Drake había ido a casa de su cuñado con sus hijos y su esposa, además llevaban a dos acompañantes extra, peor Mily se aseguró de llevar más pastel. Moad cargó las bolsas de bebida que su hermana planeaba llevar mientras se quejaba y le informaba que ya estaba en edad de estar solo en casa. Drake y Mily compartieron una mirada divertidos. El joven acarició la espalda de su cuñado y le dijo:
—Tienes toda la razón, yo vivía solo a tu edad.
—No es cierto, vivía al frente del aparta de su tía. Drake, no le des ideas —El joven ríe y besa a su mujer.
—Tú trabajabas—comenta la hermana de Mily y su hermana ríe. —¿Tu qué haces Moad?
La puerta de la casa finalmente se abre antes de que el preadolescente estalle en contra de su melliza.
—Hola. —Saluda Atlas emocionada.
—Traemos colados.
—No pasa nada, la familia es la familia—Dice Atlas. —Mis sobrinos favoritos—Grita Atlas y se inclina a besar a los niños quienes le abrazan de vuelta. Drake sonríe al ver a sus hijastros abrazados a Atlas y peleándola como si fueran suya.
—Tía ya tienes más sobrinos.—le recuerda Love el nacimiento de reciente de Harry. —Ya ahora puedes tener otros sobrinos favoritos.
—Ustedes tres siempre van a ser mis sobrinos favoritos, llevan años de ventaja —les advierte y los invita a pasar.
—Moad … Y… ¿Mer...edith?—intenta recordar los nombres de los hermanos de Mily.
—Mehr.
—Bienvenidos—Atlas saluda a su hermano con un beso y un abrazo larguísimos. Drake la rodea con ambos brazos y se queda en silencio disfrutando del abrazo.
—Ey, Mily Pieth.
—Ey, Ralphy. —Los dos se ríen y se dan un beso y un abrazo.
—¿Qué se siente ser mamá de niños tan educados?
—La vida me está premiando. —Responde la mujer. —Estos son Moad y Mehr, mis hermanos pequeños.
—No somos tus hermanos pequeños —Interviene Moad y Mehr rueda los ojos hacia su hermano antes de saludar al anfitrión.
—Sus padres han perdido el vuelo y sus abuelos se fueron de viaje hoy, así que son míos.
Todos ingresan a la casa y Mily le da un jalón de orejas pequeño a su hermano. Es que ser preadolescente no es fácil, pero de todas formas ella siempre les adora. Ralph presenta a su hermana a los chicos y todos quedan encantados con que la parrilla.
—Solo el tío Ralph, papá y Sofi, pueden ir así de cerca. ¿Entendido?—pregunta Atlas.
—Bueno, tía Tily—Responden los niños y ella les distrae montando un cine en el exterior. Mehr y Sofía inician rápidamente una conversación. La primera sueñe ir a nadar todas las tardes porque está haciéndose un cuerpazo, su hermana intenta no reírse cuando Sofía le ve incrédula. La segunda le comenta que está en busca de colegio.
—Así no es, papá va a elegir.
—Papá hará lo que yo quiera. —Le advierte Sofía.
—¿Cómo está soy mamá?
—Se ha ido del país —comenta Ralph y los dos asienten para dar el tema por terminado. Atlas les muestra a sus sobrinos los juguetes que ha comprado en línea para ellos y Ralph les ofrece una bebida a los demás invitados.
—Tía, Tily, a veces yo te veo en tu programa de la noche con la tía Isista. Mi mamá me deja ver solo cuando saludan y después las ponemos en mudo mientras comentamos sus conjuntos.
—¿Y cómo me veo?
—Preciosa, me encanta cuando vas con todo y tus accesorios.
—Le da personalidad al look, muñeca.
—Sí, mi mamá y yo creemos que si lo hace alguien más es forzado, pero como lo haces tú resulta más natural.
—Regálenme a esta bebé —pide Atlas mientras carga a su sobrina Love, sus padres le aseguran que son los tres o nada. La joven extiende una de sus manos hacia sus sobrinos y les dice que ella ya ha revisado toda la casa de Ralph en busca de algo divertido y lo dos le aseguran que no hay nada. Atlas asiente y les lleva por el jardín hasta tirarse con los tres al trampolín, Mily se ríe al escuchar a sus hijos felices.
—¿Cómo es el cambio de jugador de hockey y modelo a papás?
—Es fascinante, después del año. Todos nos acostamos temprano, comemos riquísimo, juegas cosas que te gustan, otras que no tanto. Siempre hay ocurrencias y te necesitan.
—Atlas y tú quieren bebés.
—Queremos muchas cosas—respondió Ralph.
—Ralphy, ella va al Humboldt—interrumpe su hermana.
—¿Ser papá es tan molesto como tener hermanos?
—Los hijos, si los educas bien te respeta ligeramente.
—No voy a meterme, Sofía.
—¿Por qué eres su hermano mayor? —pregunta Mehr confundida y Mily asiente.
Ella había tenido que aprender a no opinar sobre métodos de crianza, formas de disciplina, centros educativos cuando a sus hermanos se refería porque todos sus papás sumaban ocho hermanos menores que ella a los que adoraba, pero siempre que opinaba acababa siendo peor para ella y sus hermanos.
—Yo no puedo opinar Mehr, porque mi papá sí se enoja y ella dijo que lo quería duro, difícil, ¿tengo que dejarla sudar o no Mehr?
—Te has puesto sola la soga en el cuello—Le acusa Mily —Uno nunca le da tanto poder a sus papás—aconseja la empresaria y las dos pequeñas ríen.
Ralph le hace una seña a su cuñado para que le acompañe a la parilla. Drake observa los mariscos que su cuñado ha puesto en la cocinarse ven exquisitos y el joven les pasa una mantequilla buenísima y parece estar cocinando una salsa al humo, todo luce espectacular. Uno de los dones de Ralph que le resultan demasiado útiles a Atlas es la capacidad de cocinar de su cuñado.
—El fin de semana, Atlas y yo vamos a pasarlo con mi familia, si quieren venir, es el cumpleaños de mi hermana.
—Eso… estaría bien.
—Y en unas semanas le pediré que se case conmigo. Lo hablaré con tu padre, pero, sé que ella te quiere más a ti.
—¿Tú crees?
—Sí.
—Sé que me quiere más a mí Ralph, me refiero a que si piensas que dos semanas después de retomar su relación sea exactamente el día oportuno para pedirle matrimonio.
—La amo y no voy a dejar de pelear por nosotros…
—Ralph, yo te conozco de toda la vida. No soy un espectador de la tele, soy tu cuñado. Alguno de los dos saldrá corriendo y le partirá el corazón al otro. El problema es que son muy intensos y llevan mal las cosas.
—Drake, estoy pidiendo que digas que estás feliz por ella y que te encanta la idea, si dices lo contrario igual voy a pedírselo y Atlas igualmente va a aceptar, porque cuando tú te debates entre ser un buen hijo o ser un buen hermano yo siempre la elijo y ella lo sabe.
Drake sabía exactamente eso, que la relación de su hermana con Ralph era mucho más intensa de lo que él podía entender y que independientemente de la fase del enamoramiento que estuviesen pasando ellos contaban el uno con el otro, había mayor, lealtad, amistad. Lo que pasa es que también se habían hecho mucho daño por mucho tiempo intentando mantener una relación la que al final parecía no tener pies ni cabeza debido a sus personalidades y a sus deseos laborales.
—¿Por eso te llamó a ti? —preguntó Drake más para él que para ella.
—Drake, necesito ayuda—le llama Moad para colocar la pantalla al aire libre, los tres hombres sonríen.
Mily sigue conversando con la hermana de Ralph y su hermana como si fuese no mejores amigas y Drake ve a su hermana enseñándoles a sus sobrinos a saltar y dar giros en el aire. Sus padres le habían negado patinar por el riesgo de lesiones y accidentes mortales. El joven le dio un golpe en el hombro a Ralph y sonrió.
—Estoy muy feliz por ustedes.
—Gracias.
—¿Te vas a casar con su hermana?—Pregunta Moad.
—Sí.
—¿Y por qué le pides permiso a Drake? —Los tres se ríen y terminan de colocar las cosas que hacen falta.
Atlas y Ralph toman el asiento trasero para que los niños se puedan sentar con sus padres. Le ha encantado la idea de comer en bowls como los adultos y ver una de sus películas favoritas al aire libre. Ralph se ríe porque Moad el hermano de Mily es demasiado taciturno para ser pariente de sus hermanos.
—¿Has visto?
—Se ha hecho muy serio de mayor.
—Sí, su papá es el rey de la fiesta.
—Lo sé, pero su mamá es más reservada.
—Mira a Mily y a Mehr.
—Ya… pero no todos los hermanos son iguales, míranos a nosotros y a Gina.
—Ya vale…
—Y tú… eres menos extrovertido que tu hermana.
—Ya, gracias—Los dos sonríen y los niños le piden que dejen de estar susurrando.