Exigir compromiso no puede ser tan malo. (Doctor León) Casado con una esposa hermosa, padre de tres hijos que son mi orgullo. La mayor es abogada y ejerce en uno de los más importantes bufetes, la menor ya se está cerca de graduarse en medicina y se quiere especializar en cardiología, es mi orgullo y la luz de mis ojos. Mi único hijo varón, ya con veintiún años, es el único al que no he podido encaminar. A pesar de los ruegos no se quiso especializar en nada, solo quiso dedicarse al deporte. Al inicio lo vi como una buena alternativa, pero luego empecé a ver qué las cosas podían empeorar. Empezó a depender únicamente del dinero que yo le suministraba tanto a él cómo a sus hermanas. Sus presentaciones en competencias internacionales salían de mi bolsillo, no rendía para traerse un pre