Leer algo tan fuerte en palabras y tan comprometedor en el sentido de los secretos tan grandes que ocultaba la madre de Julia, la hizo estremecer todo su cuerpo espiritual. Aún podía sentir coraje, tristeza y decepción… Al terminar de leer aquella carta, no continuó sino que lo guardo en su bolsa.
Ya cansada, se acostó en la cama viendo el techo y llorando sin hacer ninguna expresión en su rostro.
—Seguro debe de estar disfrutando de su viaje… Quisiera ver cómo están. —Murmuraba para sí.— Me dejaron sola, sola…
Julia lloraba sin parar, con una tristeza tan profunda, por todo el dolor acumulado desde recibir la pérdida de su padre, el maltrato de su madre y no poder hacer su sueño realidad en convertirse en una bailarina profesional… Era injusta la vida.
«¿Por qué nací? Aunque ya no existo… Solo nací para ser un estorbo y vivir un calvario» Pensaba desdichada la pobre Julia.
Que con ojos hinchados, la nariz enrojecida y dedos temblorosos fue hasta donde estaba Celestia y Jazmín. Sin más, solo apareció ante la cabaña donde ellas se encontraban en el pueblo de San Mateo.
Frente a la cabaña, Julia las miró a través de la ventana y sonrió triunfante.
—Por fin, ya no me sentiré tan sola…
Se acercó y mientras ellas comían tarta viendo la TV junto a una chimenea, ya que ahí hacía tanto frío que al soplar sobre cualquier vidrio este se empañaba, humedeciéndose.
En la TV comenzó a fallar la señal, hasta irse por completo y decir “No signal”, justo en una escena donde una mujer daba a luz por primera vez, y al ver al bebé sonreía y se sentía afortunada.
En ese momento Julia se conmovió «¿Qué se sentirá ser amada por tu madre? Ha de sentirse bonito…»
Celestia y Jazmín se quejaron ante la falla del TV, la película estaba interesante y casi por terminar.
—Si estaba viéndose bien… ¿Qué rayos pasó? —Se quejó Jazmín, viendo a su mamá levantarse para arreglar la antena.
—Creo que debe ser el clima… Hay mucha interferencia por eso.
Esperaron un rato a ver si la señal volvía, pero a Jazmín le dio sueño y se fue a su habitación.
—Está bien, descansa cariño. —Le dio un beso en la frente. Mientras se sentó en el sofá y apagó y volvió a encender la TV.— Esto es increíble… Estaba tan buena la película.
Esperó unos segundos para ver si llegaba la señal, pero Julia manipulando la señal, fusionó su voz con el ruido que este producía.
—¿Por qué nunca me quisiste? Si yo te quiero…
Entre el ruido que producía la falla de señal, la distorsión, se escuchaba un ligero mensaje de fondo, y Celestia pudo darse cuenta cuando escuchó claramente: “¿Por qué nunca me quisiste? Si yo te quiero…”
Aquello hizo erizar la piel de Celestia, haciendo que extrañada apagara el televisor.
—Mejor me duermo también. —Susurró.
Sacudiendo un poco la cabeza, fue a su habitación a dormir, esta se acostó en su cama y Julia hizo lo mismo, estando al lado de ella.
Pero esta, no se daba cuenta de quien tenía a su lado.
—¿Por qué hace tanto frío? Qué estrés. —Corroboró arrojándose más.
Julia la veía moverse tanto, estaba inquieta e intranquila. Hasta que se quedó boca arriba, y cerró sus ojos tratando de conciliar el sueño. Siendo la primera vez que Julia dormía junto a Celestia.
Antes que amaneciera, Julia se había ido a la casa donde guardó la bolsa con todas las pruebas donde se demuestra que Celestia está muy mal en todo sentido. La guardó en su habitación, en un lugar donde solo ella sabría llegar… Dentro de una almohada.
Pasando ya los días donde habrían de quedarse en San Mateo, por fin ya tocaba que Celestia y Jazmín llegaran a casa de regreso. Apenas llegaron y mientras abrían la puerta, la señorita Sunny tocó el hombro de Celestia.
—¡Buenos días!
Esta se volteó algo disgustada. —Buenas. ¿Qué se le ofrece? —Con un tono de indiferencia.
Ya antes Celestia había tenido varias oportunidades donde hablaba con la señorita Sunny, pero la mayoría eran sobre Julia, donde la señorita Sunny la invitaba a asistir, pero ella inventaba excusas para no hacerlo.
—Vengo a hablar con usted sobre Julia. —Dijo la señorita con sus manos juntas detrás en su espalda.
—Otra vez lo mismo… A ver, ¿qué se trata esta vez? —Abrió la puerta y pasaron las tres. Jazmín se fue a su habitación a cambiarse y guardar algunas de las cosas que trajo del pueblo.
—Estoy preocupada por Julia. Ella realmente necesita ayuda.
—Claro, ¿y eso por qué? —Inquirió curiosa.
—Resulta que lleva días sin ir a clases y tendremos a fin de mes una importante presentación. Me sorprende porque ella estaba muy animada e incluso se iba de última porque ensayaba completo sin descanso.
Celestia cruzada de brazos escuchaba sin prestar tanta atención.
—Tal vez ya no tiene tantas ganas de hacerlo, ella ha estado muy triste y casi no quiere salir.
—Y no solo eso me preocupa.
Celestia expandió sus ojos y le dijo que siguiera.
—La escuché hablando sola… En el probador. Suele decirse que su padre la acompaña, pero lo dice tan sería que… Siento que Julia necesita ayuda, y yo tengo un amigo de confianza que…
Celestia la interrupió sin dejarla hablar. —Ella está perfectamente, no necesita nada más que su familia que somos Jazmín y yo. Cuando ella tenga el ánimo de ir a clases lo hará, mientras no quiero presionarla, ¿eso es todo lo que vino a decir?
Ella asintió algo apenada e intimidada.
—Dígale a Julia que por favor vaya a los ensayos, porque es necesario, como requisito para la participación, ir a todos los ensayos.
—Vale, vale. Así será.
La señorita Sunny sale casi como si la hubiesen echado de la casa, ante el mal recibimiento de Celestia, que tan prepotente y odiosa tenía un aura tan pesada…
«Pobre Julia, espero que esté bien» y se va Sunny, a su destino.
Quedando solo Celestia y Jazmín.
De pronto, en pasos rápidos y asombrada, llega Jazmín a donde su madre para decirle:
—Julia no está en la casa… ¿Dónde estará?