Al día siguiente
Ada y Miry desayunaban en el jardín.
—¿Cuándo volverán mis papitos?
—Pronto, Miry, piensa que ahora están felices juntos.
Miry estaba feliz.
—Señorita Ada, la busca una compañera de la escuela.
—¿A mí? ¿Quién es?
—Solo me dijo que se llama Emily.
Ada abrió ojos enormes, se levantó y corrió al salón principal.
No podía creer que esa chica estuviera ahí.
Pero, cuando la vio, sus ojos se abrieron enormes, ante la sorpresa.
—Hola, Emily.
Los ojos de la chica se fijaron en ella, aunque estaba deslumbrada por toda la casa.
—Hola. Tú casa es muy hermosa, es casi un palacio.
Ada sonrió, dichosa que le gustará, Ada solía admirar a Emily, quien era la chica popular de la escuela.
—Gracias.
—Mira, sobre lo que pasó en el club de vacaciones, yo estaba de mal humor...
