Una sorpresa maravillosa. (Isa Galán) Lo único bueno de esas visitas fue que no estuve sola. Tomábamos bastante tiempo charlando y al final, terminaba agotada y regresaba a la habitación para dormir. A medida que lo conocía, me percataba que su vida si podía dar un giro, entre lo que había podido conocer era una persona vulnerable y con poco criterio propio. —Me agrada como vamos avanzando en la recuperación Isa. En dos días aproximadamente empezarás a distinguir sombras y a paso lento irán llegando las imágenes. —Emocionada quería gritar porque ya era una realidad que pronto volvería a ver la vida a mi manera. —Me emociona mucho esta noticia. Si los días han sido largos, estos dos que faltan serán eternos. —El médico rio a carcajadas por mi ocurrencia. —No seas tan ansiosa, mantent