Julia había desaparecido de la vista de Jazmín, solo para dejar en pena y vergüenza a Charly.
—¿Que? No entiendo... ¿Que hay? Charly me estás preocupando.
Charly estaba pasamado, viendo a Julia quien jugaba con sus emociones y nervios. Donde Jazmín no la veía, pero el sí. Solo para atormentarlo y castigarlo por pasarse de listo con Jazmín.
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—Aléjate de Jazmín. —Susurro Julia a Charly.
La pierna de Charly comenzó a apretarse de tal manera que él comenzó a retorcerse del dolor, dando gritos desafinados de angustia y desesperación.
Jazmín lo veía con los ojos saltones, sin saber que hacer y nerviosa.
—¿Que sucede? ¿Charly? —Añadio temblorosa.
—¡Mi pierna, mi pierna! ¡Ahh! —Exclamó llamando la atención de las personas que lo veían y no entendían porqué el muchacho gritaba.
Julia sonreía satisfecha desde cierta distancia y sin más desapareció.
Charly comenzó a llorar, y tres personas se acercaron a verle. —La pierna, ella casi me la estrangula... —Soltó con la voz poquita y sin fuerza.
Las personas vieron a Jazmín serios y casi a punto de tomarla para darle un castigo.
—No, yo no fui. Charly diles que yo no fuí.
—Está detrás de ella... Detrás de Jazmín. —Señaló Charly con la mano temblorosa y sin ver al frente, sino cabizbajo.
—Sino es ella ¿quien puso ser? No hay nadie más... —Corroboró un señor de aspecto pesado y gruñon.
Cuando Jazmín se le acercó y subió el pantalón se le veía todo alrededor del tobillo rojo y con moretones.
Charly lloraba desconsoladamente. —Es un demonio, ella es un demonio. Aléjate de mi, no me toques Jazmín. —Le dijo alterado, apartándose dem toque de Jazmín.
Esta anonadada y sin poder comprender, se echó hacia atrás, las personas la veían como si ella fuese la culpable.
—Juro que yo no fui, no tuve que ver. —De sus ojos brotaron lágrimas y se alejó de Charly, y comenzó a correr.
Corriendo desesperada, ante los nervios y con el corazón casi que en la garganta, se fué de inmediato asustada, creyendo que las personas la tomarían para castigarla.
Llegando a una esquina, se detuvo a descansar después de haber corrido durante un buen rato.
—¿Que me aleje de el? ¿Pero que demonios le hice yo? —Hablaba para sí tratando de entender.
Unas especies de ecos de risas comenzaron a sonar cerca de ella, asustada vió a sus alrededores y no veía nada.
—¿Quien está ahí? —Agregó nerviosa e apretando las manos.
—Agradece que te salvé de ese pervertido...
Jazmín reconoció la voz de Julia, y tan amedrentada salió huyendo con todas sus fuerzas sin detenerse hasta llegar al frente de su casa.
Se detuvo a descansar con la mano en su corazón, que sentía que estallaría. —Dios mío... Ya, debo calmarme. —Respiró hondo, inhalando y exhalando. Cuando subió su mirada para ver la ventana de su habitación, agrandó sus ojos y se echó hacia atrás, nuevamente la impresión fue grande e inesperada cuando vio a su madre parada frente a la ventana viendola fijamente.
Jazmín disimulo divagante, y le sonrió saludandola con la mano. Trató de calmarse pero al subir el escalón vio en el suelo escrito con tisa quizás, unos números que eran 8:7. Eso antes no estaba allí, pero no era algo que le preocupase a Jazmín en ese momento, pues estaba descontrolada mental y emocionalmente. Tenía los nervios de punta, nunca antes había pasado por tantos sustos seguidos... >
Al abrir la puerta de la casa y entrar, Celestia venía con una bata blanca y larga que le daba un aspecto algo espeluznante.
—¿Que fue lo que te pasó? ¿Ese muchacho acaso te hizo daño? —Agregó despectivamente, visualizando a su hija fijamente.
Esta negó completamente aquella conclusión de su madre.
—Te ví alterada cuando llegaste, y por lo que puedo notar —se inclino hacia ella tomándola de la barbilla como inspeccionandola— estabas llorando.
—Ay mamá, obvio que no. —Es solo que llegué un poco alterada porque casi nos roban a Charly y a mí.
Celestia levantó una ceja ante lo inesperado.
—¿Que fue lo que sucedió? ¿Como era ese sujeto? Describemelo, dame información exacta para enseñarle que con Jazmín Wilkinson nadie se mete.
Celestia insistía en saber quién había intentado robarla, pues en su mente solo pasaba la idea de vengarse, disimulando que era su castigo.
—No le vi la cara, estaba todo cubierto y vestido de n***o, llevaba una navaja pero como la policía estaba cerca se fue al igual que nosotros nos fuimos corriendo. —La mentira de Jazmín iba creciendo más y más.
Pero no tenía más opción, o sino debía confesarle que estaba saliendo con Charly pero ¿Como habría de explicarle que Charly tuvo un ataque y señalaba a alguien a quien ella no veía? Luego cuando salió corriendo escuchó la voz de su hermana Julia ¿como explicaría eso?
—Mamá, voy a mi habitación, estoy un poco cansada.
—De acuerdo, dentro de un rato vamos a cenar.
Asintiendo subió en dirección a su habitación, pero antes... Curiosa quizo entrar en la habitación de Julia. Viendo todo en orden, como si ella aún estuviese aquí, sus ropas, zapatos y accesorios, todo en su lugar. Se acercó a la cama y sentándose, sintió un frío repentino que levantó los vellos de su nuca, recorriendo todo hasta sus brazos.
—¿A dónde te fuiste Julia? —Dijo en susurros, acostándose en la cama, y comenzó a escuchar una voz aguda tararear una canción lenta, que hizo levantar a Jazmín rápidamente cuando reconoció que aquella melodía era una de las músicas instrumentales con la que solía bailar Julia.
—¿Quien está cantando...? —Apenas agregó.
Aquella voz parecida a la de Julia, siguió tarareando aquella música.
—¿Ju-Julia? —Continuó Jazmín con las pulsaciones intensas, pero tomando el valor para descubrir aquella.
De pronto la voz se calló, y Jazmín se quedó quita, plasmada sin saber de donde provenía la voz pues, parecía dar vueltas en la habitación.
—¿Julia estas aquí? —Poniéndose de pie, se acercó al armario, pero para su sorpresa la voz otra vez se produjo detrás de ella.
Volteandose inquieta, no podía creerlo.