Las opciones

1716 Words
En cuanto se separa de Atlas, Ralph, regresa donde está su abuela y en pregunta si es muy tarde para crear espacio para una mesa de seis o colar a seis personas. Ella le ve como si estuviese loco y él explica que es para invitar. La familia de Atlas. Pia sonríe y le promete que va por buen camino, además informa que tendrá el espacio para ello. El joven le agradece y le comenta que él y Atlas solía soñar con convertir la casa frente al lago en la casa en la que vivirían, al menos, eso fue lo que propuso ella durante su primer visita a la finca familiar. Ralph va a videollama a su suegro, considera que es la casa más cerca una a una conversación frente a frente. El señor Zollinger se encuentra en casa de su hija, disfrutando de su nieto junto a su esposa para ofrecerle a Gina un día de descanso. El hombre está escuchando la lista de indicaciones que tiene su hija antes de irse, su esposo la toma dela cintura y Drake le recuerda que también están cerca por si el bebé necesita ayuda para sobrevivir. El celular de Christopher vibra contra su camisa y él logra sacarlo de la bolsa, toma la llamada para no despertar a su nieto. Este contesta preocupada porque cree que se trata de Atlas siendo cruelmente asesinada por culpa de un enfermo mental que ni siquiera cumpliría una sentencia. El hombre ve a Ralph atrevés de la cámara y este le saluda y le asegura que está bien. —Ralph. —Sé que no me soportan, y es un fin de semana difícil para usted y su esposa, pero, nosotros también perdimos un hijo, nosotros también pensamos en cómo podría ser su vida. Atlas dio la vida de nuestro hijo hoy hace diez años para salvar a su hermana, sus niveles de HGC eran altos por lo que el médico no le permitió donar incluso después del aborto. Como no fuimos a un lugar decente se infectó, el médico dijo que tal vez en el futuro sea difícil concebir. Tily estaría bien, por eso no donó. —Ralph… estoy… —El joven no le dejó terminar, porque no quería escuchar cuán ocupado estaba su suegro para evitar hablar sobre Atlas. —Sé que… no me soportan. Que piensan que Atlas es difícil, o peor. En realidad, no nos conoce. Yo haría cualquier estupidez por Atlas, por ejemplo; tirarme de un paracaídas o tomarle la mano en un aborto clandestino. Amo a esa mujer con locura y desesperación y voy a casarme con ella, con su bendición o sin ella, voy a casarme. —Ralph, esto está en alta voz—dice el hombre. —Dame... —No me importa, si usted o alguno de los miembros de su familia no vienen. Pueden estar seguros de que esta vez voy a presionarla para que no les vuelva a hablar nunca en la vida. Le exigiré a mi esposa, que se mantenga tan lejos como sea posible y tendremos niños o los adoptaremos y de verdad nunca podrán siquiera saber sus nombres. Les enviaré la invitación por mensaje y tengo un vuelo preparado a las tres de la tarde de Mainvillage a la finca de mis abuelos, para quienes quieran asistir. —No, no creo que podamos. —No me extraña—responde Ralph antes de finalizar la llamada. En un intento por darles a los Zollinger un espacio en la vida de Atlas, su esposo, llama a su hermano. Su abuela contrata a un montón de fotógrafos en sus actividades e invita la prensa, la cual será rápida en señalar que la familia de la novia no estaba presente. Lo más importante es que ella preguntaría si él siquiera trató y la respuesta sería la misma de siempre:“decidieron no venir”. Ralph finalizó la llamada. Llamó a Drake, este tomó la llamada y casi de inmediato. —Voy a proponerle matrimonio. Voy a pedirle que se case conmigo y sé que querrá a la familia y tu papá. —Todos estábamos en la habitación cuando llamaste, Ralph, no puedes soltar una bomba como esa y… no… no creo que mis papás puedan ir. Yo veré si puedo. —Vale, gracias, no vengan. Ralph entró a casa y se encontró con su madre conversando con Atlas, las dos estaban picando fruta mientras conversaban sobre el corto viaje de la mujer quien prometería regresar a Italia muy pronto, pero sabía lo relevante que era el evento para la familia de su esposo, su suegra en especial. —Madre. —Mi amor—saluda la mujer y le llena de besos. —Voy a preparar unas pastas. ¿Quieres mamá? Sofía entra en la cocina y se acerca a su madre. Ella se inclina para abrazarle y Sofía gritó cuando nota su cabello más corto. La mujer se separa para ver qué le pasa y ella reconoce que es necesario hacer un cambio. —Melissa, cuándo has llegado —pregunta su esposo. —Hace unos minutos —El hombre se acerca y abraza a su mujer, Melissa intenta no reírse, le abraza y da vuelta. —¿Qué te parece si nos vamos juntos de vacaciones? —¿A dónde? —Fuera del país. —¿Con quién dejamos a Sofía? —Sofía tiene cuatro abuelos vivos, ahí la dejamos. —La pequeña los observa sorprendidos al igual que su hermano y su nuera. —Tú y yo no hacemos nada juntos y te amo Melissa, tú eres la mamá de mis hijos y la persona que sabe que me gusta que me rasquen la espalda, me preparen el café y me lo lleve a la habitación y sobre todo sabes cuándo simplemente necesito un abrazo. Tú eres mi familia, mi hogar, mi amiga y el amor de mi vida, Probablemente creas que sol me casé porque estabas embarazada, pero me casé porque eras tú, ya que me duele el pecho cuando me sonríes y porque no estaba listo para vivir sin ti. No estoy listo ahora. —Genial, nos he comprado una propiedad en Italia y otra en el sur de Francia y un montón de cosas que van a enfurecerte. —Y me llegaron los estados de cuenta y voy a fingir que no estoy molesta hasta que lo vea. —Responde y su esposa le da la mano. Rafael sonríe y la acerca un poco para besarlo. Ralph le murmura hacia su hermana mientras amasa la pasta un “te lo dije”. Sus papás salen de la cocina y Atlas comenta lo tierno que será su tercer hermano. —Já, todos con catorce años de diferencia—comenta divertida Sofía. —Mamá ya no puede hacer bebés. —Tu mamá está joven—comenta Atlas. Ralph le tira un poco de harina a la masa que su abuela tiene preparada para emergencias gourmet como las llama ella. El joven le lanza un poco a su hermana y otro a su novia. —Cabronas del culo. —Las dos ríen y Chocan la mano. —Te puedes quedar con nosotros Sofi, además de cuatro abuelos, tienes un hermano y una cuñada. —La abuela Pia hornea cuando uno está en su casa, si se demoran más de una semana los visitaré ¿les parece? —Eres bienvenida siempre y cuando no hayan alianzas. —Dios os hizo para existir juntas. —Responde Atlas y le pregunta a Sofía si quiere algo de beber, la joven sirve un poco de té frio para los tres y las dos observan a Ralph mientras cocina. Se ve espectacular desde el punto de busca de Atlas, muy sexi, muy guapo y seguro de sí mismo, le encantaría terminar lo que no pudieron en la mañana. Su hermana ve la pasión, el conocimiento y la dedición de su hermano, la pequeña Sofía sonríe y le comenta a Atlas que su hermano debería hacer eso todos los días Ralph flamea los camarones y las dos le aplauden. Él se ríe por lo fácil de impresionar que son ambas y los divertidos. Ralph le sirve un poco a su hermana, y esta sonríe. —¿Te molesta comer sola? —No, estaba leyendo y leí el mensaje de Tily, pensé que me habían hecho un postre de cumpleaños … Las decepciones que se lleva uno. —los tres se ríen y la pequeña les recuerda disfrutar. —No estamos para un hermano nuevo, pero sí para un bebé sobrino. —Vale, intentaremos —promete su hermano y Atlas se ríe de ambos. Los dos meten todo en una canasta y Ralph recuerda robar del cajón de dulces de su abuela, Atlas sonríe y le toma del brazo, entrelaza sus dedos con los de Ralph y conversan sobre el clima, y el lugar, ven a los lejos a Elise subiendo a sus hijas a los caballos. Los dos sonríen cuando ven a la pequeña Lucy intentar sola subir al caballo y a sus padres observándole orgullosos. —El otro día… dijiste que querías bebés y yo… quiero ser mamá, solo no sé si vamos a quedarnos juntos, solo… no sé si pueda tampoco. —Bueno, yo estoy dispuesta a adaptar un perro y llamarle hijo. Tenemos opciones, años casados, podríamos adopción real y las normas están cambiando, entonces, podemos aprovechar y yo tengo un buen puesto, tú igual. Mira a Will y Kami, están en un programa, y si no, … Bueno, podemos probar otras cosas. —¿Cómo qué? —Fecundación in-vitro o qué sé yo. —Todo eso es carísimo. —Tengo dinero, y quiero una familia, Tily, una familia contigo. Ralph se acercó para besarla y Atlas le mira sorprendida, emocionada y un poco más enamorada si es posible, él le abraza y ella le rodea con fuerza y piensa en lo fácil que es para un Westborn fingir. Espero tooodos sus flamantes comentarios, recuerden que la novela con más comentarios es la que más se actualiza. Fue un mini maratón… vamos a ver si lo continuamos mañana. ¿Ralph se pasó o en qué quedamos? Y el papá de Ralphy… me encantó, lo amé, la verdad. ¿Hermanito o sobrino para Sofía?
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