Sonríe y sacude la cabeza. —Vete. Ya te alcanzaré —hace un gesto hacia la bodega, y empiezo a avanzar cuando añade—. ¿Y, Lucy? —Miro por encima del hombro hacia él—, dale un abrazo a mi madre cuando la veas. No le digas que me has visto, sólo... abrázala. Apretado. Mi entendimiento encaja pieza a pieza. "¡Johannah! ¡Es el hijo de Johannah!". —Tal vez deberías ir a dárselo a ella —le doy una suave sonrisa y su expresión cambia a una ansiosa y nerviosa. —Ya hablaremos de eso otro día —me interrumpe—. Ahora vete, no puedo esperar a que ese idiota deje de quejarse. ~~~ La música estalla en mis oídos en cuanto entro en la bodega. Mi mirada recorre el lugar en busca de Adam, pero no consigo localizarlo entre tanta gente. Me muevo en dirección al bar improvisado, sólo porque no sé muy bie