Primer día
La alarma de mí teléfono suena, hoy vuelvo a clases después de unas largas y relajantes vacaciones y digo largas porque al menos yo no tuve que acreditar ninguna materia durante ellas. Asique hoy oficialmente empiezo mi último año del bachillerato y no puedo estar más que feliz por eso, si todo funciona bien en unos meses me recibo podré ir a la universidad. Aun no sé qué voy a estudiar, pero eso por ahora no me importa lo único que quiero es por fin dejar aquella horrenda escuela.
Digo horrenda porque como en todos lados hay gente totalmente desagradable, sobre todo un “hermoso” grupito al que denominamos las Plastic Girls. Me coloco un jean ajustados y una remera rosa de tiritas y por encima la camina del colegio. Seco mi pelo, mientras pienso como maquillarme, es gracioso que hoy en día me esté planteando esto cuando jamás me preocupe mucho por mi apariencia, por el contrario, era la pitica chica que iba a la escuela con una cola alta en el cabello y nada de pintura. Termino optando por un maquillaje sencillo, base, rímel y corrector, al fin y al cabo, voy a la escuela no a un concurso de belleza.
Termino de cerciorarme que estoy en condiciones y emprendo camino a la cocina en busca de mi desayuno, el departamento está en completo silencio, sobre la encimera del desayunador hay una pequeña nota de mi madre, deseándome suerte y dejándome dinero. Sonrío con su pequeño gesto, mi mamá es enfermera, trabaja en un hospital aquí en Málaga, desde que tengo uso de razón sus turnos son extensos por lo que pasó la mayor parte del día o noche sola. Ya que básicamente somos ella y yo, mi padre, no existe y la verdad no puedo decir por qué no existe, porque jamás me han respondido esa pregunta y dudo que lo hagan.
Alejo los pensamientos que amenazan con arruinar mi mañana y preparo mi desayuno, no tengo ganas de nada extravagante asique opto por tostadas y leche con cereal, desayuno rápido mientras chusmeo un poco mis r************* , Taylor con su equipo aparece apenas abro, más abajo una foto de clara con su hermano Marcos, dios ese chico sí que, hecho con amor, al igual que clara. Veo la hora en el celular y compruebo que se me está haciendo tarde, busco mis cosas, texteo un mensaje para ver si Clara y Taylor están listos así nos encontramos en el camino.
Los tres estamos en el mismo grupo, asique no es necesario tener que escribir tanto y como nuestras casa quedan en el mismo recorrido, vamos y venimos juntos durante todo el año por los últimos 6 años quizás, ya perdí la cuenta. Clara fue la primera en contestar, como de costumbre, esa chica vive con su celular en la mano.
Clara es mi mejor amiga, hemos pasado el verano prácticamente juntas, de compras, cine, peluquería, playa, etc. Su cabello marrón es largo y lacio, sus grandes ojos color miel y piel bronceada, pero no por el sol, sino natural. Su cara tiene los rasgos perfectos de una muñequita de porcelana. Tranquilamente podría estar entre las populares, pero insiste que no le interesó nunca, sus únicos intereses son la moda y.… la moda, razón por la cual fui su conejito de India este verano y ahora tengo ropa nueva y aspecto diferente.
Y cuando digo aspecto diferente es literalmente diferente, porque pase de tener el pelo negra largo y recto a una series de capas rebajadas que le dan un movimiento muy interesante, mis ojos son marrones oscuros tanto como el café, ahora no me como las uñas asique tengo una hermosa manicura cortesía de mi mejor amiga, mi cuerpo no una cosa grandiosa pero me defiendo, tengo muchas tetas, cintura estrecha y un poco de cola, aunque no es la gran cosa, se deja ver a la perfección con un buen jean.
- Hola Clara – saludo a mi amiga que me espera en la puerta de su casa.
- Hola Merly, ese atuendo te queda genial. Espera que te vea Taylor - da pequeños aplausos en el lugar.
- Clara es el uniforme del colegio, que tiene de espectacular - le digo mientras observó el teléfono con la respuesta de Taylor. - Además no es para tanto Clara.
- Si lo es, has cambiado mucho en el verano. Tanto que Gabriel Rodríguez trato de ligar contigo en la playa porque no te reconoció. – caminamos hasta la casa de Taylor que se encuentra a solo 5 cuadras de la de Clara.
Durante ese trayecto mi amiga comenzó a comentarme como su padre no la deja hacer nada y no está lejos de la realidad, el señor Trovatelli es muy controlador, no la deja salir después de ciertas horas a no ser que salga con Marcos (su hermano) o viene a mi casa porque por suerte a mí me tiene muchísima confianza, asique si no sale conmigo estamos en su casa en la pileta o me quedo allá a dormir, aunque solo fue unas tres veces.
Cruzamos la calle y Taylor nos espera apoyado contra la reja de su casa, su cabello rubio brilla con el sol, sonríe al vernos haciendo que sus ojos verdes me miran con intriga, hace un mes que no nos vemos ya que paso las vacaciones con su familia, levanto mi rostro para saludarlo ya que es más alto que yo. Su cuerpo está totalmente marcado gracias a la rutina de ejercicios del equipo de fútbol.
-Hola Taylor - dijimos las dos a coro.
- Hola chicas – abraza a Clara y luego a mí – Vaya Mer estás increíble, definitivamente estas hecha toda una belleza - le golpeó el hombro
Estoy avergonzada, puede ser que este cambiada, pero no espere que su halago me afectara tanto, lo que me hace replantearme pensar muchas cosas en mi cabeza, se supone que somos amigos, hermanos, familia, pero hay algo raro en todo esto y en lo que Tay produce en mí en algunas ocasiones, durante las próximas cuadras nos comenta lo que hizo y nosotras hacemos lo mismo, Clara no deja pasar el hecho de que me hice un tatuaje nuevo, por suerte las puertas del instituto de hacen presente ante nuestros ojos, tomó aire profundamente, no es un lugar que me agrade mucho pero ya que no queda otra comienzo a caminar por el pasillo.
- Vaya, vaya... la ñoña decidió parecer una mujer después de todo – una voz en mi espalda me dice que Melissa González se acerca. - Igualmente sigues pareciendo un sapo – escupe mientras abro mi locker.
- ¿¡Melissa!? buenos días - sonrió falsamente - ¿No te reconocí, te hiciste otra cirugía? - Clara y yo reímos mientras vuelvo mi vista al gabinete
- Mira sapo... - se acerca amenazante
- ¿Pasa algo Melissa? - Taylor llama su atención.
- Taylor no te vi, ¿Qué tal las vacaciones? - se le acerca cuál garrapata al brazo - Sabes estoy sola, Gabriel y yo terminamos. – ahí está su faceta de arrastrada
- ¡Qué pena! - trata de alejarla sacando su brazo - Te ayudaré a volver – touché perra.
Dejamos las cosas en nuestro locker y nos encaminamos a ciencias. La profesora Chan es una mujer mediana de unos 37 años, tiene los ojos pequeños, cabello n***o y delgada. Su español es bastante bueno, para ser que es occidental. Estamos viendo reproducción celular y analizando tejidos en el microscopio. La clase pasa rápido por suerte asique cuando menos lo espero toca el timbre y damos por finalizada la primera clase, estoy juntando mis cosas cuando la profesora vuelve a hablar.
- Señorita Méndez y señor Rodríguez, por favor pueden quedarse. - me acerco a la profesora y me siento dónde me indica.
- Se preguntarán porque pedí que se quedarán. - ambos asentimos- Señor Rodríguez debido a sus problemas el año pasado con esta asignatura, sus padres y el entrenador Hunt quieren que tenga tutor este año. Razón por la cual la señorita Méndez será su tutora.
¿Qué yo qué? Esta mujer está loca o las vacaciones hicieron estragos con su cerebro, mi boca está abierta al igual que mis ojos, tengo ganas de levantarme e irme de aquí rápido, porque está demente si ella espera que cumpla lo que acaba de decirme.
- ¿Qué yo qué? – logro hablar luego de un rato, es increíble, esto es increíble, de todos los idiotas de la escuela me toca esté.
- ¿Algún problema? - parece molesta, pero si ella lo está, yo estoy peor que ella.
- No... pero la verdad no nos llevamos bien. - trato de ser sincera y educada. – Discúlpeme, pero no puedo hacer esto no pienso hacerlo.
- Eso no es nuestro problema, hablen, solucionen y listo. De lo contrario no acreditarán esta materia. - Esta mujer me empieza a caer mal – Asique deje de quejarse como si tuviera 15 años y haga lo que se le pide.