrieron tanto, se llenaron de tantas agonias y frustraciones que cada una reaccionó en un modo diferente. Celestia creó un caparazón de rudeza y carácter, tanto que se convirtió en una persona agresiva y predispuesta, capaz de quitar como sea de su camino a quien sea. En cambio Julia, se había vuelto callada y distante (a diferencia de Celestia que era parlanchina hasta cansar), tenía un comportamiento que relucia mas cuando se veía bajo amenaza, sin ningún tipo de miedo atacaba a quien se metiera con ella, a excepción de su madre, a ella simplemente intentaba ignorarla o imaginaba cosas para no sufrir más por el amor que ella nunca le dió. Al pasar una hora desde que la madre Celestia había quedado por fin dormida en la cama, después de haber pasado por varios minutos de desesperación y diferentes reacciones puedo que darse rendida y tranquila. Por otro lado, Jazmín estaba entregada a su teléfono, hablando con Charly el supuesto amigo, quien no tardó en llamarla. —Hey nena, ¿nos veremos en el parque ferial dentro de veinte minutos? —La voz de Charly era relajada y algo ronca. —Por supuesto, ya quiero verte, te extraño un montón. —Respondió Jazmín emocionada viendo en su armario qué podría ponerse. —Vale, te esperaré cerca del señor de los globos. —De acuerdo. ¡Bye! Registrando entre sus ropas, sacó un vestido de tirantes y flores azules. El cual combinó con unas botas negras. > Luego de haberse peinado y rociado perfume, se acercó a la puerta de la habitación de su mamá. —Mamá, mamá ¿puedo pasar? Celestia estaba dormida tan profundamente que no escuchaba nada más que sus propios ronquidos. —¿Mamá? —Repitió, pero viéndose sin respuesta decidio abrir la puerta. > Tomó un papel y lápiz para escribirle una nota. "Voy a salir con Charly al parque, vendré temprano. Te quiero." Terminando de dejar la nota, vio la cara de Celestia tan dormida y salió de allí. —La habitación de mamá apesta. —Murmuro. Dicho esto se fue directo al parque, con una sonrisa de oreja a oreja pues se vería con el chico que la hacia trasnocharse. Pero no iba sola, Julia iba detrás de ella, siguiendo sus pasos al mismo ritmo. > Julia sabia lo que hacía, y necesitaba saber en qué andaba su hermana también, ahora descubriría todo lo que no sabia de su propia familia. Jazmín apenas llegó a donde el señor de los globos, agrandó más su sonrisa cuando vio al tal Charly. > 1.68 Metros aproximadamente, tez clara, ojos grandes y cafés, cabello corto y liso, con algo de pecas y su vestimenta parecía de algún rockero. Tenía jean n***o al igual que las botas y una chaqueta negra, debajo una camisa roja. > Julia no dejaba de observarlos. Jazmín fue hasta el y dándole un fuerte abrazo el la levantó, la confíanza evidentemente era mucha. Luego se tomaron de la mano y caminaron juntos. Mientras que Julia los veía con nada de empatía. La música de la feria comenzó a sonar, parecída a la de los circos, acompañada de una voz grave que iba diciendo al compás de la música: "Después de todo, yo soy asi, este es mi mundo y soy feliz." —Jazmín, compremos algodones de azúcar. —Le ofreció el muchacho. Mientras Jazmín estaba distraída con un malabaristas de frutas... La señora anciana que preparaba el algodón de azúcar, lo hacia sin quitarle la vista fija a Charly, el muchacho. De una manera extraña, tanto que daba miedo y lograba intimidar. Apenas tomó el primer algodón se lo entregó a Jazmín que de pronto comenzó a ver un espectáculo de ballet con trajes de colores. —Ese es el grupo al que pertenece Julia... —Susurro. Charly sin entender le preguntó. —¿Que dijiste, nena? —Julia, mi hermana pertenece a ese grupo, es donde está la profesora Sunny. —Repuso tomando el algodón lentamente sin dejar de ver el acto. Charly se aburrió solo de verlo, pero por quitarse de la señora que intimidaba con su mirada, prefirió irse con Jazmín para seguir viendo el acto de las bailarinas. Mientras veía tan hipnotizada el baile, Julia se conmovió de ver al grupo de danza participar sin ella... Tanto se frustró que algunos bombillos estallaron, justo cerca de ellos. La señorita Sunny, viendo hasta reconocer a Jazmín se le acercó para saludarla y preguntarle por Julia. —¡Hola, Jazmín! ¿Como estas? ¿Viniste con Julia? —Con una sonrisa genuina lo acompaño. —Vine con mi amigo. Ella no está en la casa. —¿Y donde está? No ha ido más a las clases... —Profesora, ella se escapó de la casa, se fue. —Añadio Jazmín con indiferencia, comiendo del algodón. Asombrando sus ojos, y desapareciendo la sonrisa de su rostro, Sunny le siguió preguntando. —¿A donde fue? ¿No dijo nada? ¿Desde cuando? ¿Llamaron a la policía? Jazmín volteó sus ojos con cansancio y le contestó, clasi sin ganas: —Le dejó una nota a mi mamá diciendo que se había ido de casa y que no volvería. Así ella lo quiso, y no importa ya. Es una egoísta... —Murmuro viendo el acto. —Jaz, ¿nos vamos? —pregunto el muchacho fastidiado. Acto seguido, el viento nada normal sopló muy fuerte haciendo estremecer los toldos de ventas. Charly tomando del brazo a Jazmín, dejaron con la palabra en la boca a Sunny. Se fueron hasta llegar a una placita vieja retirada de la gente y Charly, ansioso y alborotado se abalanzó sobre Jazmín para besarla sin detenerse. Jazmín inquieta y nerviosa, puso sus manos en el pecho para detenerlo. —Charly, despacio. Por favor. —¿Que pasa? ¿No te gusta? —Preguntó acercándose a ella más. —No es eso, es solo que vas muy rápido. —Solo dejate llevar, ¿si? —Y volvió a pegarse a los labios de Jazmín, llevando sus manos imprudentemente a la cintura de ella y tocandola más de lo normal. Julia estaba distraída viendo el acto de ballet, hasta que notando la ausencia de Jazmín y el muchacho, los buscó hasta verlos en el acto. Molesta al ver cómo se sobrepasaba hizo que un gato que estaba a cierta distancia saliera corriendo maullando con gran fuerza pues le había apretado la cola. Estos se apartaron por el inesperado maullido repentino que los asustó. —¿Que rayos le pasó? —Preguntó Jazmín nerviosa. —Un tonto gato... Nada más. Cuando tomó del rostro a Jazmín para seguirla besando, Julia estaba más furiosa y las luces comenzaron a parpadear, y acercándose detrás de Jazmín, sopló a Charly en la cara e hizo que abriera sus ojos. Tan sorprendido y viendo aquella pequeña de 14 años, con un aspecto sombrío, frío y tétrico se sobresalto tanto que se echó hacia atrás soltando un querido y cayendo al piso. —¿Que sucede Charly? ¿Que pasó? —Jazmín preocupada se acercó a él. —Ten cuidado Jazmín, detrás de ti... —Titubeante señalo detrás de Jazmín a la bailarina llena de manchas de sangre. Jazmín volteó, pero extrañada pues no vió nada...
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