¿Quién es el tal Sebastián?

1114 Words
Han pasado 10 años y todavía estoy casada con el viejo, pero ya me acostumbré a él no me quedó de otra más que aguantarlo. A pesar de que no lo amo he aprendido a tolerarlo hay muchas cosas de él que no me gustan, pero no puedo hacer nada por eso una de ellas es que le gusta tener mujeres por montones y aunque para mí eso es poco importante siempre le aclaro que no las traiga a casa creo que el viejo está enamorado de mí porqué todo lo que yo digo lo hace es como si fuera mi esclavo, pero yo no soy estúpida sé que si yo me fuera y lo dejara me buscaría a menos que... Me fuera muy lejos un lugar donde no pueda encontrarme. Me miro al espejo y termino de maquillarme, a mis 27 años todavía me sobra juventud y belleza mi marido se ha encargado de eso dándome todos los lujos que yo desee. Término de arreglarme mi cabello lo tengo recibido en un moño elegante, me coloqué un vestido un poco ajustado y zapatos de tacón mis lentes para el sol no pueden faltar me acerco a la cama para tomar mi cartera y salgo de mi habitación ya André se había ido a la empresa yo siempre salía un poco más tarde si era la dueña debía tener por lo menos un privilegio, comienzo a bajar las escaleras de caracol, escucho el sonido de los tacones al hacer contacto con el suelo y ya abajo me esperaba mi mayordomo con las llaves de mi Mercedes yo le dediqué una sonrisa y él asintió con su cabeza se retiró sin decir nada y yo avancé para salir de casa caminé observando el día brillante nuestro jardín le daba un toque especial a las mañanas, ya que contenía diversas flores, árboles con una fuente gigante en medio dejo de observar para subirme a mi auto enciendo el motor y comienzo a conducir para salir de la casa, al llegar a la entrada el vigilante abre el gran portón para poder salir. Coloco un poco de música para distraerme un poco Comienzo a chasquear mis dedos al ritmo de la canción así voy todo el camino hasta llegar a la gran empresa de mi esposo, me estaciono en el frente y otro vigilante está esperando para que le entregue las llaves y estacionar mi auto La verdad es que ya no soy aquella chiquilla de 17 años con tontas ideas en la cabeza sobre el amor. Si la vida me dio algo simplemente lo tomaré antes lo veía como una tragedia, pero ahora que soy más adulta lo veo como una oportunidad si este viejo me quiere pues tendré que sacar provecho de eso después de todo él me arruinó mi vida, tenía planes y cosas por vivir todo eso quedó atrás ahora soy una joven millonaria que disfruta sus comodidades. Cuando entró todos me observan mi asistente Marcela se acerca con una carpeta en las manos y para ofrecerme cualquier cosa. –Buenos días, señora estela ya hice todos los informes que me envió ayer, también hablé con el licenciada peña él dice que estará aquí lo antes posible.– –Perfecto, buen trabajo Marcela quiero los informes sobre nuestra competencia ella ha sacado un producto nuevo quiero saber todo de él y como hacer que nuestro producto sea mejor que el de ellos.– Antes de entrar a mi oficina Marcela me ofrece un café al cual no puedo negarme, a mí no me gusta que ella lo haga, pero en esta ocasión lo necesito un café con un delicioso croissant eso me vendría bien. –Te lo acepto Marcela por favor puedes traer un café doble con dos croissants.– ella asintió mientras avanzaba para buscar lo que le había pedido realmente la admiraba era muy eficiente y atenta. Cuando entró a mi oficina comienzo a mirar todos los informes que debo revisar y suelto un suspiro de fastidio, pero bueno peor es no hacer nada y estar en casa muriendo de aburrimiento, agradecía a mi esposo por pagar mis estudios en administración y contaduría él me dijo que si yo quería podía estudiar y no perdí tiempo estudié 5 años para poder sacar mi profesión y otros 4 años hice un postgrado así que estoy lo suficientemente calificada para mí, puesto en esta empresa como vicepresidenta de finanzas. Me siento y comienzo a ojear todos los informes buscando algún error o falla mi trabajo era calcular todo lo que entraba o salía de la empresa, los ingresos eran importantes también como lo eran los egresos, si teníamos ganancias que cantidad era y si había algún tipo de perdida también debía calcularlo todo eso era importante y yo estaba encargada de eso. Alguien toca la puerta y yo sigo mirando los informes. –Pase– respondí sin dejar de hacer mi trabajo. –Aquí está lo que me pidió.– yo levanté mi cabeza para mirar traía en sus manos los deliciosos croissant y mi café el olor se introdujo por mi nariz y le hice una seña para que me los entregará agradecí por el favor y ella se retiró. Tomé un sorbo de mi café y también le di un mordisco a mi croissant su sabor delicioso fue una fiesta para mis papilas gustativas devoré todo y seguí con mi trabajo, un rato después entro mi marido sin tocar como siempre. –Cariño, ¿todavía con eso?– yo levanté mi vista y asentí. –Si, André debo terminar esto es importante.– –Bueno solo te venía a decir que voy a ir a una reunión y llegaré tarde.– yo giré los ojos, pero la verdad no me importaba en lo más mínimo. –Está bien.– respondí secamente. Él se acercó para darme un beso y yo giré el rostro terminó dándome un beso en la mejilla. Cuando se disponía para retirarse volteó de nuevo. –Se me olvidaba mañana te presentaré a Sebastián Castillo él será tu nuevo asesor financiero.– yo solté un resoplido en lo que iba de año había tenido unos 6 asesores y no sé de dónde los sacaba André eran totalmente incompetentes y además yo no los necesitaba, pero mi esposo insistía que debía tener ayuda de alguien. –Si es como los últimos no quiero saber nada de él.– él negó con su cabeza. –No cariño este es muy calificado ya verás – yo me encogí de hombros de igual forma si no era calificado lo echaría como a los demás. (Sebastián algo en su nombre me dio curiosidad.)
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD