Ron Logré dormir bien por primera vez luego de días, era como si aquella pelirroja infernal hubiera calmado algo en mi interior, quizás fue verla salir del hotel después de irme, algo en mi se había prendido con satisfacción, la había dejado saciada, por lo que no tenía que ir con el idiota de Pickman. Vamos el sujeto solo hablo de él desde que ella llego, fue gracioso de ver y patético. Seguí trotando por el parque, los auriculares en mis oídos con la voz gruesa de Chad Kroeger, marcándome el ritmo, estaba más atento a las mujeres que pasaban que en otras ocasiones, sobro todo porque buscaba su cabellera pelirroja, una que no apareció. Mi celular sonó y gruñí, era el trabajo, lo que podía significar que estaba ante un gran problema o quizás algo más grave. — Fuhrman – respondí para