Gema bajó las escaleras, su humor estaba mejorando, luego de que en la mañana su esposo le hubiera asegurado que Rosbell recapacitó y volvería para casarse con el Lord. Aquella mañana rezó por la memoria de Julie, su gran amiga, ¡Cuánto la extrañaba! Se sentía dichosa de saber que su sueño de infancia se cumpliría, incluso aunque Julie no estuviera para verlo, pero pensaba que estaría tan feliz, como ella. Recordó cuando viajaron a Islas del sur, fue ahí que conocieron a esa pitonisa que les leyó la fortuna, y les aseguró que sus hijos estaban destinados al amor, esos días fueron felices, Gema estaba convencida de que días como esos volverían tras la boda. Se asomó al ventanal, pero se sorprendió mucho al ver los campos de siembra desiertos, mientras los trabajadores estaban sin que hacer,