—¡Es una locura, Emily! No creo que tío nos deje.
—Es que no le diremos, ni pediremos permiso, solo lo haremos, anda, Ada, ¿Quieres que nos tachen de amargadas? Además, solo invitaremos a amigos cercanos y será un rato.
—Pero, ¿Y los guardias? No dejarán pasar a nadie a King House.
—Tengo un amigo que me dio algo para calmar a los guardias, no te angusties, mejor amiga, nueva prima, tengo todo bajo control.
Ada sonrió.
—Está bien.
—¡Sí! Debemos comprar ropa, tendremos que vernos glamourosas.
—¡Emily!
Ambas soltaron un grito al ver a Jean tras ellas.
—¿Nos espías, Jean?
—¿Con que quieres hacer una fiesta secreta? No te atrevas a meter en líos a mamá, ha tenido suficiente
—¡Oh, vamos, no seas amargado! Es para celebrar que ahora tenemos una mejor casa, venga, Ada, convéncelo, dal
