Conocer a la familia de Atlas era algo con lo que Ralph fantaseaba. Él aceptó quedarse por el helado, porque también estaba interesado en conocer a la familia de su novia. Ayudó a Fiorella a tomar asiento en el sofá y me raparán en su novia, quien estaba muy molesta mirándole.
—¿Me permites? —pregunta Atlas.
—Claro—responde Ralph y extiende su mano hacia ella. Atlas señala la puerta con un dedo y Ralph camina detrás de ella.
Drake sonreí y se sienta al lado de su hermana.
—Lo tiene cogido de los huevos—comenta Fio.
—Ya… ¿mamá y papá están bien?
Fiorella quería decirles que nada estaba bien.
Sus papás no querían aceptar que ya era hora de dejarlas descansar, más a atlas que a ella. Su esperanza de vida eran 40 años, en los que tendría que cuidar su alimentación, la cantidad de sol, cero alcohol y fumado y un montón de medicamentos experimentales. No tenía amigos, no tenía un novio y vivir bajo su sombra era algo que estaba marchitando a sus hermanos, especialmente a Tily.
—No sé, mamá pasa conmigo del hospital a otro y gritándole a médicos y papá viene a ver que no haya matado a nadie, pero está con sus planes de irse a espacio, ya sabes volar y caminata espacial—Drake y su hermana ríen.
—Qué fantasioso—los hermanos vuelven a reírse. —¿Gina, cómo has estado?
—Bien… trabajo mucho, estoy cansada, mal alimentada, quiero dormir con mi hermana y aquí siempre hay problemas, qué cansados —Gina se pone en pie y señala a sus padres. —¡Se callan, se callan, se callan! Ralph es un Westborn, su padre es magistrado el país y su madre es una analista financiera impresionante, son dos leones a los que nunca se les dice no y si sale de esta casa creyendo que somos una mierda, la custodia de Atlas es lo mínimo de sus problemas.
—Yo pienso que es momento de dejar ir un poco. —Propone Fio. —Ya perdimos la infancia de Drake, la de Gina, ¿por qué lo que le queda a Atlas, no lo… disfrutamos? Disfrutemos de eso.
—¿De qué estás hablando?
—Atlas estaría desilusionada si escucha que eres tan mierda como para hacerla pasar por todo esto y morirte. —responde Drake y toma un espacio.
Atlas ve a su novio a los ojos y le pregunta por qué ha hecho y dicho todas esas cosas. Ralph se acerca y toma su mano.
—Tily, nadie en esta casa está jugando en tu cancha.
—Fio está enferma.
—Tú deberías tener una niñera como mínimo, alguien que te haga los batidos de remolacha para subirte la hemoglobina, alguien que se asegure de que comas todos los grupos de alimentos no solo los que te gustan. Yo voy a asegurarme de que eso pase, pero creo que tienes que pensar en un límite, todas estas donaciones te afectarán a largo plazo.
—Los médicos dicen que estoy bien.
Ralph no sabía cómo explicarle a atlas que todo lo que sabía era con el fin de ayudar a su hermana, quien innegablemente estaba enferma, necesitaba atención, pero, el papel de Atlas como donadora a veces parecía ser extremo. La semana anterior le habían prohibido hacer ejercicios, por lo que ya no podría competir en atletismo, ni llevar educación física.
—Atlas, voy a entrar en esa casa y seré todo lo educado del mundo y fingiré que no estoy en desacuerdo en todo lo que estoy en desacuerdo. Tú vas a venir el lunes conmigo y te van a examinar de pies a cabeza, vas a escuchar a médicos y abogados.
—¿De qué estás hablando?
—Solo para que te digan cómo está tu salud, cómo te afecta y cómo y cuándo poner límites.
—Ralphy.
—Solo tienes que escuchar y no vuelvo a decir nada, nunca en la vida.
—Vale, pero no voy a demandar a mis papás como has sugerido y no voy a matar a mi hermana porque la quiero y es muy mona.
—Vale.
—Y, sobre todo, intentarás bajarle a tu actitud.
—Bien.
Atlas. Y Ralph regresaron al interior de la casa. Su madre estaba sentada al lado de Drake escuchando sus historias de los últimos partidos, todas miraron a su hermano porque sin duda es el consentido de su madre y por qué no el favorito después de Fio. Gina estaba sirviéndose helado en platos soperos, Atlas le preguntó si necesitaba ayuda y asintió.
—¿Les molesta si hago café?
—¿A esta hora? —pregunta Gina.
—Yo necesito beber café —responde el señor Zollinger. —Pero fuerte.
—Claro.
—¿Quieres que yo lo haga? —pregunta atlas.
—No.
—¿Por qué?
—Tu café… es… impresionante.
—¿Impresionante?
—Feo—los dos se ríen.
—Me queda bien el café, tú tomas demasiado y le pongo un poco más de agua —Responde antes de indicarle donde están las cosas.
Gina se ríe y unos minutos más tarde todos se sientan a conversar e intentar conocer a Ralph Westborn.
Atlas sentía que Ralph tenía un poco de razón; no puedes estar toda la vida sin entender que no te quieren en un lugar. Era poco saludable y la responsabilidad que eso conllevaba era demasiado grande.
Estaba cansada de desilusionarse.
La vida tenía demasiadas sorpresa como para prestarse uno someterse a otras más serias.
Ralph, Leonel, Elise y Atlas se habían quedado un par de días más en la playa. El esposo de Elise tenía trabajo así que se despidió con el resto del grupo el domingo en la tarde. Los cuatro adultos no podían imaginar la locura que se había desatado en la ciudad ante su compromiso, Ralph no podía creer que fuese tan relevante su vida.
Los seis viajaron en un solo auto, Atlas encendió su teléfono y encontró unas cuantas llamadas perdidas de su familia y otras de su jefa. Le contestó primero a Marcela porque de todos es la que le cae mejor.
—Hola, es gigante, es rosa y no di la exclusiva porque no sabía.
—Claro, Tily, de eso tratan las propuestas. Estoy inmensamente feliz por ese compromiso. No firmes un prenupcial. Y disfruta del romance.
—Gracias, por el tip —Las dos ríen.
—¿Cielo, has visto las redes? ¿Has leído mis mensajes?
—No, desconectada, muchos mensajes de mayor. Otros criticándome por volver y el tiempo y la vida, no sé, en fin, es mi decisión.
—¿Tily, dónde estás?
—De camino a la ciudad, con Ralph, Leo y Elise.
—No vas conduciendo.
—No, Marcela, ¿qué ha pasado?
—Atlas, tu mamá ha sufrido un infarto.
—¿Está viva?
—Lo está—responde Marcela.
Que explica aquel la noticia le llegó a ella primero por. Tener el canal más grande y ella la compró por deberse a Atlas, lo único que se había publicado era que la señora Zollinger tenía un delicado estado de salud estaba rodeada pro sus hijos y esposo.
—Cuándo pasó esto, la noche de tu compromiso, tu familia ha intentado alejar a la prensa también y la llevaron de regreso a casa, todo iba normal hasta que le dio un segundo infarto, por lo que la noticia saldrá hoy en todos los telediarios
—Dios mío, gracias por avisarme antes que a la gente.
—Con gusto, sé que no es el mejor momento para decir esto. Es tu mamá, cariño, y a veces, perdonar es un regalo indescriptible.
—Gracias por el consejo.
Atlas les cuenta la noticia a sus acompañantes, después decide llamar a su padre y sus hermanos, pero ninguno de ellos contesta. Atlas se queda en silencio viendo el camino y decide guardar su celular.
Horas más tarde, cuando están de vuelta en Mainvillage Ralph es el primero en querer ignorar a los Zollinger, pero sabe que si su madre muere, Atlas será la más afectada de una forma u otra.
—¿Sabes? Podemos ir, ver que tu hermano y tu papá estén bien y devolvernos.
—Voy a llamar a Mily—propone Atlas.
A diferencia de ellos demás Milena responde de inmediato. Le comenta a su cuñada que su mamá está fuera de peligro, pudieron quitar los coágulos que se le formaron en la válvula y la dejaron fuera del UCI esta mañana.
—Se está recuperando muy bien Atlas.
—Eso es... fantástico.
—¿Vas a venir?
—Creo que enviaré rosas y comida, pero lo mejor es quedarme en mi casa.
—Yo odiaría despierta y no ver a mis hijos al lado de mi cama.
—Mi mamá nunca estuvo al lado de mi cama —responde Atlas.
—Se ha enterado del aborto, Tily. Pienso que le ha sentado mal y la vida le ha dado su mayor cachetada. Su hija pasó por un millón de cosas sola y ella no hizo nada para ayudar o detenerlo. Ese es el peor castigo para una mamá.
¿Qué les ha parecido estos flashbacks? ¿La historia en general?