Aguantando

1302 Words
                                                                                        Taylor Aquí vamos otra vez, definitivamente soy un masoquista, pero no me importa con tal que ella sea feliz. Prefiero reprimir cualquier sentimiento que trate de aflorar en mí hacia ella, antes de alejarme. Creo que vive tanto en su nube que no ignora lo que pasa a su alrededor o tal vez soy yo el que no quiere ver la realidad, resoplo resignado y comienzo a escribirle a mi mamá. “Taylor: ma, vine a cenar con Mer y me quedo acá con ella, no se siente bien.” “Roxana: Ok, ¿todo bien?” “Taylor: sí, quiere saber más sobre su pasado, pero tía Carla no le cuenta.” “Roxana: mejor hazle compañía. Por cierto ¿cuándo se van a poner de novios?” “Taylor: Solo somos amigos mamá, ¡ya lo hemos hablado!” “Roxana: Ustedes van a terminar juntos, duerman bien y usa protección, ¡no queremos nietos todavía! “ Ignoro su último mensaje porque no tiene sentido, ella sabe perfectamente que nosotros no tenemos nada y que nunca lo tendremos, porque Merly no me ve de esa manera o al menos a mí no me parece. Camino al baño para despejarme tanto mensaje me dejo un poco incomodo, hace mucho no dormimos juntos y si a eso le sumamos que el verano ayudo a su desarrollo y lo que ya estaba grande ahora tiene el doble de su tamaño, no ayuda en absolutamente nada. “No seas cobarde Taylor, es solo dormir” repito en voz baja mientras me miro en él espejo, “Solo dormir con Merly, la chica que te gusta, en la misma cama y con ropa más chica que la que traía puesta”, mi mente me juega una mala pasada y vuelvo a mojar mi rostro. Estoy pensando cuando fue la última vez que me quede a dormir, si mal no recuerdo fue cuando el idiota de Lucas la dejo después de un año de relación, justo después de que ella se acostara con él. Todavía recuerdo cómo me agarro al día siguiente en la escuela para que no le rompiera el cuello, de igual forma me la cobre en el entrenamiento. Entro a habitación después de largo debate con el espejo, Mer está sentada con el celular en la mano mientras textea, sus ojos se topan con los míos y me sonríe. Se levanta de la cama directo hacia mí con una sonrisa en los labios, trago con dificultad. Cuando pienso que viene directo hasta mí, pasa por al lado y se dirige directo al baño ha asearse, me quedo como un bobo cuando observo que lleva una remera blanca de tiritas y un pantalón con gatitos que de pedo le tapa cola. Señor dame fuerzas para pasar esta noche. Me siento en la cama para acomodar mis ideas, necesito recobrar la compostura antes de que vuelva a la habitación. Estoy seguro que esto fue una mala idea, me estoy atando a algo que no tiene futuro o al menos no lo parece. Me saco la remera para acostarme. -          Has estado trabajando ese cuerpo. – me observa. – Ahora entiendo porque tienes tantas mujeres atrás tuyo.   Se acerca sin quitarme la vista de encima, por mi parte estoy totalmente estático sin decir una sola palabra, Merly muerde su labio y coloca una de sus manos sobre mi vientre, suspiro ante su tacto. Ninguno de los dos dice nada, sus dedos empiezan a marcar la línea de mis abdominales, desde el borde de mi pantalón hasta mi pecho donde ahora sus dos manos descansan. Sus ojos marrones chocan con los míos, sus manos van hacia la nuca mientras acercamos nuestros rostros lentamente. Estoy a punto de punto de besarla cuando mi celular comienza a sonar. -          Eh… deberías contestar – dice Mer mientras se aleja. – Puede ser importante -          Sí – saco el teléfono y el nombre de Tamara con una foto de ella aparece en la pantalla ¡joder! -          Atiende – me sonríe mientras camina a la cama. -          No, de seguro solo quiere molestar – contesto mientras me saco el pantalón y me tiro en la cama. -          Capaz se le rompió una silicona y quiere que la lleves al hospital – habla seria – O tal vez, solo quiere que se las inspecciones con la boca. -          Ya cierra el pico y vamos a dormir. – ignoro su mirada -          Si señor – lleva su mano a la frente como un soldado Se acuesta, y apaga la luz de su mesita de noche, estamos los dos mirando al techo sin decir nada, mi mente solo repasa los últimos minutos y lo cerca que estuve de besar a Merly. Mi celular comienza a sonar otra vez, me levanto para sacarlo del pantalón donde lo deje, tengo varios mensajes sin leer, comienzo a bajar por la lista hasta que veo un mensaje del novio de mi mamá preguntando si vuelvo, le aviso rápidamente que me quedare con Mer, luego del equipo de futbol, Melissa, Tamara, Romina, estas chicas son insoportables, Mer toma mi teléfono y frunce el ceño. -          ¿Por qué te mandan mensajes esas perras? – su comentario me hace reír -          ¿Estás celosa osita? – la miro expectante esperando que responda. -          Va a estar celosa – junta las puntas de los dedos y mueve la mano haciéndome entender que hablo tonteras. -          Bueno entonces, les puedo responder. – le saco el celular de la mano y abro el chat de Tamara. – A ver qué dice. – para mi sorpresa hay una foto que no deja mucho a la imaginación y un texto preguntando si voy a su casa esta noche, porque tenía que abrir este. Merly observa la foto con la boca abierta. -          Esa tipa es una desubicada, la mato, dame el celular yo le contesto. – bloqueo rápido el teléfono y lo alejo para que no pueda agarrar. Mer prácticamente se lanza encima mío para agarrarlo, cayendo todo su cuerpo encima, su olor a jazmín invade mis fosas nasales mientras ella se acomoda a horcajadas sobre mí, mi mano se aleja de la suya haciendo que quede prácticamente arriba mío, bajo mi vista y me topo con su escote a escasos centímetros de mi rostro. -          Mer… - baja la vista. – Yo sé que somos amigos, pero también soy hombre y…. - su cara está a centímetros de la mía.   Relajo la mano que tiene el teléfono y la otra descansa en su pierna, el contacto de mis dedos con su piel es terriblemente agradable. Merly no se mueve, solo me observa en la misma posición, mi mano comienza a moverse de arriba abajo por su pierna, dejo el celular en la almohada, tomo su rostro y lo acerco al mío tocando sus labios.   Siento que estoy viviendo un maldito sueño, donde en un minuto sonara el despertador y hará que todo esto se acabe porque parece demasiado perfecto para ser real, Merly se siente suave y cálida, quiero profundizar nuestro beso, pero mi celular vuelve a sonar con una video llamada de Tamara haciendo que Merly rompa nuestro contacto.     -          Yo... – mira el teléfono y frunce el ceño - Lo siento. - salta y se acuesta dándome la espalda. Trato de hablar con ella y explicar porque me llama tanto Tamara, pero no tengo ninguna excusa para ello. La verdad es que salía con ella de vez en cuando hasta terminamos en la cama en varias ocasiones, pero el admitir eso no me ayuda en exactamente nada, porque la realidad es que no tendría que haberla besado cuando estoy saliendo con alguien. Miro al techo tratando de ignorar la presencia de Merly, hasta que me duermo.   
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