—Ésta será su habitación, Príncipe Baek.— Jong Dae le mostró un lugar lleno de cortinas transparentes, no era muy grande, sin embargo, se sentía acogedora.
—Este lugar es únicamente para mí, ¿No es así?— preguntó mientras se adentraba al lugar junto a Choi.
—Así es.— él seguía cada uno de sus pasos por la habitación.—Ni siquiera el Rey ingresará aquí sin su consentimiento por si esa es su verdadera inquietud.— Baek lo miró y asintió con una sonrisa.
—¡Qué felicidad!— se tiró a la especie de futón que estaba sobre el tatami con los brazos extendidos.—¡Finalmente tengo un lugar de privacidad!— se carcajeó con fuerza.
Jong Dae y Choi únicamente lo miraron sin decir ni una sola palabra antes de decidir salir.
—Soy el capitán Jong Dae, y tú, Choi, ¿Estoy en lo correcto?—asintió.— ¿Entiendes todo lo que te digo?— El hombre de la máscara una vez más asintió.—¿Eres mudo?— Choi negó.— Está bien, escuché que ésto solía pasar en Goguryeo, en fin, ¿Eres capitán?— Choi asintió.— Muy bien, tu lugar será estar junto al príncipe, en la habitación continúa, allí podrás asearte y dormir, los horarios y sirvientes que tendrán se les comunicará más tarde, hasta entonces.— y así, Jong Dae se alejó.
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—¿Dónde está?— se bajó de la cama pasando por alto el dolor en sus piernas y brazos.— ¿Me espera en el salón?— él sonrió mientras buscaba entre sus prendas.— Debo verme bien para él.— Chan miraba desconcertado a su hermano sin comprender qué hacía.
—Hyung, ¿Qué haces?— Min Seok paró sus movimientos antes de regresar a verlo.
—¿Acaso no lo entiendes? Lujan ha vuelto, finalmente lo ha hecho.— sus ojos brillosos reflejaban su felicidad, deseo y ansiedad.
—Hyung, él no...— Chan miró a sus sirvientes y les ordenó con la mano que se marcharan.— él no vino conmigo, recuerda que Lujan mur...
—Rey Chan, el capitán Jong Dae lo está buscando, dice que es urgente que vaya a verlo, es sobre Goguryeo.— un soldado llegó corriendo interrumpiéndolo, fué entonces, cuando Chan se dió cuenta que iba a cometer una imprudencia con su hermano, iba hacer lo que les había prohibido a sus sirvientes que hicieran, iba a contradecir a Min Seok y aquello sería horrendo para su estado.
Él miró hacia Min Seok quién continuaba con su afán de encontrar las prendas perfectas para ver a su esposo.— Volveré más tarde, no dejes que salga.— se lo ordenó a aquel soldado.
—¿Cómo se ve?— Min Seok se encontraba de espaldas.— Ganaron, ¿No es así?— sonreía a más no poder.— Sabía que Lujan lo lograría y volvería.— encontró las prendas adecuadas.
—Él lo logró.— habló aquel soldado quién únicamente anhelaba sosegar el dolor en aquel príncipe de bellos ojos.—El príncipe Lujan siempre trae fortuna al reino.
—Lo sabía.— él se dió la vuelta.—Aunque le jalaré el cabello por irse de esa forma y hacerme llorar.— aquel soldado lo escuchaba atento, un tanto sorprendido quizá por el repentino color en las mejillas del príncipe.—Por cierto, ¿Cómo te llamas? Lo sé, sé que no debo hablar contigo pero...— se encogió de hombros.— Chan "El gruñón" no está aquí y pronto veré a mi esposo por lo que estoy feliz.
—Soy Kim Jongin, soldado de la primera división, encargado de proteger el palacio.— él hizo una reverencia.—Estoy aquí para servirle, príncipe.
—Un gusto.— hizo un gesto con la cabeza.— Gracias por protegernos, especialmente a mi bebé, a Minhyun, él...— Min Seok miró a su alrededor.— ¿Dónde está mi bebé?— Jongin abrió la boca sorprendido, el príncipe había recordado a Minhyun y aquello era fantástico, parecía que el príncipe estaba volviendo a ser el de antes, al parecer, la idea de que Lujan seguía con vida lo curaba, sin embargo, puede causarle un daño posterior ya que en realidad, Lujan no está con vida y saber la verdad una vez más le afectará.
—Príncipe...—debía ser prudente.— él está jugando allá afuera, ¿Le gustaría verlo?— Sabía que estaba tomándose atribuciones que no debía, pero, Minhyun necesita de Min Seok, al menos, por unos segundos se le dará la dicha de volver a verlo despierto.
Min Seok lo miró antes de salir apresurado.— Siento cómo si no lo hubiera visto en años, es extraño.— El príncipe sujetó su pecho, corría por los diferentes pasillos, él parecía saber dónde estaba su pequeño, por lo que continuó sin importarle nada.
—¿Hyung?— Chan lo vió pasar desde su salón, él de inmediato se paró y caminó hacia el pasillo.— ¡Hyung!— grito pero el príncipe lo ignoró, él iba a volver a gritar, sin embargo...
—Rey Chan, el príncipe recordó a Minhyun.— mencionó aquel soldado.
—Eso es imposible.— Chan y Jongin siguieron al príncipe quién rápidamente llegó al lugar dónde habían muchos niños y mujeres, entonces, lo vió, lo vieron, vieron la sorpresa en el rostro de las mujeres, vieron cómo todos se abrían paso para dejar que Min Seok llegara dónde su hijo.
—Minhyun...— El pequeño atendió al llamado, él parpadeó por unos minutos antes de reconocer a Min Seok y correr a sus brazos sin pensarlo, el príncipe alzó a mi pequeño y lo llenó de muchos besos susurrándole cuánto lo amaba.
Era extraño para Min Seok, él sin duda, ama a su hijo pero sigue teniendo aquella sensación de no haber estado con él desde hace mucho, tiene aquella sensación de no haber abrazado ni besado a su bebé cuándo claramente recuerda haberlo hecho la noche anterior, antes de irse a dormir o al menos, eso es lo que él piensa, aunque no se haya dado cuenta de lo grande que su hijo está porque Minhyun ya no tiene tres, sino ocho.
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》》》 —¿Cómo quieres que se llame el bebé?— estaban acostados en el futón, la Luna había salido desde hace mucho, sin embargo, ellos no podían dormir, su bebé nacería en cualquier momento según la comadrona.
Lujan lo pensó por unos segundos, él acercó incluso más hacia su cuerpo a su pequeño esposo y...— Si es niño se llamará Minhyun, significa hombre virtuoso, no es un ser perfecto, sin embargo, es sabio y sencillo.
—¿Y si es niña?— Min Seok acarició su pecho.—Pienso que si es niña, sería un problema.
—¿Por qué?— Lujan sonrió.— Si fuera niña, estaría bien también.
— Ella sería muy consentida y vanidosa.— el más bajo hizo un puchero.
—Si es niña, se llamará cómo mi madre.— Lujan guardó silencio, la extraña.— Young Mi, que es prosperidad, eternidad y...
—Belleza...— completo Min Seok mientras llevaba su mano hacia su vientre.— por eso tengo razón, si hay una pequeñita aquí dentro, será una pequeña busca problemas.— se rió.— Prefiero que tengamos un niño.— dijo seguro, Lujan lo abrazó y besó su frente.
—Sea lo que sea, será nuestro mayor tesoro y adoración.— Min Seok asintió mientras junto a la mano de su esposo acariciaban a su pequeño o pequeña, ambos lo esperaban ansiosos.》》》
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—¡Min Seok hyung, vuelve!— se escuchaba a lo lejos, luego de su encuentro con su hijo, luego de su despedida, luego de escuchar un desafortunado comentario de unas sirvientas detrás de una pared, Min Seok salió corriendo con el corazón agitado y lágrimas en los ojos, ellas cometiron el grave error de decir que Lujan estaba muerto y que el príncipe "loco" no debía saberlo, arruinando de esa manera aquel minúsculo progreso.
Min Seok en aquel momento empezó a gritar y a botar todo a su paso, pasó corriendo por los pasadizos sin control.— Lujan, Lujan...— murmuraba para él mismo, él curvó un pasadizo dónde al otro extremo se podía ver el rostro de sorpresa de Baek por tremendo escándalo.
Min Seok corrió hasta que de pronto y por culpa de una visión nublada, chocó contra el pecho de un hombre, uno que se quedó parado al contacto, el hombre de la máscara miró al pequeño quién lloraba desconsoladamente frente suyo, el hombre de la máscara o simplemente Choi, se quedó quieto observándolo, observando aquellos bellos ojos color chocolate y justo cuando Min Seok cruzó su mirada con la suya, el tiempo se paró por lo que fueron escasos segundos.
—Estás aquí...