Los Westborn habían dedicado sus vidas a la política. Gabriel había sido presidente del país cuatro turnos y siempre tuvo a su lado a la perfecta Pia Westborn, su mujer, el amor de su vida, la mejor. Compañera y esposa que podría haber elegido.
Ser presidente les había costado los mejores momentos con sus hijos, verles crecer, educarles, si no hubiese sido por su abuela, es niño, serían un grupo de delincuentes.
Ahora, ellos eran los mejores abuelos que nadie podría desear, consentidores, moros, divertidos y atentos. Sus hijos a veces no podían creer que sus padres fuesen esas dos personas diferentes. Las que construyeron un país para los Mainvillanas, los que les mostraron el amor por la política. Los deseos por mantener a una familia unida y Atlas veía a la familia de su novio de toda la vida, las tías y tíos los primos, las alianzas entre ellos, las nuevas adiciones a la familiar.
Todos parecían tan felices.
Ralph se sentó a su lado y los dos vieron el celular sorprendidos, era una llamada de su hermana. Él le dio rechazar a la llamada mientras escuchaban a Leonel pelearse comuna de sus primas pequeñas.
—Tú eres muy mayor.
—No soy muy mayor, hay mucha diferencia entre nosotros.
—Estás viejo Leonel, tienes como treinta—le recuerda Sofía.
Todos los adultos en la sala ríen ante la osadía de la pequeña Sofía. Siempre reservada y muy divertida cuando sale de su cascarón, Leonel por su parte mira incrédulo a su prima y Kamille quien siempre la ha adorado necesita cinco segundos para procesar si el tema de la edad aplica solo a Sofía o a todos los mayores de treinta.
—What? —pregunta Kamille. —¿Qué te pasa? Treinta no son nada.
—Cuando estás casada y tienes un marido sexy y un bebé adoptivo y tu cuerpazo.
—Gracias, Sofi, por todos los piropos—comenta Kamille.
—La verdad, yo estoy muy preocupada por ti —comenta Pia y sus nietos aguantan la risa.—Mi amor, ya está en edad de retirarte, de hacer algo nuevo, seguro, tranquilo. Y sobre todo, encontrar una buena mujer con la cual compartir la cama y otras cosas.
—Sí, estás entrando a la edad de las mujeres con dos divorcios e hijos ajenos —le dice su abuelo, sus padres al otro lado de la sala sonríen porque es una conversación que han tenido con el eterno soltero divertido y sexy de Mainvillage.
—¿Qué tiene de malo. ¿Divorciarse?
—Hijita, el divorcio. Es lo más fenomenal del mundo —Dice Pia y Ralph contiene la risa ante la cara de su tía. —Cuando tienes un mal marido deseos que te pegan y te son infieles con toda la oficina o si son gay o cuando tienen problemas de próstata que no quieren atenderse y no vamos a entrar en la disfunción eréctil por estrés. Los esposo de mis amigas tiene todas esas cosas —todos en la sal ríen. —Pero, dicen que después del primer divorcio como que te vuelves loca y al mínimo detalle quieres divorciarte y ahí es donde vienen los problemas.
—Deberíamos prohibir los divorcios en nuestra próxima campaña y el sexo prematrimonial, ser mujeriego y tener más de treinta y estar soltero—bromea Gabriel. Todos ríen. —¿Qué les damos pena de muerte?
Atlas ve una llamada perdida de su hermano y decide disculparse para ir a tomar la llamada en caso de que algo malo estuviese pasando.
—Hola, Drake, te dije que estaría con los Westborn, ¿te olvidaste?
—No, soy Drake, soy Gina, ¿por qué no me contestaste?
—No quiero pelear, no quiero…
—Llamaba para saber cómo estabas, Atlas.
—Estoy bien—Las dos se quedan en silencio a pesar de que la otra no las puede ver asiente. —¿Tú?
—Ser mamá no es fácil. Es... solitario, agotador y Max tiene experiencia, y a mí no me fluye todo con facilidad. Me duelen los pezones y la v****a y mi abdomen ya no es plano.
—Eso… suena…
—No dejes que te convenzan de parir niños.
—Vale. —responde Atlas y con algo de pena le pregunta su hermana.—¿Estás... borracha?
—No, estoy dando lactancia exclusiva. Todo en mi cuerpo gira alrededor de la vida de este humano nuevo.
—Creo que no estás bien—comenta Atlas, porque si bien la maternidad no puede ser tan mágica como en la televisión, si fuese tan difícil nadie tendría un segundo o un cuarto hijo.— ¿Cómo tienes el celular de Drake?
—Me escapé de mi casa en cuanto llegó mi esposo. Vine a la suya, me escondí y estoy comiendo pastel escondida en la alacena de Mily, muy bonita y ordenada.
—¿No tienes amigas o alguien…?
—No.
—Eso es muy triste, Gina.
—¿Tú tienes amigas?
—Tengo a Ralph y tengo amigas sí, Elise y yo somos amigas desde el kínder.
—¿Cómo cuáles?
—Soy amiga de Kamille, Mily, Isa, no son mis mejores amigas, pero sí algo me pasará como que me duelen los pezones todas se reiría conmigo. Tengo otras amigas de la uni, tengo amigos y gente que conozco y suenas deprimida. ¿Quieres que llame a tu esposo o alguien?
—Solo… quería hablar con mi hermana. Fio está muerta y tú estás viva.
—Adiós, Gina.
—No, Atlas, lo que quiero decir es que mi hijo tiene un mes y no los has venido a conocer y alguien casi ¿te viola o te mata? Y no sabía que tenías una casa pobre o lo que sea y no… no… yo… me refería. Que no quiero ser una mala hermana. No quiero no ser tu hermana y lamentarme luego.
—Eso es muy amable de tu parte, ya conocí a Harry, estabas enojada conmigo cuando llevé las flores al hospital, así que salí y el hermano de Max, Dami, me enseñó una foto, es muy rubio ese bebé.
—Se parece mucho a Max. Atlas, estoy intentando, puedes tú poner de tu parte e intentar. ¿Quizá venir a comer cuando vuelvas de tu viaje?
—Creo que es un plan, tal vez sea bueno ir a un lugar bonito, reservaré algo y llevaremos a Harry.
—Esperaré con ansias.
Las dos escuchan a Drake amenazando con castigar a la persona que le robó o escondió el teléfono. Gina se despide para ir a salvar sus sobrinos.
Sofía le había pedido a su hermano que por favor la llevara a su habitación. La joven sentía un poco de dolor de cabeza y tenía sus antojos usuales menstruales, mientras ella se colocaba el pijama su hermano fue por gomitas y cosas para que se acostara a estar sola. El joven tocó la puerta al regresar y ella le hizo una seña para que pasara, Ralph se acostó al lado de su hermana y escuchó a la joven hablar incesantemente sobre todos lo que podía pasar si sus papás se divorciaban.
—Nosotros somos Westborn, no nos divorciamos.
—La tía Pia se divorció.
—Papá y mamá no son ella.
—¿Has hablado con ella?
—Dijo que está tomando mucho vino y carbohidratos.
—Te imaginas, si aumenta tres kilos.
—Eres la peor hija del mundo —Los dos bromean y Sofía prueba ala mezcla que su hermano ha preparado para ella, la joven asiente en aprobación y los dos se ríen. Sofi le recuerda que Atlas está sola por ahí, en manos de la abuela y Kamille y él se despide para ir a rescatarla. Cuando regresa lleva un poco de manco con limón y chile para la joven, ella sonríe y le da las gracias, los dos comentan sobre las conversaciones con sus hermanas por medio de susurros.
—Es su turno—propone la hermana de Kamille y les pasa el micrófono. A Ralph y a Atlas.
—Con ustedes; los nuevos Pimpinela —Todos ríen ante la introducción de Atlas y en cuanto inician cantan a coro con ellos.
A Ralph y a Atlas se les había hecho eterna la noche, había demasiadas risas, historias, canciones y comentarios que les parecía a los dos encantadores. Para Atlas un ambiente familiar sin su suegra recordándole lo mala esposa que sería era fascinante y los demás miembros de la familia eran increíblemente divertidos y amables, pero lo que más le gustaría saber si lo que habían tenido era c un momento de calentura si podía funcionar a largo plazo. Ralph siguió frotándole la espalda distraídamente mientras conversaba co sus primos.
—¿Estás bien, Tily? ¿Quieres algo de beber o comer?
—Estoy fenomenal, algo cansada.
—Abuela, se te quieren escapar— molesta, Leonel a su primo y su novia.
—No, he estado durmiendo bien la verdad—reconoce Atlas después de un bostezo largo
—Ralph…—les molesta su abuela. —¿En qué ocupas a la dama?
—Sí, ya en serio, ¿qué es lo que te pasa? El otro día tu hermano entró en modo transformer al canal, así despedaza a los de seguridad, O sea, Hulk era pequeño y tranquilo a comparación.
—Tengo… un ligero acosador.
—¿Un acosador como alguien que te sigue por la ciudad o alguien que te sigue a casa?
—Bueno… las dos. Especialmente, merodea por mi casa.
—Tily nunca hay que tomarse en broma. Un acosador, yo una vez tuve una fan demasiado fan y terminó atacando a Elise.
—Yo tuve uno y me disparó —comenta el abuelo.—solo el brazo, pero… el acoso es un tipo de locura y la gente loca sin medicación es peligrosa.
—Sí, pero es que Atlas vive con el acosador de Ralph, siente. Que cualquiera es ligero—bromea Leonel.
—Yo creo que voy a dormirme, tú te quedas. Y disfrutas de la familia. Y mañana, abuela, a la hora que quieras iniciar con los preparativos me avisas
En cuanto Atlas se va a acostar, la familia de Ralph le insisten en tomarse en serio lo del acosador, Ralph comenta la ineficiencia de la policía y como la han estado tratando como si la loca fuese ella. Todos se ríen cuando Gabriel sugiere echarlos a todos, pero, él hace la salvedad de que están muy saturados con toda la problemática de la delincuencia.
—Ya saben, la mafia, las muertes y las drogas distribuyéndose. No es que un acoso sea menos importante, pero poner a esa gente en la cárcel, quienes destruyen al país, a familias, todo, es definitivamente la prioridad.
—Lo de la mafia es real. —pregunta una de las primas de Ralph y todos ríen.
Los primos está conversando en un rincón sobre sus planes maquiavélicos para evadir a algunos invitados durante la gala benéfica de su abuela, también tienen planes para emborracharse con discreción.
Elise, su prima agita su celular hacia Ralph.
Elise
Cuidado con lastimar a atlas de nuevo.
Ralph
¿A qué se debe el ataque?
Elise
Mi amiga está medio desnuda en su habitación y así que cuidad con ser muy tú.
Ralph
Vale… sírvele más whisky a mi abuela, por favor.
Los dos comparten una mirada y Elise se sirve un poco más de Whisky, luego va y le da uno a su hermano.
A las once de la noche Pilar Westborn se pone en pie con elegancia, besa a los dos sus hijos, nietos y se despide para ir a su habitación, cinco minutos más tarde Ralph se escabulle para ir al baño u con claros planes de no regresar.